Con Perú y Costa Rica América Latina parece apostar todo su espectro de 6 GHz a Wi-Fi 6 y se encienden alarmas

La atribución del espectro de 6 GHz para Wi-Fi 6 en Perú y Costa Rica volvió a generar runrunes en el mercado de las telecomunicaciones. Mientras las operadoras resisten que se entregue la totalidad de la frecuencia para los servicios de Wi-Fi en servicios bajo techo y recomiendan reservar una parte para las futuras redes 5G, los gobiernos deciden apostar toda la disponibilidad de esa banda a esta tecnología porque, coinciden, es lo que se debe resolver ya. Y porque hay una promesa de mejora económica y de cierre de brecha digital que, en tiempos de pandemia y crisis, no se puede soslayar.

La mayoría de los países de la región vienen realizando diversos procesos de consulta pública sobre Wi-Fi 6 y las mejores posibilidades de aprovechamiento de la tecnología. La reunión de la documentación que se obtiene en esos espacios es lo que, al final del camino, termina dando forma a las decisiones de los distintos gobiernos.

La semana pasada, Perú y Costa Rica, prácticamente en simultáneo, tomaron la decisión de destinar 1.200 Mhz de espectro de la banda de 6 GHz de uso no licenciado a Wi-Fi 6. Es decir, todo el espectro disponible. Esa determinación desoyó las posturas que aconsejan reservar una porción a las futuras redes 5G, aún cuando hoy no está definido que esa banda pueda servir para IMT.  Pero escuchó a las que sí señalaban que había que entregar la totalidad de esa frecuencia a esta tecnología con argumentos que van desde la necesidad imperiosa de resolver cuestiones de conectividad desde ahora hasta proyecciones sobre el impacto en los PBI que su adopción representaría.

Las asociaciones que representan a las operadoras, como Telecomunicaciones de América Latina (ASIET) y GSMA, expresaron sus reparos a las definiciones que tomaron los reguladores de estos países, sobre todo en Perú. En ambos casos, indicaron que a futuro esa tecnología podría tener otros usos.

En el caso de Perú, el Ministerio de Transporte y Telecomunicaciones (MTC) determinó en su resolución 373/2021 que “se modificará el Cuadro de Atribución de Frecuencias 5 925 – 6 425 MHz a título secundario para Wi-Fi y otras tecnologías inalámbricas para interiores y sin necesidad de licencia”. Luego recomendó establecer las condiciones técnicas para mejorar los servicios además de aclarar que no se utilizarán hasta tanto no estén las normativas complementarias correspondientes.

Más adelante, la resolución expresó que de la evaluación realizada de la experiencia internacional y de los comentarios recibidos “se amplía la identificación del rango de frecuencias de la Banda de 6 GHz para el despliegue de sistemas de acceso inalámbrico que incluyen las redes radioeléctricas de área local (WAS/RLAN) como lo es la tecnología Wi-Fi hasta 7125 MHz”.

Desde ASIET, su secretaria general, Maryleana Méndez, cuestionó la medida tomada por el MTC y la calificó de “precipitada” pues “no permite garantizar un adecuado aprovechamiento de un recurso natural escaso como lo es el espectro radioeléctrico. Perú realizó una consulta pública con una propuesta más balanceada, considerando destinar a este uso la mitad baja de la banda (5925-6425 MHz)”.

En tanto, desde la GSMA manifestaron que se trató de una decisión prematura que “podría perjudicar el desarrollo futuro de las redes 5G en el país. En el mediano y largo plazo, la indisponibilidad de espectro suficiente en bandas medias como 6 GHz para 5G podría afectar negativamente la calidad y cobertura de estos servicios, privando a los peruanos de los plenos beneficios de esta tecnología”.

Ambas organizaciones recordaron que Perú considera que el espectro es un recurso escaso, razón por la que advirtieron que  otorgar la totalidad de la frecuencia a Wi-Fi se traducirá en un uso no eficiente y en un mal aprovechamiento de un recurso del Estado por lo que, pidieron, además, ser prudentes con estas decisiones.

Lo señalado para Perú bien puede caberle a Costa Rica pues, como se dijo, la decisión es idéntica. Mediante el decreto 42.924 firmado por el presidente, Carlos Alvarado Tejada, y la ministra de Ciencia, Tecnología y Telecomunicaciones, Paola Vega Castillo, se definió que “la identificación de la banda de 6 GHz para uso libre permite el despliegue de sistemas inalámbricos de área local de alta densidad (como lo es la tecnología WiFi, comercialmente conocida como WiFi-6), con el fin de adoptar nuevas y mejores condiciones para el uso de los dispositivos que operan en las bandas de frecuencias de uso libre, en coexistencia con los servicios actuales en dicha banda”.

Méndez recordó que “existen estudios abiertos a nivel mundial sobre las posibilidades de uso para IMT de la parte alta de esta banda, algo que se está considerando para el 63 por ciento de los países miembros de UIT y que se debatirá en la Conferencia Mundial de Radiocomunicaciones (CMR) de 2023. Es recomendable, atendiendo al principio de precaución, mantener una posición prudente respecto a los usos presentes y futuros de la misma, sin tomar decisiones que puedan ser costosas de revertir en el futuro”.

Agregó, en ese sentido, que “una decisión precipitada implica asumir riesgos innecesarios ya que los países que permitan el uso sin licencia en toda la banda de 6 GHz tendrán dificultades, a medida que aumente el número de dispositivos, para revertir esta decisión en caso de que la banda sea identificada en el futuro para otros usos”.

La GSMA alertó que “la demanda de servicios móviles necesita ser respaldada con espectro, y planificar anticipándose a futuras necesidades es clave. La autorización del uso no licenciado en 6 Ghz es difícil de revertir, dado que los dispositivos proliferan sin control ni barreras geográficas”.

La advertencia se basa, además, en que 5G necesitará de bandas bajas, medias y altas, y no debería agotarse un recurso en alguna de ellas a fin de que, cuando se inicien los futuros despliegues, haya disponibilidad en todo el espectro en general.

Otro punto en el que coinciden ambas es que se debe tener en cuenta que esta banda es clave para el backhaul y los enlaces satelitales, por lo que también debería cuidarse su uso.

El tema, sin embargo, tiene su contrapunto.

Quien felicitó al gobierno de Perú por la decisión tomada fue Virginia Nakagawa, ex viceministra de Transporte y Telecomunicaciones del país. El proceso de consulta pública sobre Wi-Fi 6 se inició durante su mandato y, en ese entonces, se habían pedido 500 MHz para la controvertida frecuencia. “Cuando el ministerio toma la decisión lo hace mirando el aspecto económico. La contribución del PBI al Perú es de 15.000 millones de dólares. Y con el acumulado alcanza a más de 22.000 millones de dólares, y esto se debe a mejoramiento de cobertura, de asequibilidad, de reducción de los costos, representa un sinfín de ventajas”, dijo Nakagawa en diálogo con TeleSemana.com.

Los estudios que la Dynamic Alliance Spectrum (DSA) realizó en Brasil respecto al mismo tema determinó que el impacto en empresas y usuarios sería de 183.000 millones de dólares en diez años, un monto considerado significativo en  un contexto donde el uso del espectro no implica recaudar dinero. Informes similares se realizaron en Colombia, México y Perú.

La mayor demanda de conectividad en pandemia y los impactos que esto tuvo en los hogares, en donde se trabaja, se estudia, se transacciona y se accede al entretenimiento a través de internet, también provocó que los servicios se pusieran más lentos. Aspecto que, con Wi-Fi 6, comenzarán a resolverse porque hay cada vez más equipos conectados en los hogares. Y, en los casos en donde los usuarios deben recurrir a sitios públicos donde hay Wi-Fi gratuito, también se advertirá la mejora, aseguran quienes defienden estas decisiones. Algo así como “hoy la cosa pasa por Wi-Fi”.

La arremetida contra el futuro de las necesidades de 5G es fuerte. Martha Suárez, presidenta de DSA, aseveró a este medio que “en este momento nadie puede decir que esa banda se puede usar para IMT porque es un punto de la agenda de la CMR 2023, donde se harán los estudios y será posible identificarla para IMT. No podemos adelantarnos a saber si es para 5G. Es incierto y se sabrá en 2023”. Recordó, asimismo, que el estudio que se realizará en ese marco aplicará a la Región 1, y no a la Región 2, en la que está incluida América latina, por decisión de las administraciones de no estudiar el tema.

Para la especialista, la necesidad de conectividad de banda ancha es muy importante en este momento y el ecosistema de Wi-Fi no licenciado ya está disponible. “Lo que los gobiernos necesitan es una solución ya y la del uso no licenciado lo es”, apuntó. Recordó, además, que los países que optaron por esta frecuencia para Wi-Fi 6 cuentan con equipos como computadoras, access points y smartphones con Wi-Fi 6 incorporado. Ya hay 28 equipos autorizados por la Wi-Fi Alliance para funcionar en estas redes.

Quienes se inclinan a favor de las decisiones tomadas en Perú y Costa Rica también reconocen la importancia de la frecuencia de 6 Ghz para el backhaul y los enlaces satelitales, y de ninguna manera encuentran conflicto a nivel tecnológico. Cuando se les señala que las observaciones de las organizaciones que representan a las telcos ponen énfasis en la necesidad de guardar la parte alta de la frecuencia de 6 Ghz para 5G, retrucan con argumentos sólidos.

“En Perú se dice que no se licite espectro porque los operadores no tienen plata para 5G. Una política pública adecuada del espectro tiene que basarse en consideraciones técnicas y no en un “tal vez””, subrayó Nakagawa, quien hoy se desempeña como consultora independiente en servicios públicos y TICs. Se trata de un punto que todavía se escucha en varios países, sin dejar de lado que, cuando se inician los procesos, también aparecen las demandas de que no resulten tan onerosos a fin de desplegar más rápidamente las redes. Si bien es un guante a tener en cuenta y tomar, se trata de un lamento constante en donde el surgimiento de Wi-Fi 6, de alguna manera, les cierra la boca.

Si bien hay coincidencia en el valor de Wi-Fi 6 para soluciones indoor y las mejoras que traería aparejada en las conexiones, Méndez, de ASIET, consideró que “la pandemia ha llevado a impulsar enlaces fijos pero aún no masivo ni generalizado. Es otra limitación porque habrá una banda para enlaces bajo techo para potenciar una fibra que no se tiene. Y cuando se declara una banda de uso libre completa una vez que entran todos los equipos no se puede hacer reversión, y queda sucia”. Es decir, no habrá marcha atrás.

Desde la GSMA, en tanto, entienden que una mayor cantidad de espectro otorgada a 6 GHz no va a cerrar la brecha digital porque eso está en la fibra óptica, además de enfatizar que hay más valor en el uso licenciado del espectro.

Este lado considera que, por más que se tenga un router potente en Wi-Fi 6, si la velocidad con que llega la conectividad a un hogar es de 256 MB, la diferencia no se va a notar. De ahí el hincapié en los despliegues de fibra óptica.

Sobre Wi-Fi 6 para soluciones outdoor hay más precaución de ambos lados. Todavía hay estudios vinculados con potenciales interferencias y los riesgos que implicaría. Y hay coincidencia en que este aspecto debe continuar bajo análisis.

La  necesidad de “ya” mejorar las conexiones hogareñas por los desafíos de la pandemia, la lectura que los gobiernos hicieron de los estudios de impacto económico, el futuro de 5G con sus tiempos, la existencia de un ecosistema de equipos, la no inclusión de la Región 2 sobre esta banda en la próxima CMR 23, las recomendaciones y las posiciones locales, todo entra en juego a la hora de las decisiones finales.

También aparecen miradas más orientadas hacia las tensiones geopolíticas del mercado de las telecomunicaciones, que las tiene, claro, y que tampoco se las puede obviar. Lo cierto es que, a esta fecha, Chile, Brasil, Honduras, Guatemala, Costa Rica y Perú en América latina ya optaron por darle todo el espectro disponible a la frecuencia de 6 GHz para Wi-Fi, y se encuentra en consulta en México, Colombia y la Argentina, mientras Canadá está a pasos de tomar una decisión en la misma dirección. En el resto del mundo, Arabia Saudita y Corea del Sur hicieron lo mismo. La excepción es Europa.

¿Se está conformando, así, un mapa latinoamericano volcado 100 por ciento al total uso del espectro disponible en  6 Ghz para Wi-Fi 6 y su evolución, Wi-Fi 6e? Pareciera que sí. Y a mayor escala, la adopción será mucho mayor. ¿Es la mejor decisión? Imposible dar una respuesta contundente. Lo que parece estar cada vez más claro es que las complejidades del mismo mercado de las telecomunicaciones obligarán a los diversos actores a encarar diálogos más constantes para lograr mayor y mejor conectividad para cerrar la brecha digital. De fondo, es esa la meta de máxima.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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