Uruguay: no es razonable necesitar diez años de discusión con Claro por DTH

En 2008 la Unidad Reguladora de Servicios de Comunicación (Ursec) dio luz verde a Claro a dar televisión satelital en Uruguay. Desde entonces hubo al menos cinco cambios que dejaron al operador a un paso de lanzar el servicio, algo que la última resolución del Tribunal Contencioso Administrativo (TCU) prohíbe de manera definitiva. Han pasado 10 años de un proceso con más daños colaterales que para el mercado de televisión en el país.

Sí. No. Sí. No. Sí. No. Ese podría ser un breve resumen de lo que sucedió en Uruguay con la autorización de la filial local de América Móvil para dar DTH. También lo pidió en algún momento Movistar, aunque con menos fuerza. Se quejaron en el medio los pequeños proveedores, bajo el argumento de que una eventual aprobación del pedido traería grave consecuencias a sus operaciones.

En el medio estuvo la discusión por la Ley local de Servicios de Comunicación Audiovisual, un mandato del también actual presidente Tabaré Vásquez y otro de José Mujica y más cambios en las telecomunicaciones del mundo de las que se pueden explicar en una nota. En el medio la imagen de Uruguay en el plano sectorial pareció bajar su resolución de la mano de largos tiempos jurídicos capaces de alterar a cualquiera.

A principios de año la Asociación Interamericana de Empresas de Telecomunicaciones (Asiet) pidió al gobierno uruguayo cumplir con las decisiones judiciales vigentes. En otras palabras, permitir a Claro dar DTH en el país considerando que “a todas luces la caducidad (de la licencia) es consecuencia de las restricciones administrativas”. En ese comunicado ya advertía que la decisión perjudicaría a los inversionistas que confiaron en el país y  la imagen internacional de Uruguay.

Sobre la última sentencia negativa del TCA, un vocero de Claro dijo a El País que “contradice a todas las que se tomó anteriormente, algunas de las cuales fueron emitidas tan solo un año atrás”. Agregó que la empresa “seguirá enfocado en el negocio de la telefonía móvil, entendiendo que nuestra presencia ha aportado al desarrollo de las telecomunicaciones en el país y que queríamos lograr lo mismo en el mercado de TV para abonados”.

El mercado de televisión paga local es liderado por el único autorizado a dar DTH, DirecTV. La empresa cuenta con el 26 por ciento de los 723.600 abonados totales. Más de un tercio de los suscriptores se concentran en Montevideo y el resto está en el interior, donde compiten decenas de proveedores pequeños. Una eventual decisión a favor de Claro hubiera podido romper algunos esquemas pero la sentencia desfavorable echa por tierra esa posibilidad.

Uruguay parece haber dado por terminado un proceso con más idas y venidas que la mayoría que se han cubierto en el sector. Ahora quizás deba afrontar las consecuencias que trae a los ojos del resto la incertidumbre que permaneció como protagonista en ésta década. Claro, por su parte, irá por pintar con su rojo un poco más del mercado móvil ante el azul concentrado de Antel en telefonía fija e Internet.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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