Colombia presentará un marco de asignación de espectro y espera el 70% de los hogares con Internet para 2022

La administración de Iván Duque aprovechó el envión de la nueva ley sectorial en Colombia y publicó para comentarios su Plan TIC, con metas planteadas hacia 2022. Se propone como objetivos generales “cerrar la brecha digital en zonas rurales y urbanas, masificar la cobertura y acceso a Internet y mejorar la velocidad y la calidad de los servicios, lo que cambiará las condiciones sociales y económicas del país”, sintetizó el Ministerio de TIC en un comunicado.

A diferencia de lo expuesto en propuestas anteriores, como en el Plan Vive Digital 2010-2014 y 2014-2018, y quizás como signo de los cambios que ha atravesado la industria en el último tiempo, este documento contiene algunas metas prácticas y muchas otras conceptuales. Se reconoce, por ejemplo, a algunos programas en desarrollo como claves para lograr los desafíos que Colombia tiene en materia TIC.

En este contexto, se habla de algunos elementos clave en el ecosistema digital como la asignación de espectro. “La combinación de un espectro costoso y un período de tiempo corto (de concesión) resulta en que las empresas transmitan los sobrecostos a los usuarios para recuperar su inversión rápidamente”. En mejorar esto ya se está trabajando con, por ejemplo, la ampliación a 20 años de las concesiones que fija la nueva ley TIC.

Colombia entregó 360 MHz de espectro hasta 2013 y no volvió a asignar desde entonces. Eso lo ubica mejor que algunos países de la región, como Bolivia o Ecuador pero por debajo del promedio en Latinoamérica. Su situación mejorará con la adjudicación de espectro en distintas bandas previstas para antes de que termine el año. Adicionalmente, prepara “un plan 5G para el segundo semestre de 2019, para maximizar los potenciales de desarrollo de esta tecnología en el país”, dice el informe.

“Tras los esfuerzos de política pública de conectividad, el reto es lograr las conexiones de última milla para que el servicio llegue efectivamente a las personas”, señala en cuanto a infraestructura. También hace énfasis en distintos proyectos previstos para mejorar los niveles de conectividad en zonas rurales y de los estratos socioeconómicos más bajos, así como la implementación de Centros de Acceso Urbano, con el que se habilitarán 840 espacios de conexión gratuita a Internet en sitios públicos de municipios apartados.

“Entre 2010 y 2018 el número de suscriptores de conexiones fijas en Colombia creció 252 por ciento. Si bien los índices de penetración mejoraron, siguen siendo bajos en relación a economías desarrolladas e incluso algunas economías similares en Latinoamérica”, afirma. El país tiene una penetración de 12,8 por ciento mientras que Argentina es de 17,7 por ciento y en Francia, por ejemplo, es de 43,7 por ciento.

El porcentaje de hogares locales con conexión a Internet es de 50 por ciento a 2017 y de 52 por ciento a 2018. El objetivo es llegar a 2022 con un alcance del 70 por ciento. La penetración de Internet fijo en viviendas era de 37,5 por ciento a 2017 y la meta es llegar al 50 por ciento para cuando termine 2022. Para entonces, el 80 por ciento de las personas con más de cinco años deberían usar Internet y 32 millones de conexiones deben darse a más de 10 Mbps, contra 14,9 millones de línea base.

Actualmente 1.116 cabeceras de municipios cuentan con cobertura 4G. Esto es menos que las 1.123 previstas en el Plan Vive Digital 2. En cuanto a conexiones la idea es cerrar el cuatrienio con 27 millones de conexiones a Internet móvil 4G. La línea base es 16 millones en 2018. Para lograrlo, se trabajará en la transición desde otras tecnologías, en continuidad con la tendencia que se percibe desde 2014 y que ha permitido que en 2018 4G sea la tecnología más usada en Internet móvil.

Adicionalmente se presentan otros desafíos tales como llevar a 30.000 el número de personas con discapacidad capacitadas en TIC, incrementar la formación en competencias digitales, llevar del 11 al 90 por ciento el porcentaje de entidades de orden nacional y territorial que identifican y valorar los riesgos de seguridad digital y que 3,5 millones de personas accedan a servicios ciudadanos digitales.

Así las cosas, un pequeño listado de metas tangibles forman parte del plan de Colombia para cumplir con las nuevas demandas. Lo acompañan decenas de páginas que analizan pasado y presente para acercarse de la mejor manera a lo que depara el futuro. Con margen para que los números vengan en el documento final, por ahora las comparaciones internacionales sirven para visualizar que el país avanzó en los últimos años pero tiene pendientes, algunos de los cuales se propone saldar a 2022. Como siempre, el éxito se medirá con hechos.