Hipercompetencia en el espacio: la industria satelital generará ingresos globales por US$ 738 millones en 2031

La industria satelital enfrenta un momento histórico, signado por el cambio de paradigma de lo que se supuso la carrera espacial tradicional, enfocado en el hardware y virado hacia el software, e impulsado por el fuerte crecimiento de la oferta y la demanda, la innovación, la colaboración y la competencia.

Este escenario fue abordado por el white paper “Satélites de software primero: Palanca de crecimiento esencial para el espacio. Beneficios y compensaciones de un enfoque centrado en el software en la industria espacial”, realizado por Reorbit, en el que se repasan los cambios que experimentó esta industria en la última década.

“Tras una fase de importante diversificación, el sector espacial ahora está avanzando hacia la consolidación a medida que los actores del mercado buscan oportunidades para ampliar e impulsar su competitividad” dice y advierte que “la radiodifusión por satélite ha dado paso a un nuevo crecimiento” en relación a productos como los de conectividad de banda ancha, datos para la detección de cambios globales y casi en tiempo real, como también la logística espacial, por citar algunas de estas innovaciones disruptivas que inauguran, además, nuevos actores del ecosistema.

A la hora de analizar los ingresos del sector espacial mundial, el trabajo advierte que se pasó de los 285.000 millones de dólares en 2016 a los 425.000 millones en 2022, con un crecimiento anual superior de siete por ciento, y que estima se eyectará hasta los 738 millones de dólares en 2031.

De este abordaje, también resulta que la dinámica del negocio es impulsada por las aplicaciones, al representar el 90 por ciento del sector, sobre todo las desarrolladas para la comunicación y la navegación.

“En comparación, las actividades upstream, que representan el núcleo de la industria espacial desde la fabricación de los activos a sus operaciones, generan un valor más modesto y crecimiento como negocio de infraestructura”, advierte.

En los 10 años analizados, la industria satelital pasó de estar monopolizada, en buena medida, por sectores aeroespaciales y de defensa a la actual “hipercompetencia resultante de la reducción de las barreras de entrada y democratización del acceso a las tecnologías”.

“El entorno macroeconómico y geopolítico también jugó un papel importante. En este sentido, 2023 ha sido particularmente ilustrativo con 45 fusiones y adquisiciones ocurriendo a partir de 31 de septiembre (frente a las nueve realizadas en todo 2018)”, dice y advierte que “la ventana de oportunidad se redujo considerablemente para los nuevos participantes”.

En el paso de estos años, el hardware para satélite se fue consolidando y el software pasó a ser el diferencial e involucró un cambio de enfoque estratégico. “Los fabricantes de satélites han centrado sus innovaciones de I+D sobre la evolución de las cargas útiles digitales para diferenciarse y satisfacer las demandas de los operadores para una mayor flexibilidad que les permita adaptarse a los cambios del mercado”.

El documento también plantea la cuestión de la sustentabilidad espacial, cuantifica en más de 24.500 los satélites enviados al espacio en la década y advierte el crecimiento exponencial de los desechos, que generarán riesgos de colisiones en órbita, “que obligan a los operadores satelitales a emprender maniobras peligrosas para proteger sus activos en órbita”.

“Estos procedimientos todavía son difíciles de automatizar completamente e implican una toma de decisiones compleja. El despliegue masivo de constelaciones amplifica este nivel de complejidad, con la multiplicación de alertas diarias que imposibilitan la gestión”, señala.

Vale recordar que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por su sigla en inglés) ya realizó precisiones sobre la basura espacial, al punto de haber comenzado a condicionar las aprobaciones de nuevos lanzamientos respecto al manejo de las naves obsoletas; como sucedió hace un año con el Proyecto Kuiper, de Amazon.

En ese sentido, advierte que el uso de herramientas de Inteligencia Artificial y de aprendizaje automático en estos satélites definidos por software “constituirán una pieza esencial de un sofisticado marco de gestión del tráfico espacial global con aplicaciones como la prevención automatizada de colisiones y de gestión de flotas en órbita”, algo que minimizará los riesgos, posibilitará retrasar la obsolescencia de los equipos y que “contribuirá a lograr un entorno espacial más seguro”.

El informe -disponible aquí– ofrece un repaso del enfoque de la industria y de sus desafíos.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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