Conectar las próximas 3.000 millones de personas es más barato que hace cinco años; pero los desafíos son todavía importantes

El objetivo fijado en 2014 todavía no se cumplió pero está cerca de hacerlo. La Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT) había previsto que para este año el 60 por ciento de la población global debería poder tener acceso a Internet. Si bien los números a finales de 2020 —que serán los que realmente cuenten— todavía no han sido cerrados, para finales de 2019 la cifra rondaba el 53,6 por ciento.

El número de personas que accede a Internet viene creciendo a un ritmo anual de dos puntos porcentuales, lo que indica que, si se mantiene la tendencia en este 2020 —y el covid-19 no tiene un impacto positivo en la inclusión digital— este año será difícil cerrar con el 60 por ciento de la población con capacidad de usar Internet.

No obstante, el mundo está mejor que hace cinco años en términos de conectividad. A finales de 2019 la UIT estimaba que 4.100 millones de personas estaban utilizando Internet, lo que supone un crecimiento del cinco por ciento comparado con 2018. La cifra es, además, casi 1.000 millones de personas más que las 3.200 millones registradas a septiembre de 2015.

¿Por qué estamos comparando la información con 2015? Porque ese año, la UIT señaló que haría falta una inversión de 450.000 millones de dólares para conectar a 1.500 millones de personas para 2020. Y si bien no tenemos información sobre cuánto fue la inversión, las cifras de conectividad indican que, al menos, no estamos tan lejos de ese objetivo.

Lo interesante es que para conectar a las próximas 3.000 millones de personas y cerrar la brecha digital —o al menos achicarla—, UIT ahora prevé que se necesitarán 428.000 millones de dólares, pero en 10 años. Es decir, casi la mitad de la inversión que se necesitaba hace cinco años. La tecnología se está abaratando y ahora es más económico —pero no mas rápido— conectar las próximas 3.000 millones de personas.

“Poder realizar la inversión necesaria para poder hacer que cada persona esté online requerirá de un esfuerzo sin precedentes entre el sector público y privado” indicó el Secretario General de la ITU, Houlin Zhao. Su frase no es menor ya que la Comisión de Banda Ancha de la UIT pone como para principal objetivo 2025 que todos los países puedan tener un Plan Nacional de Banda Ancha, estrategia de conectividad o tener a la banda ancha como parte de su definición de Servicios de Acceso Universal —lo que sea que signifique eso luego para el mercado—.

Como parte de estas metas, la Comisión también reduce el costo por cápita que debería tener la banda ancha de un cinco por ciento a un dos por ciento del ingreso promedio del país por usuario, también para 2025. Para esa fecha, además, la penetración de banda ancha debería alcanzar un 75 por ciento a nivel global, con una meta del 65 por ciento en países en vías de desarrollo y de al menos el 35 por ciento en los menos desarrollados.

A nivel global, el mundo tiene el desafío de poder brindar una conectividad para todos. La brecha de conectividad por género indica que solo el 48 por ciento de las mujeres acceden hoy a servicios de Internet, mientras que en el caso de los hombres la cifra ronda el 58 por ciento. La meta, señala la Comisión de Banda ancha, es que el 75 por ciento de las mujeres puedan usar Internet para 2025.

De acuerdo con UIT, cerca del 12 por ciento de la población sin conectividad vive en zonas remotas o rurales, donde las redes tradicionales no han logrado penetrar. Esto es particularmente importante en zonas de África y el sur de Asia, pero también en América Latina, donde la orografía ha hecho dificultoso penetrar en zonas rurales o montañosas —y por ese motivo es que América Latina tiene tantas iniciativas innovadoras para conectar en zonas de difícil acceso—.

Las metas para los próximos cinco años también se relacionan a habilidades digitales, acceso a servicios financieros y conectar pequeñas y medianas empresas. Para seguir con estos objetivos y alcanzar los próximos 3.000 millones de personas en 10 años, la inversión en dinero es 428.000 millones de dólares. Tener las políticas que permitan impulsar el desarrollo es ahora el desafío de los países. Para ello, la UIT ya publicó las nuevas guías para una regulación post covid-19.

Leticia Pautasio es periodista y Licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Quilmes (Buenos Aires, Argentina). Durante su carrera profesional se desempeñó en gráfica, radio y medios de comunicación en línea. Desde 2009 se especializa en tecnología, telecomunicaciones y negocios; cubriendo la realidad del sector en América latina. En 2013 obtuvo el diplomado "El Periodista Latinoamericano como agente y líder en el desarrollo social" del Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey (México). Contacto: [email protected]

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