Brasil será el país que concentrará la mayor parte de las inversiones de América Móvil en 5G en este año. En los próximos cuatro a cinco años, la operadora invertirá unos 7.600 millones de dólares (40.000 millones de reales) en el gigante sudamericano para continuar desplegando la red de quinta generación, a razón de más de 1.500 millones de dólares al año (8.000 millones de reales al año). Esto equivale, aproximadamente, al 15 por ciento de lo que el holding mexicano de las telecomunicaciones desembolsará en toda la región.
La semana pasada, luego de haber dado a conocer los resultados correspondientes al primer trimestre de 2024, la compañía informó utilidades un 7,6 por ciento menores respecto del mismo período de 2024. No obstante, destacó el buen comportamiento de México y Brasil, y confirmó que a lo largo de este 2024 desembolsaría unos 7.100 millones de dólares en despliegue de 5G en todos su mercados. Esta cifra es una reducción en relación a los 8.300 millones de dólares que aportó, por caso, en 2023 en la región, es decir, un 20 por ciento menos.
Los mercados en los que se puede invertir sin mayores inconvenientes, además de Brasil son pocos: México, por estar obligada; Perú, porque sigue ganando participación en un país que sigue necesitando mayor conectividad; y Guatemala, en América Central por ser otro mercado en crecimiento. En Colombia ya comprometió lo que podía y se encuentra desplegando su red 5G, mientras en Chile continúa atada de manos, en Argentina las condiciones no son favorables aún, y los incentivos en Uruguay y Paraguay no son muy atractivos. Por eso Brasil aparece como prioritario aunque también faltan precisiones.
Los datos sobre las inversiones comprometidas en este país surgieron luego de la visita que el mismo Carlos Slim Helú, presidente de América Móvil, realizó al jefe de Estado de Brasil, Luis Inácio Lula da Silva, el viernes pasado, en compañía de su hijo Carlos Slim Domit, presidente del directorio del holding, y otros ejecutivos, como Daniel Hajj, director general de la compañía. En una reunión que se extendió durante una hora y media, se habló del buen momento que atraviesa la economía brasileña y se destacó la reducción de la inflación.
“Tenemos programas de inversión ambiciosos, especialmente en 5G. En los últimos cinco años hemos invertido 55.000 millones de reales (más de 10.000 millones de dólares), y en los próximos cuatro o cinco años estamos hablando de alrededor de 40.000 millones de reales (casi 7.700 millones de dólares), especialmente en redes 5G y de fibra, lo que necesita ser más amplio”, dijo el máximo ejecutivo. Un reconocimiento de una billetera más acotada.
Recordó, en este sentido, que parte de la inversión destinada hasta el momento en este país se destinó a la compra de espectro y a una tercera parte de Oi Móvil.La previsión, ahora, es desembolsar más de 1.500 millones de dólares por año (8.000 millones de reales), tal como lo informó el sitio Teletime.
La apuesta no es casual. Para América Móvil, hoy Brasil es un mercado un poco más grande que el de México, razón por la que conglomerado concentra sus esfuerzos, en un movimiento idéntico al que sigue Telefónica en la región donde Brasil es uno de sus mercados clave.
Volviendo a América Móvil, es interesante lo que dice el propio Slim sobre su apuesta por Brasil, a la que califica como agresiva, razón por la que es necesario concentrar inversiones. “La modernización de las redes requiere de inversión permanente. Pasamos del 3G, al 4G y ahora al 5G. Y en fibra pasamos del coaxial a la fibra”, repasó.
El magnate mexicano aseveró que todas las inversiones que se están realizando en Brasil son necesarias. Esto incluye tanto a la compra de espectro, como a los despliegues de antenas, de fibra y también a la adquisición de Oi. Sobre esta compañía, Slim subrayó que “es una empresa que actúa de su lado, como lo hacemos nosotros y Telefónica, y hay mercado de fibra, y no estamos pensando en adquirir ninguna empresa. El plan es invertir más, competir más y tener más clientes”, agregó. Aunque no dio precisiones sobre cómo se distribuirá ese monto: si en compra de terminales, en márketing y publicidad, en actualización o mantenimiento de redes. Es una costumbre entre las operadoras dar cifras de inversión sin discriminar los conceptos; unificar una cifra siempre suena rimbombante.
En los balances de la semana pasada, Claro Brasil aseguró tener la mayor participación de mercado en 5G, en una estrategia orientada a desplegar su propia red, y que replica con la tecnología de fibra óptica. La banda ancha fija en este país es dominio de los pequeños prestadores, responsables de conectar a más del 50 por ciento de la población con esta tecnología.
La visita de la plana mayor de América Móvil al presidente hay que observarla a partir de las perspectivas que se trazan para la economía brasileña en este año. Si bien se prevé una leve desaceleración económica, de acuerdo a un informe de Santander Brasil, la reducción de la inflación y la política monetaria podría revitalizar el crédito y el mercado de capitales. Una buena señal para los accionistas e inversores.
Estos últimos aspectos son los que el Gobierno de Brasil destacó como modo de incentivar inversiones en el país. De hecho, el Consejo Monetario Nacional fijó un objetivo de inflación del tres por ciento para este año, ancla sobre la que es posible apalancar proyectos de largo plazo.
La fibra óptica y 5G prometen tener impacto en el entramado productivo, promesa que aún no se ha podido ver cumplida. Sin embargo, Brasil viene promoviendo una agenda para que esta promesa de la industria se convierta en una realidad tangible. De ahí los esfuerzos en promover la adopción de redes privadas 5G, con información transparente y límites claros en términos de uso de espectro y alcance de esas redes, como también lo referido a mercado secundario de espectro, en amplia discusión, y una apuesta indudable por mejorar la conectividad en el ámbito educativo.
Por lo pronto, América Móvil a través de Claro Brasil quiere seguir siendo protagonista en este mercado. Y que la proporción de lo que destinará este año al despliegue de sus redes y al desarrollo de nuevos servicios continuará siendo relevante en el concierto general, aún cuando la corporación haya decidido que su billetera esté un poco más ajustada.
