La Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos (FCC, por sus siglas en inglés) modificó la definición de banda ancha. A partir de ahora, solo serán consideradas conexiones de banda ancha aquellas que superen los 25 Mbps de bajada y 3 Mbps de subida.
Con este cambio de definición, unos 55 millones de estadounidenses —que corresponden al 17 por ciento de la población— no acceden a servicios de banda ancha. La diferencia es mayor en zonas rurales, donde más de la mitad de la población accede a Internet con velocidades menores a 25 Mbps.
FCC consideró que en los Estados Unidos aún queda mucho por hacer en materia de acceso a Internet. El regulador destacó que si bien se están haciendo avances en este sentido —en parte por su programa de Acceso Universal—, los cambios no están ocurriendo con la rapidez ni la amplitud necesaria. Por este motivo, la FCC concluyó que se deberá trabajar entre el sector público y privado para expandir y robustecer la banda ancha. El cambio de definición parece ser el primer paso.