Las telecomunicaciones se volvieron un tema eminentemente político en América Latina. Las decisiones tomadas por los gobiernos de los distintos países ante cambios de signo político, renuncia o cualquier otra situación que implique un cambio, se orientan en esa dirección: ahora fue el turno de Perú que, como viceministro de Transporte y Comunicaciones, designó a Harold Mora Rojas, que en 15 días tendrá que superar el voto de confianza junto al resto del equipo de gobierno ante el Congreso. Veamos qué se dice por allí.
Ingeniero de sistemas, Mora Rojas representó al partido Podemos el año pasado en las Elecciones Congresales Extraordinarias 2020. Podemos es un partido relativamente joven cuya tendencia no queda muy clara porque el espacio reúne a representantes de la centro izquierda y ex militares, entre otros. Todo indica que el designado viceministro del MTC llegó a ese cargo por haber sido parte del equipo que realizó lo que en Perú se llama “la transferencia”, es decir, el proceso de transición que se produce entre un gobierno y otro.
Mora Rojas obtuvo su título de ingeniero de sistemas por la Universidad Alas Peruanas (UAP), en 2013. Se trata de un centro de estudios que, desde 2019, tiene la licencia denegada por parte de la Superintendencia Nacional de Educación Universitaria (Sunedu), tal como informó el medio RPP. Y acá viene lo llamativo: el organismo tomó esta determinación porque la universidad en la que se recibió el funcionario no cumplió con un plan de adecuación para cerrar las brechas de calidad de la educación que allí se impartía, entre otras irregularidades vinculadas con el uso de recursos para fines no universitarios. Desde esa fecha no recibe nuevos estudiantes por no reunir las condiciones básicas de calidad establecidas en la Ley Universitaria.
El funcionario posee una maestría en gestión pública en la Universidad Peruana en Ciencias Aplicadas (UPC) y estudios no universitarios completados en la Universidad de Harvard, de acuerdo al currículum presentado cuando fue candidato a congresal en 2020. En su perfil de LinkedIn amplía algunos estudios y se detalla su paso por la gestión pública.
Trabaja en el Estado desde 2015. Fue asesor del MTC y pasó por el Programa Nacional de Empleo Juvenil Jóvenes Productivos, además de haberse desempeñado en la Dirección de Innovación Tecnológica en Educación del Ministerio de Educación (Minedu) de este país. Aquí parece radicar su mayor experiencia puesto que, en las Elecciones Congresales Extraordinarias de enero de 2020, sus propuestas giraban en torno a la educación. Una de ellas era fortalecer al Sunedu y que no se creen más universidades ni públicas ni privadas. En otras palabras, para que no vuelva a pasar lo que sucedió con la universidad de la que él egresó cuyos estudiantes debieron migrar a otras academias para formarse como corresponde.
Durante la campaña de 2020 también se mostró a favor de la creación de un Viceministerio de Tecnología de la Información y las Comunicaciones para “poner la tecnología a disposición de todos los alumnos a nivel nacional”. El mundo todavía no estaba en pandemia pero la discusión sobre el uso de la tecnología en el aula ya acumulaba algunos años. Lo cierto es que, pese a estas propuestas, no resultó elegido.
¿Y cómo llegó al viceministerio de Transporte y Comunicaciones? Es un misterio. Puede haber sido por mil caminos. En una ronda de consultas realizada por TeleSemana.com entre analistas y consultores políticos y expertos de la industria de las telecomunicaciones sólo se coincidió en su desconocimiento.
Perú Libre, el partido al cual pertenece el flamante presidente Pedro Castillo, no tiene cuadros técnicos. Eso se interpreta como la dificultad para colocar a las personas más idóneas en los diferentes cargos. La designación de Mora Rojas podría interpretarse en el mismo sentido.
El problema del ahora partido gobernante es que “no tiene cuadros técnicos pero sí demasiados integrantes sospechados de corrupción”, tal como explicó una de las fuentes consultadas. De ahí, que el Congreso de Perú esté mirando con atención cada designación que se realiza. El nombramiento de Guido Bellini como primer ministro -quien está siendo investigado por apología del terrorismo por la fiscalía peruana por haber conmemorado en 2017 en una publicación en Facebook la muerte de Edith Lagos, una de las cabecillas de Sendero Luminoso- tiene al Congreso muy alerta.
Lo que está claro entre los consultados es que Perú Libre es un partido muy radical. Y que Podemos, al que pertenece Mora Rojas, es un rejunte de integrantes con ideas que se chocan. A Mora Rojas no lo conocen en el sector de las telecomunicaciones. Su perfil se presenta como más político que técnico. Perú tiene que resolver en estos primeros meses de gobierno el futuro de la Red Nacional Dorsal de Fibra Optica (RNDFO) que estaba en poder de Azteca y a la que hace un mes le quitó el contrato de concesión por no cumplir con los objetivos.
Esta situación demandará una nueva discusión sobre el futuro y los objetivos de esa red que, cuando se creó, tenía como meta alcanzar a las distintas poblaciones de Perú que todavía no estaban conectadas.
El presidente Pedro Castillo -asumido hace dos semanas en su cargo- habla todos los días con su par de Argentina, Alberto Fernández, reveló a TeleSemana.com una fuente de primera mano. Fernández, esta semana, después de días muy difíciles en lo político y lo comunicacional, reiteró en el lanzamiento de un programa de capacitación en programación para jóvenes: “Vamos a hacer de Internet un servicio público y que se enojen los que se tengan que enojar”. Hace un año firmó el decreto 690 con el que se cambió el status de las telecomunicaciones en la Argentina que pasaron a ser un servicio público esencial en competencia. Puede que aquí haya una pista de lo que podría pasar en Perú a futuro.
Pero hasta que corra ese tiempo, en el corto plazo Mora Rojas y el resto de los integrantes del Gobierno de Perú tendrá que pasar el voto de confianza ante el Congreso. Podemos quiere regular el uso de la cuestión de confianza y ya presentó un proyecto en ese sentido. Habrá que seguir la historia de cerca.
