Crónica de un malestar entre los operadores de telecomunicaciones en Argentina y otras charlas

Que la Argentina se caracteriza por su “lentitud para hacer obras de conectividad”, que 5G demanda de inversiones “muy grandes”, que la “inestabilidad reglamentaria” fueron algunas de las expresiones que evidenciaron el malestar que existe entre los operadores de telecomunicaciones de Argentina y que quedó retratado en el evento “5G Argentina: consensos, sinergias e ideas urgentes”, encuentro desarrollado por la comunidad de investigadores ConverCom que, además, reunió las miradas sobre las apuestas regulatorias regionales, las propuestas globales de los proveedores y que culminó con el balance regional de José Felipe Otero, vice presidente para América Latina y Caribe de 5G Américas.

La jornada, realizada este 27 de abril, comenzó con la presentación de Claudio Ambrosini, presidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), quien no participó en vivo —aunque bien lo hubiera estado, dado el tono de algunas ponencias— y en cuyo video destacó el aporte que esta nueva tecnología hará al desarrollo de una industria 4.0 y adelantó estar trabajando en un plan de espectro, “evaluando qué bandas se van a utilizar para esta maravilla que es 5G. Armamos un plan y un reglamento, pero la licitación de la banda quedará en manos de la jefatura de Gabinete, del presidente de la Nación”.

La propia lógica de un evento virtual no impidió medir la temperatura de un sector que demanda otro tipo de acciones por parte del Estado, aún en tiempos de pandemia. Sin dudas, la conectividad es un tema sensible porque, en un escenario sanitario crítico en Argentina y en el que se busca evitar el colapso del sistema de Salud, buena parte de la supervivencia de muchos sectores económicos recae en las dotes de la virtualidad. Pero claro, cada uno mira su urgencia y los operadores reclaman una legislación diferente y presionan permanentemente para imponer aumentos tarifarios que, hasta la fecha, tienen vedados.

La mesa de los operadores fue el marco en el que ellos mismos hicieron una breve aproximación al profundo malestar que los aqueja. “Argentina se caracteriza por tener lentitud para hacer obras de conectividad”, dijo Alejandro Quiroga López, director de Asuntos Regulatorios e Institucionales de Claro Argentina, Uruguay y Paraguay, y pinceló el tono de lo que sería la mirada de sus pares, e invitó a considerar otras particularidades locales, como el PBI, para contextualizar que las inversiones para 5G son muy elevadas: “5G requiere de un año y medio o dos para identificar las bandas, el marco adecuado de negocio y la sustentabilidad de las reglas de un juego que involucrará desembolsos millonarios; y hay que hacerlo con un modelo propio, adecuado a nuestra realidad”.

La mejor referencia, a ojos de este ejecutivo de Claro, se puede tomar de las experiencias y de las condiciones de despliegue que se establecieron en mercados como el chino y el estadounidense, “porque estas redes son completamente diferentes de las que tenemos hoy y necesitarán coordinaciones diferentes para realizar el despliegue urbano, pero también reglas claras”.

A su turno, Alejandro Lastra, director de Comunicación y Relaciones Institucionales de Movistar tampoco sumó optimismo. “En menos de siete años, tuvimos cambios normativos que nos dificultan la planificación y ahora tenemos al decreto 690 que tiene serios inconvenientes en su constitucionalidad”, sostuvo Lastra y sentenció que “lo más grave es que no logramos salir de una lógica que impide resolver problemas básicos”.

“Es muy complejo pensar que vamos a poder avanzar y pensar en 5G si no somos capaces de resolver este nudo porque, aunque seamos comprensivos con la situación de la Argentina y de sus poblaciones vulnerables, éste no puede ser un motivo de atraso para el sector”, consideró el ejecutivo de Movistar.

“Se necesita que el sector siga invirtiendo y que lo haga en competencia, con una legislación moderna y estable”, valoró a su tiempo Hernán Verdaguer, director de Asuntos Regulatorios de Telecom, y sentenció que “tenemos un problema porque el decreto 690 está lejos de serlo” y que “la legislación que anhelamos es una que fomente las inversiones”.

El volumen de la inversión que el despliegue de esta nueva tecnología demanda también fue mencionado ente las preocupaciones de este ejecutivo porque “5G no es 4G más uno y requiere de una inversión muy grande, de análisis de bandas, de infraestructura y hasta de aprender lo que está pasando en la región y, como dijeron antes, quedamos siempre circunscriptos a las dificultades que tiene Argentina”.

“No tener una planificación y una mirada de largo plazo puede limitar el crecimiento” dijo Verdaguer e invitó a “disponer de una agenda publico privada”, al tiempo que reclamó más espectro: “5G va a necesitar mucho espectro y existe la posibilidad de agregar megahertz que, inclusive, consultamos si podíamos usar espectro alternativo pero no fuimos escuchados”.

“El espectro es un punto clave que genera una preocupación sobre cómo será ese mapa; es un trabajo técnico y de aprovechar bandas que quedaron vacantes y que se pueden aprovechar”, dijo Sonia Agnese, analista en Omdia y quien tuvo la responsabilidad de moderar el panel, y subrayó que “hay temas ríspidos, como los tarifarios”.

“Lo cierto es que el plan de espectro puede ser fantástico, pero si no tenemos dinero que nos permita tener capacidad inversora, no podemos hacer nada”, advirtió Lastra y Verdaguer sumó el pedido de que se aliviane la carga impositiva al sector.

Las experiencias reguladoras regionales también tuvieron su momento en el evento y contó con la ponencia de Pamela Gidi, titular de la Subsecretaría Telecomunicaciones (Subtel) de Chile quien repasó los requisitos elementales o aportes sociales que introdujeron como condicionantes para vehiculizar la que será recordada como la licitación de espectro más rentable de su historia.

“Concesionamos en cuatro empresas diferentes y les pedimos equidad territorial, cobertura para las ciudades capitales y hospitales públicos, pero también entregamos puntajes extras para promover la cobertura de zonas que son consideradas improductivas”, repasó la funcionaria y subrayó que “por primera vez en nuestra historia, exigimos estándar de tecnología y calidad de servicio”.

Según las previsiones oficiales, la red 5G de Chile estará concluida en el segundo semestre de este año y habrá conectado a 199 hospitales públicos y 366 localidades con Internet de alta velocidad como contraprestación social requerida para el despliegue.

El Concurso Público 5G, emitido por la Subtel propició recaudaciones inéditas para el país, valuadas en 453 millones de dólares, y lo posicionó como pionero de la región en concursar espectro para esta tecnología.

La apuesta chilena para 5G no está disociada de una idea más grande en la que aspiran posicionar a Chile como un hub digital. “Trabajamos con los gobiernos regionales para trabajar en proyectos de última milla y de interconexión regional”, sostuvo Gidi, repasó la iniciativa de iluminar con fibra óptica en todos los pasos fronterizos y reforzar las apuestas de interconexión subacuática con Asia y Oceanía.

“Creemos que hay que coordinar la asignación del espectro radioeléctrico”, dijo a su turno Mercedes Aramendia, presidenta de la Unidad Reguladora de Comunicaciones (Ursec) de Uruguay, adelantó que trabajan en la subasta de 3,5 GHz y que, “a medida que esto evolucione, el espectro será cada vez más esencial”. Además, señaló la importancia de trabajar en latencia y fiabilidad, y agregó que “aunque no es fácil el trabajo que hay que hacer, es importante que desarrollemos”.

El uso compartido de infraestructura es una de las tendencias que se prevé que hagan de 5G una tecnología más rentable, y ante la pregunta de TeleSemana.com acerca de si se trabajan en reglamentaciones o experiencias en ese sentido, la funcionaria de Uruguay explicó que, aunque los operadores lo hacen, no existe la obligación porque tampoco hay regulación al respecto.

“Entendemos que la tendencia es ir hacia la compartición de, por ejemplo, la infraestructura en la medida que eso los habilite a concentrarse en el corazón de su negocio y no tanto en despliegues”, respondió Aramendía y señaló que, además, “están apareciendo nuevos jugadores, como las torreras, que sin duda vienen a atender una necesidad que plantea nuestro sector”.

La mirada de la funcionaria de Chile fue similar porque “más allá de que la compartición que suma eficiencia, creemos que es lo indicado para sumar capilaridad”, analizó y agregó que, en el caso de 5G, la estrategia en aquel país incluyó la invitación a los operadores mayoristas porque “ese es el buen camino”.

El evento culminó con la mirada de Otero, de 5G Américas, quien advirtió que “5G no se va a dar a menos que tengamos la infraestructura deseada” en la que la fibra óptica “será el elemento crucial”.

Otero también invitó a reflexionar acerca del “cambio de paradigma” que imprime esta tecnología por tratarse de un “motor que impulsa las economías”. “En Colombia, por ejemplo, el gobierno lo entendió e hizo las invitaciones a los diferentes sectores”, dijo para ahondar en la importancia de pensar a esta tecnología como una plataforma con razón de ser, es decir, que esté integrada al proceso productivo de las naciones.

“Estamos hablando de desarrollo económico y de cómo vamos a hacer mas eficientes todos los segmentos productivos”, sentenció el especialista y señaló el rol y el impacto que hará sobre los segmentos verticales.

“Necesitamos que haya asignación de espectros en los segmentos bajo, medio y alto, y no se puede esperar cobrar una fortuna por ella al mismo tiempo que incluir requerimientos que involucren desembolsos que no tenga retornos”, dijo al tiempo que valoró “esencial” que no se cambien las reglas de juego para posibilitar inversiones de largo plazo.

En su enfoque, este escenario posibilitará y justificará el trabajo de las universidades, de los segmentos verticales e incubadoras que permitirán dar forma a una economía que redunde en beneficios a partir de 5G y advirtió la importancia de tener en cuenta que “no nos beneficiaremos con 5G si no establecemos un esquema que permita que crezca un entorno de internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) porque ya no hablamos sólo de telecomunicaciones, sino de desarrollo económico”.

El rol de las telecomunicaciones es crucial para el desarrollo de las sociedades modernas y, tal como lo subrayó Otero, hay nuevas herramientas y promesas, como las que incorpora 5G, que agregan posibilidades para dinamizar e impulsar las economías. A decir verdad, son tiempos extraordinarios, enmarcados por una pandemia que probablemente marque una bisagra en la historia de la humanidad. Y, en este escenario, todo es urgente. Arribar a consensos, también.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

Recuperar contraseña

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.