Incluso desde antes que se anunciara la adquisición de DirecTV por parte de AT&T se hablaba que el operador norteamericano estaba únicamente interesado en la operación para fortalecer su negocio estadounidense. Pero el problema era que quedarse con DirecTV implicaba adquirir una división Latinoamericana, que en ese momento estaba en crecimiento, pero para la cual AT&T no parecía tener demasiados planes.
Apenas poco tiempo después que se concretara la adquisición por 49.000 millones de dólares, surgieron los rumores de venta y brotaron noticias sobre posibles compradores aunque, en realidad, no había ninguno. Casi seis años después, la venta de DirecTV vuelve a los titulares pero la información está casi en el mismo lugar.
Entre su compra en 2014 y 2020, AT&T dividió la división de Latinoamérica en Vrio, con el objetivo de hacer más fácil un posible desprendimiento de activos y conservar sus operaciones en Norteamérica. En Estados Unidos, la adquisición de DirecTV le permitió convertirse en un operador convergente y ofrecer contenidos de televisión no solo a través de DTH sino también de alternativas OTT —que el operador está replicando en toda la región—. Es que las suscripciones de DTH parecen estar cayendo a nivel mundial porque los consumidores están optando por conexiones de banda ancha para acceder a todos los contenidos.
Con el cambio de CEO de AT&T, se publicó hace algunos meses noticias sobre una nueva intención de venta de DirecTV —aunque en este caso no se explica si se trata solo de la división Latinoaméricana o también de la norteamericana—. Paralelamente, aparecen versiones que indican que en Estados Unidos lo más lógico sería una fusión entre los dos operadores de DTH, Dish y DirecTV.
Estratégicamente, DirecTV fue el primer paso para que AT&T se convierta en un proveedor no solo de telecomunicaciones sino también de entretenimiento. Aunque el verdadero paso lo dio con la posterior adquisición de TimeWarner, que le permitió una integración vertical con los contenidos.
Pero América Latina estuvo siempre fuera del mapa de AT&T —excepto en México, donde también tiene presencia móvil— y su valor también lo pone fuera del mapa de muchos operadores de telecomunicaciones que podrían hacerse de la operación para complementar su oferta de servicios. La valuación que se está haciendo en este 2020 es un poco menor a lo estimado anteriormente y alcanza apenas 15.750 millones de dólares —3,5 veces su Ebitda—, de acuerdo a los datos publicados recientemente por The New York Post. La cifra se aleja bastante de los casi 50.000 millones de dólares pagados en 2014 pero se acerca a los 20.000 millones que alguna vez se habían indicado como el valor de DirecTV Latinoamérica —por eso la sensación es que nuevamente la idea es desprenderse solamente de Vrio—. AT&T se mantiene hermético en cuanto a sus planes y solo se limita a señalar que los activos que no sean estratégicos o no se puedan monetizar, serán vendidos. De hecho, la compañía ya había adelantado que este año buscaría capturar entre 5.000 y 10.000 millones de dólares por la venta de activos, entre los que también se rumorea su división de publicidad.
Entre los posibles compradores están dos fondos de inversión, Apollo y Platinum Equity Partners, que ya habían sido señalados en 2019 como posibles interesados. También se evalúa que AT&T mantenga una participación minoritaria en la compañía.
La lentitud para poder concretar la operación y la falta de interesados indican que o el precio es muy alto o no existe suficiente interés para un operador de DTH. Los fondos de inversión parecen querer entrar solo si pueden comprar a precio bajo y por eso los reportes señalan que el precio que se está por vender —si es que esta vez sí se concreta— representa una destrucción del valor de DirecTV. Pero luego de varios años intentando vender, es posible que AT&T prefiera vender a precio bajo que seguir manteniendo una operación que no puede ni quiere monetizar.
