AT&T invirtió 350 millones de dólares en el período 2016-2018, 27 por ciento más que lo desembolsado por la compañía entre 2014 y 2016. El crecimiento responde mayormente al dinero que le significó a la compañía la temporada de huracanes de 2017 y el proyecto público-privado FirstNet, utilizado para la seguridad pública y emergencias.
Durante 2018 la empresa generó más de 600 actualizaciones de redes inalámbricas en Puerto Rico además de recuperar algunas de las afectadas por episodios naturales. En 2016, por ejemplo, las actualizaciones en infraestructura propia habían sido 900, un 33 por ciento más. Ya en ese momento la firma hablaba de que las inversiones serían clave para “abrir el camino a 5G”, una premisa que repitió en el comunicado publicado esta semana.
El huracán María cambió y hasta aceleró los planes de los operadores en Puerto Rico. El desastre generó miles de muertos, infraestructura destrozada y un daño estimado en 1.500 millones de dólares para el sector de las telecomunicaciones. Cuando se conocieron las cifras, cada empresa habló de sus planes a futuro y AT&T indicó que trabajaba en duplicar las velocidades de 4G. T-Mobile encendió su red de 600 MHz y Claro reestructuró buena parte de los sitios afectados y aceleró el paso de 4G a LTE-A.
En marzo de 2017 la compañía fue seleccionada para construir y administrar la primera red de banda ancha de seguridad pública dedicada a emergencias en Estados Unidos, proyecto denominado FirstNet. La red que abarca los 50 estados y demás territorios, surgió por recomendación del 911 para mejorar la comunicación en situaciones de emergencia. Justamente uno de los motivos expuestos para su creación fue el huracán Katrina (2005).
“Las agencias de seguridad pública suscritas a FirstNet tienen acceso 24/7 a la flota nacional de 75 equipos de redes móviles. Estos recursos pueden activarse para eventos planificados o ser solicitados en emergencias para ayudar a los respondedores a mantenerse conectados y operar de forma ágil, segura y efectiva”, indicó el operador en un comunicado. Además de los beneficios propios del programa, la empresa estimó que con su creación se generarían 10.000 puestos de trabajo.
Las comunicaciones en momentos de emergencia fue un tema muy tratado por las autoridades puertorriqueñas tras los episodios de 2015, pues hubo demoradas de varias semanas en reestablecer los servicios de telecomunicaciones en zonas afectadas. Los operadores se comprometieron a trabajar junto con las autoridades en mejorar la respuesta ante eventuales nuevos episodios. Entre las acciones al respecto se solicitó a las alcaldías que firmen una autorización a los proveedores de servicio para darles acceso a las instalaciones gubernamentales en casos críticos.
