Tres y el resto parece ser la configuración correcta de un mercado móvil. Los argumentos de esta idea son sólidos desde la cantidad de ejemplos que pueden tomarse para confirmarlo: Argentina, Uruguay, Chile, Costa Rica, Ecuador y más. La propia Colombia lo demuestra con las dificultades que tienen para competir los que están fuera del podio. Perú es uno de los pocos casos de la región que escapa a la única teoría del triángulo que no tiene que ver con las matemáticas.
Claro tiene allí 12,7 millones de usuarios, algunos menos que los 13,5 millones que presentó Movistar al cierre de septiembre. Entel tiene 7,4 millones y Bitel 5,2 millones. En términos de porcentajes, el primero concentra el 34,7 por ciento, la filial de América Móvil el 32,7 por ciento, Entel el 19,1 ciento y Bitel 13,4 por ciento. El 0,1 por ciento que queda es para el MVNO Incacel.
Según el ojo de quien lo mire en Perú se puede hablar de cuatro y el resto o, con un zoom más potente, de dos dúos que pelearán por la posición. Claro y Movistar dominan, Entel y Bitel luchan por el tercer puesto que quizás posicione a una u otra como la sobreviviente de una batalla que puede advertirse. Al menos hay burbujas en los charcos, luego se podrá comprobar si sigue lloviendo.
La competencia en la que ha entrado el mercado celular de ese país generó desgaste. El desgaste tendrá consecuencias en las finanzas: la facturación decrecerá por primera vez en 18 años. Los operadores sentirán el impacto en sus números y el sector pasará de crecer a un promedio del 12 por ciento a un seis por ciento.
Los ingresos de las empresas se ubicarán en el orden de los 11.800 millones de soles (3.483,5 millones de dólares), cifra similar a la de 2016 pero casi cinco por ciento por debajo de lo informado el año pasado. Así lo estimó Carlos Huamán, director de DN Consultores en diálogo con el periódico local El Comercio.
La intensidad competitiva acerca la rentabilidad a la utopía porque hay menos ingresos pero las inversiones anuales siguen en el orden de los 1.000 millones de dólares. El contexto no ayuda a pensar en un escenario listo para nuevos actores y parece explicar, al margen de otros argumentos igual de válidos, la salida de Virgin Mobile del mercado local.
La configuración de los mercados parece estar cómodo en la cuenta hasta tres. Ni uno ni cuatro, ni dos ni cinco. Tres. Podio o, tal vez, malas noticias.