Mucho smartphone más lindo y con cámaras más potentes. Pero el mercado de dispositivos en 2023 se movió entre las luces y las sombras, o entre las sombras y las luces, según de qué región se trate. La recuperación experimentada en la segunda mitad del año no parece que termine compensando la caída que vino mostrando el mercado de smartphones en América latina en los primeros seis meses. Aunque el tema de la asequibilidad de dispositivos como uno de los modos de reducir la brecha digital estuvo en la agenda del sector, fueron los usuarios quienes terminaron de imponer el ritmo de este segmento al extender lo que más puedan el tiempo de vida útil de sus smartphones.
Se trata de un fenómeno mundial que se replica en América latina. En el tercer trimestre del año, las marcas de teléfonos móviles celebraron el crecimiento del 11 por ciento respecto del mismo período del año anterior, según los datos de Counterpoint Research. Fue un modo de quebrar una racha de cuatro trimestres consecutivos de caídas. Aunque los números del cuarto trimestre aún no están listos, la perspectiva es también de crecimiento. Pero no alcanzará a compensar la fuerte contracción experimentada en la región en el primer semestre del 2023.
Lo ocurrido a nivel latinoamericana no fue muy diferente a lo que sucedió el mundo. En el tercer trimestre de 2023 las ventas mundiales de smartphones cayeron al nivel más bajo registrado en la última década.
Lejos quedaron aquellos tiempos en que el recambio del móvil se producía cada 12 a 18 meses en el caso de los mercados desarrollados, y de 18 a 24 meses cuando se trataba de los emergentes. Esa tendencia se frenó en 2017 y no se volvió atrás. La falta de innovaciones fuertes en los dispositivos fueron un elemento para extender el tiempo de vida útil de los dispositivos. Luego, la pandemia parece haberle revelado a los usuarios que no era necesario apurarse tanto. La crisis agregó otro condimento.
La cuestión aspiracional por el modelo top continúa, por supuesto. El márketing de las marcas hace gala de ello aunque, luego, la cantidad de unidades disponibles de los modelos más premium sea mínima en el total de los volúmenes de fabricación. La crisis, sumado a que los celulares 5G —que hoy suponen más de la mitad de la producción del total de dispositivos— todavía son caros para las grandes porciones de población no alientan las ventas. Y esta situación se mantuvo a lo largo de 2023, más allá del cambio de tendencia observado en América latina.
Tal como lo expresó el analista Enrique Carrier, “los nuevos modelos que siguen lanzándose ofrecen mejoras incrementales, pero no cambios sustanciales que hagan que los usuarios se sientan obligados a actualizar”. En su mirada, “esta situación no da indicios de cambiar con la llegada de 5G que, aunque aporta mayor velocidad a la transferencia de datos y menor latencia, no habilita (al menos por el momento) nuevas funcionalidades para el usuario”.
La recuperación de los despachos de smartphones del segundo semestre en América latina mejoró la expectativa, pero tal como se dijo anteriormente, no será suficiente para compensar los retrocesos anteriores. Ni siquiera las perspectivas que se abrieron en relación a las fiestas de fin de año, un buen momento para cambiar de teléfono.
Así lo señaló Tina Lu, analista principal de Counterpoint Research quien apuntó que “la mayoría de las marcas más vendidas experimentaron un aumento en el volumen en el tercer trimestre de 2023. Este crecimiento fue impulsado porque los OEMs comenzaron sus envíos temprano para la temporada navideña, que comienza en noviembre para la mayoría de los países de la región. Algunos fabricantes de equipos originales también han cambiado su estrategia para aumentar la disponibilidad de modelos de gama de precios básicos, sacrificando valor por volumen. Brasil, México y algunos países centroamericanos estaban impulsando el crecimiento de la región. La manufactura local de Brasil continuó disminuyendo. Sin embargo, el mercado gris logró llenar este vacío e incluso ampliar el mercado”.
Andrés Silva, analista de la misma consultora, agregó: “Las ventas directas de teléfonos inteligentes aún no se han recuperado. La demanda de los consumidores aún es baja en la mayoría de los países de la región. Aunque el crecimiento económico de LATAM en 2023 ha sido ligeramente superior a lo previsto, la recuperación no ha impulsado a los consumidores a un ritmo más rápido de reemplazo de teléfonos inteligentes”, describió Andrés Silva, analista de la misma consultora.
Una vez que las cifras de 2023 estén consolidadas se tendrán los porcentajes correctos de caída. No hay dudas de que el cierre será negativo pese al cambio de tendencia registrado en América latina. ¿Qué pasará en 2024? Es difícil predecir. Habrá un movimiento creciente en torno a los smartphones 5G habida cuenta de las licitaciones concluidas y las nuevas convocatorias en marcha. Pero la recuperación del sector parece que, en la actualidad, dependerá más de cuestiones macroeconómicas que de la dinámica de la propia industria.
