La transformación digital en Puerto Rico se mueve entre las urgencias y los ejemplos vecinos

La transformación digital supone muchos desafíos que son tecnológicos, pero también políticos y culturales, y Puerto Rico no es la excepción. Cómo enfrentarlos para potenciar sus capacidades es la pregunta que inquieta a empresas, funcionarios y a los miembros de los organismos internacionales; y que signó al Foro Virtual “Hacia a la transformación digital de Puerto Rico” que, organizado por 5G Américas, GSMA, la Universidad de Puerto Rico e Internet Society Puerto Rico, propició un espacio de debate y reflexión. A lo largo de la jornada, oradores internacionales exhibieron, además, experiencias concretas sobre cómo las políticas públicas no sólo involucran subsidios periódicos, sino que requieren de la sinergia entre todos los actores. Y, en ese marco, la transversalidad, la innovación y el desarrollo productivo sobre la base de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs) son protagonistas.

La jornada comenzó con la experiencia de República Dominicana, ponencia que sirvió como un buen ejemplo de los mecanismos que puede desplegar el Estado para concretar el anhelo tan mentado de avanzar hacia la transformación digital. Su portavoz fue Julissa Cruz Abreu, directora ejecutiva del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel) quien, tras repasar la experiencia desarrollada, que involucró una convocatoria masiva para diseñar una modernización regulatoria, la revisión de su plan de espectro y la subasta de 5G, ofreció algunos de sus detalles y de los pasos a seguir.

Entre ellos, se destacaron la elaboración de un Plan Nacional de Banda, que demanda de una inversión del Estado superior a los 115 millones de dólares y que representa una iniciativa a la que la propia funcionaria calificó como “muy ambiciosa”, cuya ejecución está en marcha tras recibir el financiamiento del Banco Interamericano de Desarrollo. “Tomen en cuenta que, en República Dominicana, el mercado de telecomunicaciones siempre ha sido privado, nunca ha habido una inversión estatal en este tipo de redes”, precisó Cruz Abreu para subrayar, luego, que se trata de una iniciativa “sin precedentes”: “El Estado va a invertir 80 millones de dólares para llevar conectividad a aquellas localidades que no la tienen y es a cortísimo plazo, para este 2022”.

El objetivo, en este caso, es que la totalidad de los municipios dispongan de al menos una red. “Estamos más rezagados” dijo en comparación a otras latitudes y adelantó que la idea es “ir logrando que la mayor cantidad de la población esté conectada”. Los planes de Indotel para este 2022 involucran, además, el “desarrollo de capacidades digitales” agregó la funcionaria y detalló que la meta es que la población reciba acceso a Internet en su hogar pero que también pueda usarla de forma productiva y, para ello se basará en la capacitación para la educación, para el empleo y para el emprendimiento. Y, como es de esperarse, la lista a concretar también involucra la implementación de la televisión digital y su necesario apagón analógico.

“Dirán entonces, ¿ustedes solicitaron la banda de 700 MHz sin haber liberado esa banda? Pues yo les podría decir que es un caso de éxito, de diálogo entre el sector público y el sector privado, y de la colaboración para lograr los objetivos comunes. En este momento, todos estamos conscientes de la necesidad de lograr esa conectividad porque son los cimientos para construir la transformación digital que aspiramos”, afirmó Cruz Abreu, y subrayó la agenda digital y las consultas públicas lanzadas durante 2021 de cara a “lanzar una ley que permita abordar todos los desafíos que tiene la República Dominicana de cara a esta Agenda 2030”.

Con todo, esa intención de digitalizar la economía involucra, además, un proyecto bianual cuya apuesta ronda los cinco millones de dólares que beneficiará a 2.000 familias, de 17 comunidades muy apartadas y vulnerables del país, para llegar a ellas con conectividad, dispositivos y el subsidio al servicio por dos años, una canasta digital que aspira a paliar la brecha digital, con acompañamiento para el desarrollo de sus capacidades digitales.

Se trata de un recorrido que incluye a 5G como un activo potenciador y que, además, prevé un abordaje sobre los datos y su gobernanza, sobre la identidad digital y la tecnología aplicada, y por el que avanzaron en acercamientos con el gobierno de Estonia, reconocido como el país más tecnológico del mundo sobre estándares abiertos, por considerarlo “un caso de éxito que vale la pena mirar de cerca y buscar la manera de replicar” dijo la funcionaria.

“Lo que estamos buscando es construir una economía digital competitiva y que lleve a República Dominicana a otro nivel y estos son como los ejes básicos” expresó y describió otros dos transversales: la ciberseguridad y la apuesta por fomentar la cultura de la innovación.

¿Y Puerto Rico?  “Puerto Rico tiene esa gran ventaja, esa fortuna de poder estar en distintas regiones simultáneamente, lo que nos da la posibilidad de sacar lo mejor de cada una de ellas”, dijo José Otero,  vicepresidente para América Latina y el Caribe de 5G Américas, para contextualizar la coyuntura y sentenció que “tenemos una realidad que es bastante clara: más del 40 o 45 por ciento de la población viviendo bajo los niveles de pobreza”; dato al que valoró como “sumamente importante, no solo para pensar en telecomunicaciones, sino para pensar qué política pública permitirá tener un desarrollo económico social”  porque “estamos en uno de los peores momentos económicos de toda la historia de Puerto Rico”.

Sobre ese punto de partida, Otero detalló que, en lo que refiere a la adopción de infraestructura (fibra óptica, tecnología inalámbrica) la situación tampoco es auspiciosa: “De 143 países, Puerto Rico está en la posición 44 en la adopción de nuevas tecnologías”, dijo y comparó que, si la métrica mide qué adopción tiene en materia de TICs,  Estados Unidos está octavo y Puerto Rico 92. “En otras palabras: en Puerto Rico tenemos tecnología e infraestructura desplegada pero el problema es que no lo utilizamos de forma productiva para impulsar el crecimiento económico”.

“Tenemos la tecnología y el gobierno no la usa, no la adopta, no implementa planes de política pública para fomentar esa transformación digital” dijo Otero y comparó la respuesta de la política pública expresada en su país de origen con el resto de América, como fue el caso de Dominicana pero también de México, Argentina o Chile, entre otros.

“Recientemente, Chile lanzó su primera red de 5G con una cobertura bastante amplia. Sin embargo, desde el 2019, desde Presidencia de la República se trabaja en la iniciativa Campus 5G, que incluye al sector privado, pero también a más de 18 universidades, para que ese sector académico se integre; toda la política pública impulsa a 5G ¿Y cómo? Educando a los estudiantes, capacitando a los profesores y por medio de fondos, de buscar cuáles son las soluciones o los proyectos que servirían a atender la demanda interna” explicó y el ejemplo le permitió a Otero expresar una forma concreta de cómo solucionar las problemáticas internas de un país a través de la generación de oportunidades.

A su entender, Puerto Rico “necesita un impulso en la adopción de nuevas tecnologías, utilizar esas redes que ya están desplegadas por las autoridades y todas las entidades de gobierno” sostuvo y resaltó la importancia de que sea transversal y horizontal para que se faciliten los procesos, y trabajar en la regulación sobre la base de la evidencia y la estadística; al tiempo que valoró que “aún con los esfuerzos que se han dado, la información que se acumula -y voy a hablar solamente en telecomunicaciones- sirve para poco o nada”, dijo en relación al hecho de carecer de estadísticas que puedan servir como apoyo a las nuevas inversiones.

“No sabemos cuáles son las necesidades que podemos tener de demanda no satisfecha de Internet en los barrios” dijo Otero para ejemplificar que muchas veces se los observa con una lupa errada: la del mero subsidio cuando, en realidad, se trata de consumidores atractivos para un servicio de conectividad.

“Cuando estamos hablando de transformación digital o del impacto de 5G, estamos hablando del fruto de las nuevas tecnologías en lo que refiere a la creación de empleo y del crecimiento económico local”, sostuvo Otero y valoró importante que haya una “concientización de que estos productos y estos servicios, si no van acompañados con una masificación, estamos creando y diversificando que la brecha digital existente”.

En su mirada, 5G encierra un cambio paradigmático y cultural que sucede y que impacta en todos los órdenes de la vida moderna (la academia, las ciencias, la medicina, las relaciones interpersonales) y que “no va a parar, sino que va a seguir evolucionando”: “Con 5G, lo que estamos haciendo es traer una plataforma que nos da la oportunidad de expandir el aire y acelerar el crecimiento de tecnologías como la inteligencia artificial, la computación en la nube, la robótica, el blockchain, la Internet de las Cosas, y hasta de vehículos autónomos” dijo y lamentó que “estamos todavía muy lejos de eso”.

“Puerto Rico está listo, tiene tecnología 5G lanzada por toda la Isla, ya está disponible para impulsar la digitalización y tomar ventaja de ello”, subrayó Carlos Bosch, Head of Technology North America, de GSMA e instó a “crear las herramientas para que en las universidades puedan trabajar con todo el ecosistema digital y que se beneficien de ello de una manera técnica y económica”.

La mirada de Bosch también tiene el valor agregado de ser puertorriqueño y “tecnólogo”, aspectos que en el marco de este Foro le dieron la suficiente autoridad como para afirmar que “en 5G, los operadores van a poder darle a los usuarios una conectividad rápida y móvil que permitirá cambiar cómo interactuamos hoy; permitirá ingresar a una era de red de sensores de IoT y a una baja latencia que permitirá dar servicios a cosas que son críticas” dijo y aseveró que “con los G que teníamos antes, no podíamos alcanzar la modularización que hoy conseguimos”.

Una habilidad que Bosch valoró de 5G en Puerto Rico, por ejemplo, está dada por la respuesta que esta tecnología ofrece ante un escenario de emergencia por desastre natural, mediante sus posibilidades de virtualización y segmentación. “Pero todo esto requiere un cambio en las formas de cómo pensamos la colaboración público-privada” porque todos se benefician de las redes; y detalló el funcionamiento conceptual del modelo de ciudades inteligentes.

Alejandro Prince, docente y consultor argentino, propuso que la tecnología forme parte de un programa mayor, de una agenda digital, aunque esto también producirá una “oleada de regulación”, alertó en el marco de este evento en relación a las urgencias normativas que la Inteligencia Artificial (IA), los automatismos y los datos comienzan a plantear, e instó a pensar de forma conjunta sobre cómo afrontar este desafío. ¿Cuándo? Ya. ¿De forma progresiva o disruptiva? “La tecnología puede ayudar a la región pero debemos conducirlo, le debemos dar el sentido”, explicó en una ponencia que invitó a la reflexión filosófica sobre este momento bisagra de escala global.

“Mi único pedido es que nos olvidemos de la ciudad inteligente y que hablemos del Puerto Rico inteligente”, propuso Otero a modo de un claro resumen.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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