“Con nuestros satélites facilitaremos la extensión de cobertura de los operadores móviles”

Hace un mes, la empresa española Sateliot lanzó el primer satélite de su constelación LEO 5G que se desplegará hasta 2025. Es el primero en su tipo orientado a la Internet de las Cosas (IoT). En diálogo con TeleSemana.com, Jaime Sanpera, CEO y co-fundador de Sateliot, contó cuál es el plan de la compañía para llevar servicios a gran escala y a bajo precio a los lugares más recónditos de la tierra, y en tiempo real. Suena muy ambiciosa su propuesta pero el entusiasmo expresado en la charla permiten vislumbrar que esa posibilidad tiene chances de hacerse realidad a partir del trabajo conjunto y colaborativo con las operadoras móviles y, por supuesto, con los distintos actores del ecosistema de telecomunicaciones. En qué áreas se podrán ver en primer lugar los impactos de los nuevos servicios que propone, por qué es posible pensar en comunicaciones directas del móvil al satélite en celulares comunes y qué perspectivas se abren a partir de 5G -y también de 6G- fueron algunos de los temas desarrollados en una conversación, por demás motivadora. Donde también fue posible pensar que esta tecnología permitiría tener un mundo mejor.

¿Cómo fue el lanzamiento y qué perspectivas se abren a partir de ahora para Sateliot?

Conseguimos lanzar el sábado (15 de abril de 2023) luego de repetidos retrasos. Estamos en la fase de acondicionamiento que dura seis semanas en donde los ingenieros se encierran y no dicen nada, comprobando sistemas. En cuatro a seis semanas va a empezar a operar y a realizar las primeras pruebas. Es la primera vez en la historia de las telecomunicaciones que se usa tecnología tradicional. Y que permitirá que cuando alguien en terreno se quede sin conectividad podrán comunicarse con nuestro satélite con un celular estándar, de bajo coste.

Es decir, que el satélite le dará conectividad a un operador móvil en aquellas zonas donde, en un momento, la señal no llega más.

Sólo somos una extensión de cobertura. No vendemos a clientes finales. Y funciona con 5G e IoT. Eso significa que podrá dar conectividad a sensores y elementos, es decir, a la IoT, no a los teléfonos móviles inicialmente, sino que será una extensión para el contenedor, para agricultura, o para ganadería. En Europa hay más cobertura porque estamos más juntos. Pero en zonas como América donde las operadoras móviles no llegan no se puede hacer un seguimiento de los objetos de Internet de las Cosas, se puede hacer un tracking, y brindar una extensión de cobertura.

¿Qué zonas empezarán a cubrir con este primer lanzamiento y que se completará con los cinco más que restan para el año?

Con los cinco satélites que tendremos este año vamos a tener cobertura en todas partes. Y será posible bajar entre cinco y ocho mensajes de promedio entre cualquier punto. Son ocho mensajes al día y aunque puede parecer muy poco, no lo es, depende de las aplicaciones, y el mundo de IoT es muy amplio. En agricultura, con dos datos al día es suficiente. Y en otros extremos terrestres de último milla hay un montón de aplicaciones que lo podrán utilizar, y cada una de ellas con una frecuencia diferente.

¿Los contratos que tienen firmados con más de 500 operadoras, empiezan a regir de manera inmediata una vez que los satélites entran en operaciones?

No. Con un satélite no somos capaces de garantizar como mínimo dos pases al día, que es el mínimo necesario para que los clientes disfruten del servicios. Vamos a esperar a los siguientes que lanzaremos a fin de año para que en el primer trimestre de 2024 se pueda dar servicio a los clientes que están esperando.

Es decir, que Sateliot le garantiza a las operadoras móviles la continuidad del negocio, ¿cómo es la estrategia comercial para que todos obtengan sus frutos?

Es un doble producto, que se vende como conectividad mensual, donde, por defecto del mercado, van a tener la conectividad satelital en determinadas partes. Estamos cerrando acuerdos con los clientes finales que, después, les entregamos a los operadores porque son ellos los que van a operar, y ya están en todos los sitios. Lo que hacemos es facilitar la incorporación de clientes. El cliente final va a pagar entre dos y tres euros más por mes para tener cobertura en cualquier sitio en donde hoy no la tiene.

Entonces Sateliot vende pero luego esa gestión pasa al operador porque ustedes están con el satélite…

Nos ocupamos del satélite y damos esta conectividad que, al ser de baja órbita, tiene cobertura en todas partes. Lo que hemos hecho es facilitar la incorporación de la extensión de la cobertura de los operadores móviles. Conectamos nuestra constelación de satélites a un core igual al de los operadores móviles y hacemos roaming. Y esto para los operadores puede ser fantástico porque están acostumbrados a hacer roaming con sus clientes. Cuando viajen a otro país van a tener un operador que está en el país del Nunca Jamás y van a hacer roaming de la misma manera que cuando un cliente de Argentina viaja a México o uno de Perú a Colombia.

¿Se diferencia de aquellos que proveen servicios de constelaciones LEO sin mediar con los operadores móviles?

Exactamente. No es lo mismo que lo que se viene ofreciendo desde hace años. Tradicionalmente, los operadores satelitales han trabajado con fabricantes y eso significa que tienen su equipo, como el caso de la red Iridium que da prestaciones fabulosas. Pero alguien que trabaja con otros dispositivos, que son duales, con una radio que se conecta a otra red móvil y otra que no, también se conecta pero no es aterrizada… El problema es que no hay economías de escala en los operadores satelitales. Entonces sus equipos siguen costando centenares de dólares. Tener un dispositivo de 5 euros que te permita tener conectividad en todas partes es absolutamente disruptivo.

¿Qué sectores cree que adherirán más fuertemente a este tipo de servicios porque la agricultura parecería ser el ideal?

Estamos viendo, en esta primera fase, mucha agricultura, mucho de ganadería. Hay millones de vacas que pastan y sobre las que han habido varios pilotos en IoT y, por ejemplo, se ha reducido en 25 por ciento la muerte por enfermedades, simplemente por la detección temprana. Hay muchos temas de infraestructura, líneas de alta tensión, energía, gasoductos, que a veces sufren averías o daños debido a eventos naturales. Es muy importante tenerlos monitoreados. Tenemos monitoreo de puentes, de carreteras, de vías de tren. También de logística, de contenedores… Venimos conversando con algunos de los grandes operadores logísticos del mundo, y están interesadísimos en el servicio porque la avería de un sistema de refrigeración significa comida que se tiene que tirar. También lo referido a los contenedores en cuanto a seguridad de mercadería, o la marítima, donde hay muchos elementos no sólo barcos sino pesca con aspectos que pueden ser altamente contaminantes, o los chalecos salvavidas. Cuando hay que recuperar a alguien que se cae al mar, los costos en vida y dinero son tan altos y tan fácil de solventar con estos equipos pues, simplemente, indican a dónde tiene que ir exactamente el grupo de rescate pues permiten llegar al sitio preciso. Esto que parece obvio se va a extender muy rápidamente y habrá cada vez más y más aplicaciones. Cada semana tenemos a 10 personas trabajando con el mercado, analizando casos, usos, para cuando tengamos la red funcionando pues siempre aparece una curiosidad nueva.

Cuando tú tienes una constelación que puede trabajar en tierra con capacidad en todas partes es una ventaja. Hemos acordado con ONGs como la de Amazonia para darles capacidad sin coste, o la que hace seguimientos de especie en vías de extinción. Esto puede ser un negocio espectacular pero que también puede cambiar el mundo, para mejor para todos.

¿Cuánto han invertido hasta el momento en estos desarrollos?

Llevamos invertidos casi 20 millones de dólares en I+D puro que es un presupuesto importante porque tuvimos que modificar el estándar y hubo que sacar una solución difícil,  y luego entrar al 3GPP y modificar estándares desde dentro, pero es lo que permite tener soluciones escalables. La ventaja es que ya hay un ecosistema que está desarrollando soluciones de IoT dentro de las zonas de cobertura de los operadores móviles, y se puede extender al resto de la superficie del globo.

¿Y se complementará, se potenciará con 5G? ¿Cómo?

Se complementará. No sabemos si va a aumentar o disminuir. Hoy hay redes que se despliegan en sitios no rentables por obligación o presiones de los clientes o de la administración pública. Las soluciones terrestres, que son las de los operadores móviles, y no terrestres, que son las satelitales, se complementan perfectamente. Es muy interesante ver la evolución de los estándares, como 6G, que es un sistema que nace de cero junto con las redes terrestres y las redes satelitales integrándose en una. Ya nunca más volverán a ser dos industrias separadas sino que serán dos industrian que van a trabajar juntas, los operadores móviles con los satelitales porque se complementan perfectamente bien.

Una vez lanzados estos cinco satélites, ¿cómo sigue el despliegue?

Seguiremos aumentando la densidad de nuestra constelación con los 64 satélites que lanzaremos, y reduciremos en 15 minutos de espera la información; con la constelación lo haremos en menos de 10 minutos, y en 2025 vamos a estar en menos de cinco minutos, es decir, casi tiempo real. Ya hay aplicaciones muy interesantes como logística, de entrega de última milla.  Estamos trabajando con la agencia de Estados Unidos que tiene una etiqueta que se pega e imprime el circuito y es una maravilla para economías de escala de que todos los operadores utilicen el mismo estándar. Vamos a seguir aumentando el número satélites para  brindar servicios en tiempo real. Cuando todos los operadores móviles utilicen el mismo estándar van a poder vender en todo el mundo bajo la cobertura de cualquiera de los operadores. Entonces vamos a seguir aumentando el número de satélites para llegar en tiempo real y para desplegar servicios que hoy no son posibles pero sobre los que hay acuerdos. Un caso es el de los fabricantes de chips para teléfonos móviles, que van a permitir conectar un teléfono móvil directamente a la constelación y eso es un salto disruptivo  porque hablamos sólo de mensajes, no de banda ancha, sino de SMS o mensajes de Whatsapp u otra aplicación a un coste que es la décima parte de lo que hoy cuesta. Y eso se podrá hacer desde un móvil absolutamente estándar.

Es un buen punto el que marca. Hasta ahora hubo dos lanzamientos de teléfonos que se comunican directamente al satélite pero sólo para situaciones de emergencia. ¿Ustedes están viendo que esto será masivo, ya de cara a 6G?

Exactamente. Vamos a ser los fabricantes de chips para teléfonos móviles para incorporar el protocolo de IoT, compatible con el SMS. Cuando les mostramos la economía de escala y los costos tan bajos quedará claro que se puede mandar un SMS no sólo para un momento de emergencia sino para un momento real, como puede ser que alguien se ha demorado un poco más en un paseo por la montaña y puede avisar de esa demora. Estamos hablando de pocos céntimos por mensaje. Esto se va a generalizar absolutamente, no sólo en países como la Argentina sino también en zonas de baja cobertura como en Africa. Estoy seguro que esto va a suponer un salto cuántico en el desarrollo de telecomunicaciones de sus países.

¿Y cómo sigue el proceso de inversión más allá de la inversión en I+D que mencionó anteriormente?

Es una industria muy intensiva en inversión. Desplegar 256 satélites exige varios centenares de millones pero el negocio es tan interesante y la capacidad de dar servicios con pocos satélites nos permite comenzar a generar rápidamente cashflow y financiar parte de ese despliegue.

¿Qué facturación tiene previsto alcanzar en el primer año de operaciones?

En 2026 estaremos facturando unos 1.000 millones de euros, es un revenue share con los operadores móviles. Eso nos da una facturación neta de 508 millones de euros con un Ebitda de más de 350 millones de euros. Es una compañía que va a crecer muy rápidamente gracias a la escabilidad que nos permite conectar antiguos equipos con el ecosistema que existe y los canales de distribución de los operadores móviles.

¿Dónde brindarán los primeros servicios?

La primera prueba la hacemos con Telefónica en España pero tenemos permisos para aperar en distintos países en el mundo, y ya estuvimos dando servicios en Brasil, Estados Unidos, Noruega, es decir, en donde hay casos interesantes para el desarrollado del estándar.

¿Cómo maneja Sateliot el tema de la seguridad teniendo en cuenta la vinculación con las operadoras móviles y la generación de datos?

Es muy importante, y tiene mucho sentido en el momento en que estamos. Es una preocupación. Por ejemplo cuando se viaja a un país extranjero y se hace roaming, el tercer operador no conoce ni la identidad ni los datos que transmites. El dato va encriptado desde el dispositivo hasta el operador principal. Como operador roaming nos pasa lo mismo: no voy a ver si es un contenedor de una determinada persona sino que sólo se va a ver un dato que pertenece a Claro. Y en mi política de roaming eso viaja encriptado hasta el core principal y desde ahí se desencripta. La SIM lleva un número único que tan sólo se puede  y se establece un túnel de seguridad que funciona muy bien.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

2 Comentarios

  1. Estimada Andrea, muy buen artículo sobre SATELIOT. Podrías vaeriguar la banda de frecuencias, que van a utilizar?
    Gracias,
    Saludos,
    Ing. Raúl Viñales. Argentina

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