A casi dos años de la compra de 30 MHz de espectro en la banda de 3.5 GHz a Entel, Claro Chile obtuvo la autorización de la Subsecretaría de Telecomunicaciones (Subtel) de ese país para hacer uso de ese recurso y ofrecer servicios 5G a nivel comercial. Ahora, la operadora tiene que presentar un plan adicional al elevado en el último concurso público que incluya infraestructura por un valor equivalente al adjudicado en la subasta finalizada en 2021.
El visto bueno dado por la Subtel apunta a mantener la competencia en el sector, tal la recomendación dada por el Tribunal de la Libre Competencia y la Corte Suprema de ese país. En otras palabras, que se dispongan las medidas necesarias para que Entel, Movistar, Wom y Claro continúen siendo los prestadores de servicios móviles y que se evite una consolidación.
La solicitud de un plan adicional responde al hecho de que Claro Chile, aunque participó de la licitación 5G desarrollada a lo largo de 2020 y finalizada a principios de 2021, no ganó. Eso la llevó a comprar a Entel 30 MHz de 3.5 GHz por 12 millones de dólares meses después de un concurso que recaudó 473 millones por todo el espectro puesto a disposición del mercado, el monto más elevado obtenido en procesos de este tipo en la historia de las telecomunicaciones de este país.
Si Claro Chile quiere iniciar de manera inmediata el despliegue de 5G deberá presentar el plan adicional solicitado de manera inmediata, con una inversión que debe ser superior a la última oferta adjudicada en la subasta de 3.5 GHz, que correspondió a Wom Chile y que fue la más alta ofrecida en el marco de ese proceso: 82,5 millones de dólares por 20 MHz en la banda de 700 MHz.
Como Claro no participó del proceso convocado en 2020 y accedió a espectro por carriles distintos a los propuestos por la Subtel en aquel momento, ahora tendrá condiciones diferentes para ingresar en el mercado de 5G. Además de comprometerse a un monto de inversión mínimo, también tendrá que darle acceso a localidades con baja conectividad. Alcanzar zonas remotas no fue condición obligatoria del proceso regular, aún cuando algunas compañías móviles incluyeron en sus planes llegar a zonas menos densamente pobladas y/o más alejadas de los centros urbanos.
La operadora deberá cumplir todo esto para acceder al espectro de manera provisoria. Para tenerlo de manera definitiva tendrá que expedirse la Corte Suprema que tiene que definir, además, si la Subtel puede o no cambiar el destino de uso de espectro, tal como lo objetó Wom cuando se conoció la compra de las frecuencias de Entel. Todo indica que la Justicia se definirá a favor de Claro Chile por cuanto la potestad por asignar servicios distintos al espectro no estaba definido hasta ahora, pero el TDLC determinó hace unos meses, justamente, que modificar el uso de las concesiones sí es competencia de la Subtel.
Todo esto sucede, vale recordar, en un contexto en el que el joint venture conformado entre Claro Chile y VTR para abordar de una manera nueva al mercado de banda ancha fija y, por ende, la convergencia, obtuvo también el visto bueno de las autoridades regulatorias.
En esta oportunidad, que la Subtel autorice a Claro el uso de espectro 5G no implica que esté cambiando el uso sino que le está añadiendo uso. Es decir, se eligió un camino que, sin dejar de cumplir con la normativa vigente, habilita posibilidades de despliegue y ampliación de servicios hasta tanto se resuelva la cuestión de fondo a nivel judicial.
Esto explica que, en el comunicado dado a conocer por el regulador en plena Semana Santa, Claudio Araya, presidente de la Subtel, señalara que “esta autorización, que es provisoria, se toma teniendo como objetivo optimizar el uso del espectro, para que pueda ser operado en beneficio de la ciudadanía. Cuando hay mayor competencia los planes resultan más atractivos, bajan los precios y las personas tienen más opciones para decidir”.
Agregaría, luego que, “en un mercado tan ágil como el de las telecomunicaciones, no podíamos esperar para resolver esta situación que podía eliminar definitivamente la posibilidad de un cuarto oferente, por lo que esta decisión está protegiendo a los usuarios al mantener la competitividad”. En otras palabras, toma en cuenta la consideración del Tribunal de Defensa de la Competencia que, más allá de los cuestionamientos de los mismos protagonistas de la industria, pide velar por un mercado que se mantenga en competencia para favorecer a la ciudadanía.
A finales de 2022, las operadoras que adquirieron espectro de quinta generación habían concluido la primera fase de despliegue contemplada en los pliegos de la licitación y dos millones de clientes ya estaban subidos a esa red, según datos que anticipó la misma Subtel a finales de ese año. La perspectiva para este 2023 es que esa cantidad se duplique, hasta los cuatro millones de líneas 5G.
