ETSI demuestra que las redes de fibra óptica pueden lograr la cero emisión neta de carbono

La evolución tecnológica de las redes, sumado a la necesidad de arribar a estrategias de eficiencia energética tangibles que reduzcan la huella de carbono (CO2), al tiempo que permitan atender la siempre creciente demanda de consumo de datos -de clientes residenciales e industriales- hacen que los operadores de telecomunicaciones tengan varios desafíos por delante y que la fibra óptica se erija como un comodín estratégico. Así lo concluye un reciente reporte publicado por el Instituto Europeo de Normas de Telecomunicaciones (ETSI, por su sigla en inglés).

“El impacto de las redes de fibra óptica en la reducción de CO2 va más allá de la industria de las telecomunicaciones. Una conexión de fibra completa puede beneficiar a una amplia gama de industrias verticales para reducir las emisiones de CO2. Desde hogares inteligentes hasta entornos más grandes como campus ópticos inteligentes (ya sean aeropuertos, hoteles, campus universitarios, etc.), así como redes inteligentes y pisos de fábrica” dice el ETSI en la primera edición del reporte titulado “All-optical network facilitates the Carbon Shift”. Se trata de su 60° Libro Blanco, en el que repasa las claves de cómo abordar una red totalmente óptica como modo de lograr la cero emisión de gases de efecto invernadero, además de garantizar la calidad de conectividad requerida.

“No existe un mandato contradictorio entre las necesidades cambiantes de consumidores y la necesidad de que los operadores de telecomunicaciones reduzcan su huella de carbono: con la implementación de tecnología de punta, la fibra óptica pueden ayudar a lograr ambos objetivos”, dice este trabajo. Y resume sus cualidades de esta manera: “proporciona la capacidad necesaria para que las redes respondan a las necesidades emergentes (industria 4.0, teletrabajo, etc.) además de reducir las emisiones de carbono mediante el uso de tecnologías que consumen menos y duran más”.

La adopción de la fibra viene siendo objeto de valoración positiva por parte da industria, también en lo que refiere a su eficiencia energética y cualidades medioambientales. A mediados de año, fue la Alianza Global del Consejo FTTH (FCGA) la que se puso el foco en el rol que la fibra al hogar (FTTH, por su sigla en inglés) cumple al brindar servicios de Internet confiables y de alta velocidad, al tiempo que respalda las diversas estrategias y objetivos de cuidado medioambiental globales.

En este reporte, el ETSI recuerda que, a partir de la pandemia de covid-19, los hogares y las empresas de todo el mundo incorporaron consumos digitales que sólo se consolidan y que involucran un raudo crecimiento del consumo de datos. Se refiere, por ejemplo, a la adopción de herramientas de teleconferencias y de educación en línea, al consumo de vídeo de ultra alta definición 4K/8K, al uso de juegos de realidad virtual y aumentada (VR/AR), y a la gran adopción de la computación en la nube, entre otro. Por esa razón, pone el acento en el proceso global de transformación digital hacia una industria 4.0.

A ese proceso de crecimiento de consumo de datos lo dimensiona y advierte que, para diciembre de 2023 habrá 887 millones de suscriptores FTTH/B en todo el mundo y 1.200 millones de hogares FTTH/B conectados; al tiempo que asegura que FTTH promete velocidades de conexión de hasta 1000 Mb/s, de 20 a 100 veces más rápido que un módem por cable convencional o una conexión DSL. Esto como punto de partida en un proceso donde se prevén crecimientos exponenciales de requerimientos de datos y, por ende, de congestión de equipos y de consumo energético.

“Las emisiones globales de gases de efecto invernadero (GEI) han aumentado dramáticamente en las últimas tres décadas y son de gran preocupación para nuestra sociedad. Las soluciones de banda ancha alimentadas por fibra pueden ayudar a abordar estos problemas al proporcionar conexiones de alta velocidad y baja latencia con alta confiabilidad y eficiencia energética”, dice el informe entre sus 36 páginas.

En ese sentido, agrega que “se ha señalado a la industria de las telecomunicaciones como uno de los impulsores del aumento de las emisiones de carbono, pero un análisis atento demuestra que un uso inteligente de las redes de telecomunicaciones, con última generación tecnológica, permite una emisión neta de carbono que tiende a cero”.

A lo largo de su recorrido, este estudio  –disponible aquí– repasa el pacto social global en el que las naciones se comprometieron a apostar a una estrategia conjunta y cómo las industrias tienen diversos objetivos que cumplir. En ese marco, repasa la evolución tecnológica de las redes ópticas y el aporte concreto a esta carrera contra reloj.

“Adoptar las soluciones TIC en sectores y servicios esenciales como energía, transporte, comercio y construcción reduce las emisiones globales de carbono en un 15 por ciento y crea 15 millones de empleos verdes, según el Informe SMARTer 2030, publicado por Global Emissions Systems Inc (GeSI)”,. Allí se citan indicadores de la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) y su expectativa porque las redes móviles crezcan en un 54 por ciento anual. Y concluye: “Equilibrar el crecimiento de los servicios y los esfuerzos de reducción de las emisiones de carbono se ha convertido en una tarea difícil pero vital”.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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