Puerto Rico tiene un plan de expansión de banda ancha a 5 años, con resiliencia

“Los puertorriqueños son fuertes y resilientes. Perseveramos a través de todo tipo de desafíos, trabajando juntos tras los desastres naturales y preservando nuestra rica cultura como sólo nosotros podemos. Sin embargo, con demasiada frecuencia, Puerto Rico queda sin recursos críticos disponibles en el resto de Estados Unidos. Mientras nuevas tecnologías reemplazan a las antiguas en otros lugares, nos enfrentamos al envejecimiento y infraestructura dañada que no puede satisfacer nuestras necesidades”, dice a modo de introducción el documento en el que se expusieron los detalles del Plan de Acción a cinco años, en el que se enmarca el Programa de Banda Ancha de Puerto Rico (PRBP).

La sentencia que inaugura el documento pincela el contexto, y bien vale agregar que los analistas internacionales vienen advirtiendo que, durante los últimos tres años, en la coyuntura local no hay iniciativas propias para las telecomunicaciones y que falta liderazgo de gestión.

Y otra foto del escenario local surge del mapeo que se hizo para elaborar este Programa: el 25 por ciento de los puertorriqueños no tienen un dispositivo informático y lo compara con la brecha en Estados Unidos, donde esa falta de acceso no llega al siete por ciento de la población; o que menos de la mitad de los habitantes de Puerto Rico usa una computadora de escritorio o una portátil, frente a Estados Unidos, donde el acceso promedio supera el 75 por ciento.

Así, esta iniciativa propone garantizar “conectividad a una infraestructura resiliente; calidad y rapidez para un uso exigente, accesibilidad a un precio asequible, y conocimiento de la tecnología y herramientas digitales”, y para ello integran todas las fuentes de financiamiento disponibles: el Fondo de Infraestructura de Banda Ancha de Puerto Rico (PRBIF), la Ley de Inversión en Infraestructura y Empleos (IIJA), el Programa de Equidad, Acceso e Implementación de Banda Ancha (BEAD) y las líneas de financiamiento de la Comisión Federal de Comunicaciones​​ (FCC, por su sigla en inglés).

“Durante los próximos años, el programa Uniendo de la FCC brindará un servicio universal de al menos 100/20 Mbps en todo Puerto Rico a través de dos proveedores subsidiados: Liberty y Claro. Mientras que el servicio universal es ciertamente un logro notable, para Puerto Rico es apenas un punto de partida; infraestructura de banda ancha. También es necesario lograr que los países sean resilientes, duraderos y estén preparados para afrontar las tormentas venideras. Casi inmediatamente después de los terremotos, vino la pandemia de COVID-19, que exacerbó ciertas desigualdades que han plagado a Puerto Rico. La pandemia dejó claro que la banda ancha es una necesidad para todos los puertorriqueños sin importar su edad, raza o ingresos, sin importar dónde vivan”, dice el documento.

En sus más de cien páginas, este programa -disponible aquí– asegura que bregará por fomentar la competencia entre los ISP y la construcción de infraestructura de banda ancha resiliente, además de eliminar las barreras a la disponibilidad de banda ancha y mantener la fuerza laboral calificada en la materia y fomentar el desarrollo de carreras de formación al respecto.

El objetivo, además, involucra garantizar un servicio de banda ancha de baja latencia (un servicio de 1 Gbps simétrico), soterrar la infraestructura de fibra, para lo que se destinarán 300 millones de dólares; y hasta fomentar el aterrizaje de cables submarinos, de modo tal que la infraestructura local general se fortalezca, al igual que los sitios de datos gubernamentales y de telecomunicaciones de seguridad pública y la infraestructura pública de Wi-Fi

El director ejecutivo del programa Smart Island, Enrique Völckers-Nin, recordó que “los esfuerzos que encaminamos desde que iniciamos el programa, luego de que el gobernador Pedro Pierluisi lo creara mediante la Orden Ejecutiva 2022-40, han rendido frutos y nos permitieron desarrollar el Plan de Acción que garantizará que los fondos se utilicen dentro de los términos establecidos y asegurará que se construya prontamente la infraestructura de banda ancha necesaria para cerrar la brecha digital en la Isla”, al tiempo que admitió que la agenda es “ambiciosa, abarcadora, pero necesaria”. ‍

Otra de las medidas que involucra esta estrategia es considerar al servicio de Internet como uno esencial para la vida en sociedad (dados sus usos a la hora de estudiar, trabajar, recibir atención médica, comunicarse y más)

Bajo el programa Smart Island, por ejemplo, se desarrollaron proyectos enfocados en mejorar la conectividad, calidad y accesibilidad para garantizar que cada ciudadano reciba internet de alta velocidad o crear 190 espacios de Wi-Fi público, en 46 municipios de la Isla.

Entre los fondos adicionales de los que se dispone para este plan, se encuentran los 30 millones de dólares destinados para el plan llamado “Resiliencia y endurecimiento de Internet (Internet Resilience and Hardening) mediante el que los proveedores de Internet contarán con presupuesto adicional para mejorar su infraestructura y volverla más resiliente ante situaciones adversas.

Uno de los problemas que suelen enfrentar los habitantes de la isla es la falta de suministro eléctrico cuando se suceden huracanes y, mediante este financiamiento, se prevé la adquisición de generadores eléctricos, placas solares y baterías que posibiliten la continuidad de las operaciones.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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