Claro, Vivo y TIM se quedaron con el brazo móvil de Oi por el precio mínimo estipulado en 16.500 millones de reales (3.256 millones de dólares). A ese monto se le agregan 819 millones de reales (161 millones de dólares) del contrato de capacidad que era parte del acuerdo. La operación debe contar con el aval de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y el Consejo Administrativo de Defesa Económica (Cade).
Las tres empresas habían hecho una oferta vinculante en septiembre, que le daba opción de superar cualquier otra propuesta que se presente. Sin embargo, no participaron ni Highline ni Algar Telecom/Archi, que en algún momento se mostraron interesados, por lo que la oferta del tridente fue la única que se puso sobre la mesa.
Se espera que la homologación de la venta suceda en un período no mayor a 30 días pero la transacción se cerraría definitivamente de aquí a un año, indicó el portal local Teletime. La operación se suma a otras en el plano local, como aquella por la que América Móvil compró Nextel o la venta de algunos operadores públicos que pasaron a manos de privados.
El vendedor ofrecía como parte del paquete espectro en 2,1 GHz y 1,8 GHz además de bandas de GSM que pueden utilizarse con refarming. En total son 92 MHz los que se dividirán los compradores. También se quedarán con licencias, elementos de la red móvil, sistemas y plataformas que se utilizan para esa operación y un total 36,5 millones de líneas.
En el marco de su recuperación judicial, Oi puso a la venta cinco unidades de negocio. El segmento Data Center ya quedó en manos de Piemonte y se espera que pronto se apruebe la venta de sus torres en favor de Highline. A estas se suma la de móviles, que se completó está tarde, y próximamente se avanzará en igual sentido con las unidades de DTH y la de infraestructura.
