La de los semiconductores es una producción en la que coinciden dos características: la urgencia y la necesidad. Ambas, marcan la tendencia de las preocupaciones globales, pero también de la región. A la reciente confirmación de Brasil, de retomar su tradición productiva al respecto, con inversiones y apoyos estratégicos; y a la ya conocida apuesta de México, República Dominicana también se enlista en ese camino.
Tal como lo reflejó la prensa local, como es el caso de El Carbibe, altos funcionarios de los gobiernos de República Dominicana y Estados Unidos, y también de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) se reunieron para debatir acerca de las iniciativas que se desarrollarán para atraer inversiones en torno a la industria de semiconductores.
Según trascendió, el encuentro sirvió, además, para identificar los retos y desafíos que Dominicana tiene al momento de avanzar en este objetivo, entre los que se destacó la necesidad de invertir en la capacitación y en el desarrollo de una estrategia que propicie una manufactura enfocada en la industria de semiconductores; al tiempo que el nearshoring se impuso como una de las virtudes locales al momento de pensar una sinergia con Usaid.
Ya en enero, el informe de factibilidad titulado “Evaluación del potencial de la República Dominicana para competir en las cadenas de valor globales de semiconductores y PCB”, realizado por La Fundación de Tecnología de la Información e Innovación (ITIF), concluía con un escenario posible.
Entre las principales conclusiones, aquel documento valoraba que República Dominicana se erige como una las economías de más rápido crecimiento del mundo, con cualidades diferenciales para atraer inversiones vinculadas al nearshoring para la manufactura avanzada y, en especial, para elaborar dispositivos electrónicos, como el relacionado a las placas de circuitos impresos (PCB) y el ensamblaje, prueba y empaque (assembly, testing and packaging, ATP) de semiconductores.
Además, destaca condiciones especiales, como 87 zonas francas en el país con eximiciones impositivas, sobre todo para la producción y exportación de aparatos electrónicos y dispositivos médicos donde ya están radicadas 25 empresas; el programa local conocido como “burocracia cero” por el que se apuesta a garantizar eficiencia operativo-regulatoria que simplificó 315 procedimientos públicos, y la vigencia del plan de capacitación laboral que realiza el Instituto Nacional de Formación Técnico Profesional (Infotep) y que podría respaldar la
fabricación avanzada de electrónica.
Aquel informe de factibilidad -disponible aquí– se inscribe en un escenario en el que la transformación digital, la innovación, el achicamiento de la brecha digital y la creación de capacidades digitales poblacionales son parte de la agenda de gestión en el país. Inclusive, y ante un inminente proceso electoral en marcha, la administración de gobierno vigente decidió prorrogar su segunda subasta de espectro para IMT, con el objetivo de no afectar el proceso.
En la última Charla de Café, ciclo que TeleSemana.com realiza por tercer año consecutivo para debatir temas urgentes del sector, Julissa Cruz Abreu, directora ejecutiva del Instituto Dominicano de Telecomunicaciones (Indotel), contó de primera mano las acciones desplegadas para crear habilidades digitales poblacionales, además de referirse a las estrategias formativas que se diseñaron para instalar al país como hub digital regional.
En ese plan, claramente, se inscribe también la apuesta de Estados Unidos y por eso esta reunión resulta valiosa. Estados Unidos tendió una fuerte estrategia en torno al desarrollo de la industria de semiconductores hace dos años, cuando sancionó una legislación para promoverla, conocida como Ley de Chips y Ciencia. Entre sus acciones, se destaca, por ejemplo, la reciente aprobación de financiamientos para la gigante taiwanesa TSMC, para Samsung, y para Intel. Un camino en el que también se enlistó Europa.
