Perú: entre el futuro de la Red Dorsal y la necesidad de expandir conectividad

La historia estaba casi cantada. Y si sucedió recién ahora fue para evitar una denuncia contra Perú en el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias relativo a Inversiones, el famoso CIADI. El gobierno de Perú, a través del Ministerio de Transporte y Comunicaciones (MTC), declaró la resolución del contrato de concesión de la Red Dorsal Nacional de Fibra Optica a manos de Azteca. A partir de ahora se abre un tiempo en el que deberán definirse los destinos de esta infraestructura concebida para llevar la conectividad a todo Perú en un momento muy distinto al actual. El próximo gobierno asumirá con una verdadera papa caliente en materia de conectividad.

La decisión se expresó en la resolución ministerial Nº 689-2021 del MTC. Allí se detallan las idas y venidas que tuvo la relación entre Azteca y el gobierno desde 2014 a la fecha. Ya el año pasado ese vínculo había tomado otro cariz, tal como lo fue comentando TeleSemana.com, y tras desacuerdos constantes, se tomó la decisión de dejar caduca la concesión en virtud de lo expuesto por la cláusula 2.11 donde se contemplan las causales para tomar esta determinación. Esta vez primó el interés público como razón para avanzar con esta determinación.

¿Qué pasa a partir de ahora con la Red Nacional Dorsal de Fibra Optica (RNDFO) que prometía llevar conectividad a todos los rincones de Perú? En el cortísimo plazo, nada nuevo. Lo que se debe mirar es lo que sucederá hacia adelante. De eso dependerá que los objetivos con los que fue concebida se cumplan.

El tiempo para que Azteca deje la concesión ya comenzó a correr: seis meses a partir de la publicación de la resolución en el diario oficial de Perú. Al mismo tiempo, el Programa Nacional de Telecomunicaciones (PRONATEL) que, entre sus potestades, tiene la de gestionar y operar de manera temporal proyectos de telecomunicaciones financiados por el Estado, se hará cargo no sólo de esta tarea sino también del due dilligence sobre la empresa. Porque, tal como está establecido en la norma, el objetivo es que lo opere un tercero.

Aquí radicará uno de los elementos fundamentales para definir el futuro de la RNDFO. Esta tarea también tiene un plazo de seis meses en el que, entre otras cosas, habrá que hacer pruebas de encendido de la fibra y poner los equipos a punto. En otras palabras, ver en qué condiciones está la red. Esto será un elemento clave de cara al futuro.

La resolución abre, además, otro plazo, de 90 días para que el viceministerio de Comunicaciones designe a un equipo de trabajo que, en un plazo de 12 meses tendrá que discutir el nuevo modelo de banda ancha en Perú. Es posible que parte de las reglas que se establezcan en ese futuro nuevo modelo dependan de lo que encuentre PRONATEL en este período: será fundamental ver cuánto habrá que invertir para que la Red Dorsal cumpla los objetivos de conectividad propuestos al principio, aún cuando la situación del mercado de las telecomunicaciones de Perú era uno en 2014 y otra muy distinta en 2021.

Cuando ese nuevo modelo esté definido se deberá poner a discusión. Es decir, que pasarán prácticamente dos años hasta que se establezca una nueva política pública en torno a esta red.

¿Y mientras tanto? ¿Puede Perú esperar tanto tiempo a definir una nueva política y modelo de negocio para la RNDFO cuando la penetración del servicio de banda ancha fija ronda el 40 por ciento?

La Red Dorsal tiene que seguir generando ingresos. Para ello, debe cursar tráfico. El problema es que sus tarifas mayoristas aumentan, a la inversa de lo que sucede en el mercado, donde bajan. Esto, que responde estrictamente a lo establecido en el contrato de concesión -y que nunca se flexibilizó porque Aztea no lo quiso aún cuando el gobierno se lo propuso -, le ha hecho perder clientes y tráfico. La Red Dorsal pierde dinero. Y Perú pierde dinero porque no logra los objetivos de conectividad.

Los clientes que supo tener la empresa en un momento ya no los tiene, no sólo por un tema de precios. La entrada de Bitel en Perú puso en las cuerdas a la infraestructura estatal porque construyó una red muy extensa, más que la de Telefónica. A tal punto que le hizo perder algunas zonas de explotación monopólica que iba a tener.

Este es uno de los puntos que llevan a pensar que es necesario reconstruir todo el modelo de negocio porque aumentar precios mayoristas ya no resiste. De hecho, hay contemplados aumentos en la actualidad que, de concretarse, sólo se traducirán en la pérdida de más clientes.

La flexibilización tarifaria puede – y debe – ser uno de los aspectos sobre los cuales trabajar porque la RNDFO tiene competencia ahora. Para generar tráfico hay que atraer clientes.

En el último año, producto de la pandemia, el tráfico creció en todas las redes de telecomunicaciones del mundo, alrededor de 40 por ciento en términos conservadores. También quedó en evidencia que la conectividad debe alcanzar a todos los ciudadanos de todos los rincones del planeta y que, además, debe hacerlo con mínimos presupuestos de calidad de servicio.

¿En la postpandemia el tráfico seguirá creciendo? Por supuesto que sí. En la medida en que se conecten más personas y más cosas a través de IoT habrá aumento de tráfico. También porque habrá un mayor uso de aplicaciones. Pero y, principalmente, porque hay una evolución tecnológica que se traduce en un mayor consumo de ancho de banda. Sólo un par de ejemplos dan cuenta de ello: los archivos mp3 pasaron a ser mp4; el video HD pasó a UHD y, ahora a 4k, mientras la evolución de la calidad sigue yendo hacia arriba.

El aumento de tráfico y de ancho de banda sucederá por comportamiento natural del mercado. Esto sucederá sin incluir a 5G y su promesa de millones de dispositivos conectados y servicios sensibles y críticos corriendo por la enervadura digital.

En función de lo que se prevé en crecimiento de tráfico para los próximos cinco, 10 y 15 años, tiene sentido contar con una infraestructura como la de la Red Dorsal para que los proveedores de servicios se apoyen en ella.

Para que eso ocurra tendrá que tener una puesta a punto de primera y esperar a que ese crecimiento exponencial venga.

Pero ¿cuál es el estado real de la RDNFO? No lo sabemos. Será uno de los capítulos sobre el que trabajará la PRONATEL, y sobre el que se necesitará máxima transparencia.

Si hay que invertir en esa red ahora pero con la vista puesta en el largo plazo ¿El nuevo gobierno a punto de asumir volcará recursos del Estado a esta red? Si decide que sí. ¿Soportará eventuales críticas aún cuando los resultados de un modelo de negocios sensato y saludable recién se vean en la gestión que suceda al actual?

La RDNFO puede tener una solución a nivel técnico. Hay datos y previsiones de la industria que permiten pensar que es posible un nuevo modelo de negocio. Si hay algo que necesita cualquier país de América latina es infraestructura. Toda red debe poder pensarse en términos de servicios a los ciudadanos. El tema es cómo se comportará el factor político en el mediano y largo plazo sobre esto que hoy es una papa caliente.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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