Se trata de una reforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones impulsada por senadores de distintos bloques para garantizar el acceso a internet “sin restricciones y los derechos de los cibernautas como la privacidad, la libertad de expresión y la información”.
Según La Crónica, el proyecto establece que los proveedores deberán precisar expresamente a sus clientes de “toda administración del tráfico que censure, impida, desvíe, dé prioridad o retrase su velocidad, en función del origen o destino de la comunicación”.
De esta manera, además de aggiornar la Ley de Telecomunicaciones, lo que se busca es establecer cierta transparencia, para que los operadores de banda ancha informen a sus clientes sobre las prácticas, sin revelar detalles técnicos, que pudieran poner en riesgo la seguridad o la información confidencial de cada competidor.
“Se establece la libertad de oferta o del proveedor del servicio de Internet de ofrecer diversas calidades del servicio o ancho de banda y contenidos o cualquier otro valor agregado sin detrimento del entorno de competencia, para preservar la libertad a elegir de los usuarios”, afirmó Castro Trenti, presidente de la Comisión de Comunicaciones y Transportes del Senado.