Latinoamérica fue escenario de cambios políticos en los últimos años con elecciones que cambiaron oposición por oficialismo en algunos países. Estas modificaciones tuvieron, claro, incidencia en el mundo de las telecomunicaciones, pues la idea de “borrón y cuenta nueva” ganó protagonismo en algunos planes que llevaban a cabo las administraciones anteriores. En México esto ya se había visto con los cambios previstos en la Red Troncal y ahora se ve reflejado en con el programa México Conectado.
El programa México Conectado nació bajo la administración de Enrique Peña Nieto como instrumento para cumplir el derecho constitucional de acceso al servicio de Internet de banda ancha. Consiste básicamente en el acceso a Internet en sitios públicos como escuelas, clínicas y parques. El proceso para la puesta en marcha de los puntos consta de cinco pasos: análisis de activos disponibles, planeación técnica, licitación, implementación y operación, que también incluye el mantenimiento.
Fueron instalados 101.000 puntos en todo el país. Inicialmente iban a ser 250.000 y luego la meta pasó a 120.000 por problemas presupuestarios. Se trabajó en mejorar la velocidad de estos accesos, que según relevaron autoridades hace un año atendía a unos 20 millones de usuarios únicos al mes. Está es una de las últimas informaciones disponibles del proyecto, que hasta recibió algunos premios internacionales. La página oficial https://www.mexicoconectado.gob.mx/ ya no funciona.
“Muchos contratos vencen en marzo de 2019, lo que dará tiempo suficiente para que los responsables de la siguiente administración federal determinen la continuidad del programa”, indicaron hace un año quienes entonces eran parte de la Secretaria de Comunicación y Transportes (SCT). Esas palabras ganan más fuerza ahora, que Andrés Manuel López Obrador se refirió el proyecto y señaló que hay muchas cosas por ver. Algo parecido había dicho hace un tiempo en la previa a dejar en foja cero el proyecto de Red Troncal.
“El 47 por ciento de las los 101.000 sitios públicos del programa ya no tienen servicio”, develó esta semana un informe presentado por El Universal. En números son exactamente 47.399. Los estados más perjudicados por el “apagón” fueron Estado de México, con 8.177 puntos sin servicio, Nueva León, con 4.899 y Tabasco, con 4.230. En tanto, sigue vigente en 53.601 sitios entre escuelas, centros de salud y oficinas que dependen del gobierno federal, entre otros.
La explicación que dieron las autoridades actuales pone un poco más de nafta al fuego, pues básicamente indicaron que están analizando todos los contratos vigentes con empresas para la provisión del servicio, lo que a las claras pone todo el proyecto en riesgo. En algunos casos los contratos vencieron pero hay otros en los que se pretenden mantener privilegios “y ya no se puede”, dijo sobre el tema el propio López Obrador.
“Abusaban porque todo era ‘influyentismo’”, disparó el presidente en declaraciones tomadas por el mismo medio. Por eso, agregó, México, revisará los 94 contratos firmados. Entre las empresas firmantes se encuentran Iusacell, Totalplay, Teléfonos de México, Cablevisión, Axtel, Alestra y Megacable. De esa cantidad de acuerdos, 63 fueron contratos por adjudicación directa, 27 fueron a licitación pública y otros cuatro por invitación.
“Nadie se va a quedar sin comunicación”, cerró su descargo el presidente, que desde que asumió lleva adelante un plan de austeridad, que también impactó los números del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT). Sus palabras hoy no alcanzan para responder las preguntas que surgen sobre el tema y que ponen en duda la continuidad del programa México Conectado, un proyecto a largo plazo que podría perder vigencia por el impacto de los cambios de administración.
