“Las empresas que ofrecen tecnologías como la mía, terminan siendo compradas por las telcos”

Alejandro Cordero es el CEO de Innova Space, la start-up argentina que hace dos años lanzó un picosatélite que había sido construido junto al alumnado de una escuela técnica de la ciudad costera de la provincia de Buenos Aires que los vio nacer, Mar del Plata. Mientras avanzan con los lanzamientos y en el desarrollo de su propuesta de cara a comenzar a comercializar servicios, reconocen el rol fundamental que las inyecciones de fomento estatales, como son los Aportes No Reembolsables (ANR), desempeñan para su subsistencia y éxito; aunque también advierte que el escenario es tan incierto que en cuatro meses podrían desaparecer. Mientras, y sin dejarse atemorizar por las coyunturas, apuesta por profundizar sus vínculos con las telcos: el CEO de América Móvil habría manifestado su interés en ellos, al igual que un operador móvil de India.

¿Se puede resumir la labor que desarrollaron en estos dos años en una sola respuesta? ¿En qué proyecto están trabajando?

Vamos detrás de nuestros hitos, tratando de avanzar con los lanzamientos, porque nuestra capacidad de hacer se mide así: entre lo lanzado y lo no lanzado; pero también porque es nuestra forma de seguir probando todo lo que desarrollamos acá, en la tierra. En 2021 realizamos el primer lanzamiento, en 2022 otros dos, y en 2023 dos más: ya van cinco. Dentro de un mes, lanzaremos otro y estamos cerrando un lanzamiento más o, mejor dicho, un lanzamiento doble para junio del año que viene, pero seguimos en la etapa de demostración porque tenemos que seguir avanzando, pero no mucho más.

¿Cuándo prevén que pasarán a la comercialización?

Creo que con los últimos dos lanzamientos que te nombré, de junio de 2024, serán los que marquen el quiebre para poder empezar con la etapa comercial y es por ello que estamos concentrados en tratar de buscar funding, porque obviamente se necesita pagar licencias. El tema no es solamente tener operacionales a estos satélites sino pagar lo que corresponde, porque sino no vamos a poder hacer negocios, Entonces, sí o sí, necesitamos ese funding para apoyar la comercialización de las bandas, que nos va a permitir empezar a vender.

¿Dónde están buscando esos financiamientos?

Estamos tratando de hacer estrategias con algunos partners de sensores para la agricultura, de la Argentina, de Latinoamérica y de India para poder comenzar a comercializar. Si bien recibimos los fondos de donde sean, buscamos que sean estratégicos. Y como los fondos no están en la Argentina, generalmente, estamos tratando de ir afuera a buscar dólares que rindan más, lamentablemente, porque tenemos la mayoría del equipo aquí en el país.

 Volviendo a los lanzamientos, ¿siguen con el foco puesto en los picosatelites?

Tenemos dos generaciones de satélites, la primera que se llama PocketQube y que el primer lanzamiento se llamó San Martín. Pero esa plataforma no nos permitía avanzar o escalar y también era un poco más caro de lanzar; por lo tanto, desistimos de esa plataforma, usamos su ingeniería e hicimos esta nueva plataforma, que será la definitiva… va a ser por ahí. Pero recibimos un lanzamiento de regalo de la plataforma anterior y, de alguna manera, volvimos para atrás para poder aprovecharlo porque no podíamos desperdiciarlo.

A la constelación la habían llamado “Libertadores de América” y al primer satélite San Martín, ¿ya saben cómo nombrarán a los próximos lanzamientos?

En principio, tratamos de conservar la constelación y la idea es ponerle de nombre Libertadores. Pero también fueron sufriendo mutaciones, porque a veces los nombres tienen que ver con algún acontecimiento en particular (N.de R: como fue el caso del segundo picosatélite lanzado que, en enero de 2023, fue bautizado Dibu Martínez en claro homenaje al desempeño del arquero de la selección argentina de fútbol, semanas después de haber logrado la copa del mundo). Pero tratamos de conservar la constelación y la idea es llamarlo Libertadores.

Y la verdad es que, en este último caso, si era igual que el primero lanzado, el nombre también tenía que tener que ver con San Martín, y le pusimos Sargento Cabral (N. de R.: en homenaje al valiente sargento que integró el Regimiento de Granaderos a Caballo, organizado por San Martín en las batallas por la independencia del país). Esta misión va a salir el 29 de noviembre, seguramente, aunque va a depender de SpaceX.

¿SpaceX les regaló el lanzamiento?

No, un broker amigo, porque los lanzamientos, generalmente no son directos con SpaceX. Ellos venden grandes volúmenes de peso que los brokers compran en pequeños volúmenes y, luego, los revenden. Fue el broker con que lanzamos el primero y nos dijo que había una oportunidad, un lanzamiento gratis.

¿Y esta nueva generación de satélites también son picosatélites?

Sí, porque pesan menos de kilo, pero no sabemos qué nos deparará el futuro. Yo no quiero hacer satélites por su tamaño, sino por sus características, así que si tengo que crecer en tamaño y peso, lo haremos. El tema es que muchas veces no lo hacemos porque cuesta más lanzarlo, pero cuando tengamos el funding vamos a poder dejar de pensar en las dimensiones y enfocarnos en las características principales del satélite.

Obviamente, mientras más chico sea, menos cantidad de usuarios finales podrán conectarse, porque tiene que ver con su consumo de energía. Entonces, si yo hago satélite más grandes, más cantidad de usuarios finales voy a poder conectar. ¿Qué me impide hoy hacer esto? El dinero, porque lanzar un satélite más grande es más caro; no tanto hacerlo, porque nosotros bajamos mucho los costos. Pero bueno, con el fondeo seguramente podrán crecer en tamaño, en peso y dejarán de ser pico satélites pero seguirán siendo satélites que hagan lo que nosotros queremos.

¿Y a estos lanzamientos de prueba, que uso les están dando?

El trabajo que hacemos hasta ahora es de avance y de validación de la tecnología pero sin lucro, con la comunidad de especialistas, abierto al público y a las universidades, de Argentina, de Japón, de Taiwán, de España. Ellos están bajando los datos y a nosotros nos sirve para validar cuestiones técnicas para avanzar en nuevos desarrollos. Y, por ahora es sólo uso de IoT.

Por ahora…

Sí, porque uno no sabe cómo va a terminar todo. Hoy, su esencia es para uso de IoT para las industrias de agricultura, minería y petróleo. Y defensa, porque es un nicho muy importante…el mundo se mueve por guerras, por energía y por hambre.

¿Hay lineamientos de trabajo junto al Estado argentino?

El Estado argentino trabaja soportando, por ejemplo, a través de los ANR. La verdad es que somos afortunados porque realmente los hemos recibido y seguimos recibiendo; pero no hay otros lineamientos. Obviamente, nos encantaría que nuestros servicios sean parte de alguna aplicación que tenga el Estado, de hoy o de mañana, a través de sus empresas como YPF o del gasoducto Néstor Kirchner. Hay muchas aplicaciones que podemos dar servicio y que pueden ser de uso de la Argentina. Asi que no lo descartamos, pero hay que seguir trabajando.

¿Cómo ven el mercado local y regional en términos de competencia?

No hay tanta. Hay más de 14 billones de dispositivos conectados y, la verdad es que solamente hay 10 jugadores globales, de los cuales solo dos están haciendo uso de la tecnología, que son los más caros. No hay competencia. Por suerte para nosotros en el corto plazo, y tampoco la habrá porque, como hay tanto que conectar, nadie dará abasto. Nosotros podíamos abarcar el 0,2 por ciento como máximo, al igual que otros; así que imagínate cuánto queda libre.

Además, es un sector que no piensa en competencia sino en sinergia. Tengo contacto con todos los CEO de las compañías que son competencia y hablamos todo el tiempo para ver cómo nuestras comunicaciones se vuelven globales, se vuelven roaming. O sea,  que la idea es que ellos necesiten y usen mi satélites, y lo mismo yo. La verdad es que, para nosotros, el futuro es colaborativo.Tampoco hay tantas start ups satelitales, somos dos, tres o cuatro en toda Latinoamérica. Es un sector privilegiado y es fácil mostrarnos.

La Argentina está invirtiendo mucho en esto porque está apostando, está poniendo su granito de arena. Hace una semana nos aprobaron un ANR de la agencia de I+D+I, que depende del Ministerio de Ciencia e Innovación, junto con LIA Aerospace. El Estado está apuntalando a un sector que, no es que estaba olvidado, sino que era incipiente, que está creciendo y que necesita ayuda. Al igual que el impulso que se le está dando a biotech, porque en Argentina somos productores de alimentos, pero también se sabe que la industria aeroespacial dará soberanía a cualquier país del mundo, y el que no lo haga perecerá. Y la Argentina está empezando a invertir en los últimos años y ya (casi) nadie discute que la economía del conocimiento, del espacio y que las tecnologías, sean el futuro para cualquier país que se quiera desarrollar.

¿Y los vínculos con las telcos, hay algún tipo de iniciativas con este sector?

Es una buena pregunta porque mi tecnología es la que finalmente termina siendo comprada por una telco o por las oficinas de defensa de un país, no hay mucha vuelta. Y ya tuvimos acercamientos. Uno con Carlos Slim, que se mostró interesado en nuestra tecnología y que era complementaria a lo que él estaba pensando. Fue hace un año y medio, casi dos, y nos pidió que, a medida que avancemos, le enviemos reportes para ver cómo podíamos unirnos. No hay mucha vuelta y la idea es que sea un ecosistema híbrido de comunicaciones, donde los satélites van a brindar comunicación a donde no lleguen las terrestres, como está empezando a pasar con 5G. Es incipiente pero no lejano. Igual, las constelaciones son separadas, en cuanto a la comunicación de las personas y de los objetos.

Además, hoy estamos trabajando en la alianza con una empresa india, que es móvil pero no sólo eso, es dueña del chip, del 4G, del 5G, de los sensores, del campo, de todo. Y me dijeron que no quieren ser dueños de cada una de esas empresas que valen 100 millones de dólares o 500, sino ser dueños de una corporación que valga más de 10 billones de dólares y, para ello, tienen que estar en todas las empresas del ecosistema, como Innova Space.  Entonces, creo que para mí también el futuro es el monopolio.

La labor que hacen ustedes en términos de divulgación y acercamiento del estudiantado de las secundarias es muy interesante. ¿Siguen desarrollando esas acciones y cómo ve la política educativa en la materia?

Hoy estoy desbordado por la compañía y tratando de dar todo para que subsista. En serio, creo que estamos en ese paso, porque la Argentina está en un quiebre y no somos ajeno a eso. Es posible que Innova Space no exista más en cuatro meses, pero hoy estoy tratando que todo eso no pase. Y, mientras tanto, no puedo olvidar que yo soy docente, así que trato de ir a las escuelas a dar charlas, a traerlas y mostrarles lo que hacemos. Además, tenemos practicantes de las escuelas técnicas de Mar del Plata y eso está muy bueno. Obviamente, me encantaría desarrollar un satélite educativo donde los chicos puedan ponerle cosas.

Por ejemplo, el Ministerio de Tecnología con la Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) hacen una competencia para desarrollar un satélite y lo lanzan a un kilómetro. Sin desmerecerlo, me gustaría volver realidad a esto y que los chicos pudieran poner su carga útil, su programación, o seguir avanzando en el desarrollo de la tecnología. Me gustaría que pudieran ser parte de algo de lo que no cualquier humano logra, que es lanzar un objeto al espacio, porque concretarlo es un hito muy importante a nivel de vida.

¿Por dónde cree que avanza la innovación técnica?

En Argentina somos un país innovador, desde el vamos… sino ya estaríamos muertos como sociedad. Los cambios, las diferentes variables económicas que tiene nuestro país, todas las dificultades que enfrentamos hace que seamos personas totalmente creativas, disruptivas y reuntamos todos los skills que tiene que tener un innovador. Eso está latente y, aunque no todo el mundo puede ser innovador, al que lo es le va muy bien. Eso no significa ser millonario sino lograr el objetivo que tiene para sí.

 

Nota al pe: Tras concretarse esta entrevista, Innova Space supo que la Embajada británica en Argentina acaba de anunciar que era una de los start ups finalistas del Accelerate UK 2023, programa que busca acelerar el proceso de internacionalización de pymes tecnológicas.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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