La operadora de Infraestructura Móvil Rural (OIMR) de Perú Internet para todos (IPT), cerró un 2023 con resultados positivos, que prevé duplicar en 2024. ¿Por ejemplo? La posibilidad de contar con mayor cantidad de radiobases y, así, alcanzar a porciones de población más amplias que permiten seguir avanzando en la reducción de la brecha digital.
En diálogo con TeleSemana.com, Alessandro Defilippi, Chief Technology and Information Officer, y Cesar Huaman, Commercial Director, repasaron hitos de este proyecto como la activación de más de 220 estaciones base 4G y una cobertura que supera los 3,5 millones de peruanos, además del incremento de un 25 por ciento del tráfico y de hasta el 70 por ciento en los servicios VoLTE de algunos operadores, alza que en algunos casos puede llegar a representar entre 63 por ciento al 70 por ciento del tráfico total de voz.
“Muy al margen del tema anual, el objetivo original del IPT, al crearse, fue cubrir a seis millones de personas desconectadas de Perú, y hoy estamos en aproximadamente en 3,5 millones de personas con presencia 4G” evaluó Defilippi quien hizo una salvedad de definiciones por cuestiones regulatorias, vinculadas a las nociones de presencia y de cobertura, y a los niveles de potencia y de accesibilidad a un servicio de calidad.
Los conceptos relativos a la diferencia entre presencia y cobertura ameritaron debates regulatorios en Perú, que se tradujeron en la derogación del reglamento de cobertura en noviembre pasado y cuya nueva letra entrará en vigencia en febrero, aunque aún restan algunas precisiones. “Tenemos que ver qué es lo que dice el operador”, alertó Defilippi pero recordó que cuando hablan de presencia esto involucra que la prestación está disponible para el uso del usuario.
“Si el operador dice este sitio, esta localidad ya está declarada con cobertura, inmediatamente le cae todo un peso regulatorio detrás, con normativas de calidad, supervisiones, un montón de cosas que, probablemente, en zonas rurales es difícil de cumplir. Por ejemplo, porque hay caídas continuas de energía. Entonces, no necesariamente los KPIs que exige la regulación se van a poder cumplir en zonas rurales”, explicó Huaman. Razonó que por ello los operadores alegan tener presencia y no cobertura, en esos términos, para no estar expuestos a ese peso regulatorio pero sí avanzar con los despliegues.
“Y por eso, incluso, tenemos unos temas de gaps a nivel de la información oficial, porque el Osiptel (N.de R.: órgano regulador local) no puede decir que hay tantos centros poblados cubiertos declarados con cobertura porque los operadores no lo hicieron (en esos términos), sobre todo en zonas rurales” dijo Huaman. Estimó que en el 90 por ciento de las zonas rurales no están declarados y, con el objetivo de salvar esa diferencia, se buscó actualizar la normativa, “para tratar de flexibilizar un poquito y animar a que los operadores declaren la cobertura y que esta cobertura sea similar a la presencia, sin tener ese peso regulatorio”.
La apuesta es que los 3,5 millones de usuarios, que habitan 8.000 centros poblados, tengan un servicio de calidad 4G.
Pero hay más sobre los indicadores a diciembre de 2023: fueron habilitadas más de 220 estaciones nuevas 4G, con las que superaron las 2.300 estaciones base 4G en todo el país; sumado a un grupo grande de 2G, que planean migrar a 4G, y otro “pequeñito” que está en 3G.
“Nuestra operación es fundamentalmente rural; somos la operadora rural y periurbana del país y la más grande que existe en Perú, con una huella importantísima”, caracterizó Huaman y cuantificó la apreciación en unas 3700 estaciones aproximadamente, repartidas entre las 1200 estaciones 2G y “las que hemos puesto en valor mediante el modelo de network as a service, una manera de gestionar las antenas y de llevar cobertura de Internet móvil de una manera muy barata, a la medida para zonas rurales, que son poblaciones muy pequeñitas y muy complejas de atender porque son muy aisladas”
“Hemos tenido que hacer un modelo de muy bajo costo, que sea autosostenible y compartido, es decir, que toda esta sinergia que podamos generar se pueda trasladar a los operadores”, explicó Huaman y precisó que “no solamente bajamos el costo de llegar a un sitio, sino que ese costo -que es más barato- se distribuye entre los operadores que deciden albergar nuestros servicios; y con esa sinergia logramos tener a tres de los cuatro operadores que existen en el Perú montados en nuestra red”.
Hoy, IPT opera con Claro y Entel, además de Telefónica que le dio vida, al tiempo que prevén tener un acercamiento a Bitel, que asumió obligaciones “muy grandes para desplegar 4G, principalmente en zonas rurales en el corto plazo, y ahí también hay una oportunidad”, dijo Huaman a TeleSemana.com.
Hace apenas dos años, Perú sobresalía en la región por tener el triste indicador de desconectados en alrededor de un tercio de su población y las últimas revelaciones oficiales demostraron que la brecha comenzaba a cerrarse, paulatinamente. Sin embargo, resta mucho por hacer.
Para Defilippi, “hay que separar lo que es acceso a Internet móvil y fijo, porque son muy distintas. Cuando vemos el fijo, todavía es un servicio que tiene un gap muy grande y ronda alrededor del 40 por ciento; y cuando hablamos de móvil, ese gap entre conectados y desconectados se reduce. La última estadística que tenemos en Perú muestra que la penetración de acceso móvil en Perú está por el 60 o 70 por ciento y nosotros contribuimos a ese indicador, porque el servicio que damos es 4G”.
La post pandemia fue, para estos ejecutivos, un momento clave porque los sondeos oficiales reflejaron el aporte que IPT hizo en materia de acceso móvil rural, “básicamente, porque nosotros somos lo que desplegamos para los operadores en zona rural”.
A todo ese esfuerzo lo encaminaron de la mano de sus grandes socios, Telefónica y Meta, pero también dos bancos de desarrollo que les signaron el objetivo de que el achicamiento de la brecha digital fuera con inclusión y para un uso productivo.
La apuesta se basa en la alfabetización digital y en el desarrollo de habilidades digitales a través del programa Juntos Conectamos y cuyo enfoque varía según sea la zona en la que se implementa, como puede ser el llegar con programas de inclusión financiera o con capacitaciones para desarrollar páginas web que sirvan como marketplace desde el que comercializar productos.
“Con estos programas de educación y apoyo, no solamente nos preocupamos del fierro y de la conectividad, por decirlo de una manera, sino que queremos darle ese uso productivo, el habilitador digital” explicó Huaman y explicó algunas de las dificultades. Por ejemplo, que un centro poblado tenga menos de 600 personas no permite que el sitio sea autosostenible en términos de negocio, o si no tienen energía eléctrica los paneles solares con los que se suple esa necesidad sufren de una alta tasa de vandalismo y un alto costo de reposición, porque ante estas situaciones siempre surge la necesidad de paliar otras urgencias, como enchufar una heladera hogareña.
En este escenario, la sostenibilidad se complejizó porque la iniciativa contaba con el respaldo de las redes de transporte terrestres para poder explotar el tráfico y mantener el crecimiento de la iniciativa. Sin embargo, comenzaron a establecer otras alternativas.
Un ejemplo fue el vínculo con Starlink, que a mediados de 2023 pudieron probar y empezar el proceso de homologación “porque Starlink es un servicio de Internet y nosotros lo necesitamos como método de transporte, y ahí hay una diferencia natural en el servicio. Estuvimos trabajando bastante para poder hacer esta homologación, que pensamos que sería más sencilla pero que fuimos resolviendo, y que finalmente lo logramos”, reveló Defilippi sobre una apuesta que busca vincular las estaciones base remotas con el core IP de IPT, para poder conectarse con los operadores.
Hace cinco meses, Telefonica Global Solutions (TGS) selló un acuerdo con Starlink para revender sus soluciones de banda ancha satelital en la región; y de esta iniciativa, IPT ya instaló más de 50 estaciones sólo en diciembre de 2023, algo que estos ejecutivos valoraron como un hito, “porque una instalación satelital demoraba muchísimo más que la terrestre, mientras que con Starlink se ha convertido en un servicio satelital casi plug and play y nos ha ayudado muchísimo a mejorar los tiempos de instalación en campo”.
Los laureles también van al servicio: “Hay una diferencia radical: las velocidades de navegación de los usuarios se duplican y se llegan a triplicar; y podemos tener más usuarios en la zona. Los servicios de voz también mejoran. Entonces, la verdad que es un cambio gigante y que tiene un costo mucho menor al servicio regular”, calificó Defilippi.
Para Huaman, se trata de un “elemento realmente innovador y me animaría a decir que somos pioneras, que estamos entre las primeras operadoras en el mundo donde una estación móvil se conecta, con más de más de una compañía operando y conectada con servicios externos. Esa es la gran diferencia que logramos y creo que va a cambiar las comunicaciones en el entorno rural, principalmente va a permitir un time to market mucho pero mucho más rápido que, además, ha roto las barreras de costos”.
“Y no nos quedaremos sólo en los 50 o 60 puntos. Hemos hecho una compra de 100 equipos que deberían estar llegando entre febrero y marzo para seguir instalando. Y es altamente probable que dupliquemos esa cantidad, aunque aún no lo tenemos en el presupuesto pero las prestaciones han sido tan buenas que creo que nos va a ayudar mucho. Tenemos un proyecto ahí también detrás de esto, que es el de canon, que lo estamos revisando y puede ser satelital. Tal vez, lleguemos a unos 200 sitios este año”, añadió.
La apuesta no sólo involucra a Starlink, que ya está operativa, pues el foco está puesto en los beneficios de apuntalarse en tecnologías satelitales de baja órbita (LEO). One Web está efectuando trámites de homologación ante el Ministerio de Transporte y Comunicaciones de Perú y la intención de IPT, según dicen estos ejecutivos, es probarla también. “No queremos ir a una marca, sino a tecnología”, precisaron.
Ellos hablaron de presupuesto y es fácil recordar que en noviembre, Meta y Telefónica anunciaron una inversión por 20 millones de dólares para 2024, para IPT. “Es el monto de inversión que tenemos y que dedicaremos a la construcción de torres, la compra equipamiento RAM, despliegue de red, mejora de la calidad de los servicios, ampliación de capacidades, mejora en los sistemas y plataformas, automatizaciones, reforzamiento. Bueno, operativo a nivel de equipamiento, porque bueno, los 20 son de inversión”, detalló Defilippi y adelantó que en estas semanas están definiendo el detalle de los desembolsos.
“Eso es inversión de CAPEX puro”, agregó Huaman y explicó que a ese monto se suman otros recursos provenientes de sus ingresos, que en 2024 superaron los 200 millones de soles, (NdeR. Unos 53.7 millones de dólares).
“A nivel de despliegue, hemos cerrado con 223 nuevos sitios desplegados, dentro de los cuales 102 sitios vienen del proyecto canon, que este año tendrá un ratio similar. Es un modelo donde ganamos todos, porque el Estado, en vez de recaudar, decide qué parte de la tasa de canon de los operadores, del impuesto, sea sustituido por prueba de cobertura móvil y nosotros tenemos más del 50 por ciento, creo que el 60 por ciento del canon del mercado, porque le hacemos todo el canon a Telefónica, todo el canon a Entel y esperamos que este año podamos hacerle algo a Claro y a Bitel. Entonces, la salud financiera y la posibilidad de crecer está bastante clara”.
Esta apuesta se da, para estos ejecutivos de IPT, en un entorno “muy competitivo y complejo”, con “precios agresivos” y donde “los operadores están sufriendo mucho, hace bastante tiempo. Sin embargo, por el lado de invertir, hemos podido dar una propuesta de valor bastante razonable para que decidan estar con nosotros”, concluyó Huaman.
