Que el congelamiento de las tarifas impide la libre competencia y el normal desarrollo de la industria, que el sector requiere de un escenario normativo diferente y una perspectiva de predictibilidad tal que propicie la proyección de mediano y de largo plazo, fueron algunas de las definiciones que se hicieron oir en el acto de apertura de las Jornadas Internacionales, que por 31ª vez organizó la Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), y en el que se ponderó que la consecuencia de esta urgencia se tradujo en que las inversiones se desplomaran a la mitad.
El encuentro, que se realiza de forma virtual a lo largo de tres jornadas y cuyo inicio transcurrió en la mañana de este martes 21 de septiembre, coincidió con el día en que en la Argentina se anunció oficialmente que los indicadores sanitarios son auspiciosos y que, junto a la llegada de la primavera, se flexibilizan las medidas de cuidados comunitarios. En ese marco, signado por la baja en los contagios y el retorno a un ritmo de actividad económica que presupone el comienzo de la recuperación, los operadores de televisión por cable de Argentina expusieron sus urgencias.
En ese escenario, Walter Burzaco, presidente de Asociación Argentina de Televisión por Cable (ATVC), repasó la coyuntura local y cómo la pandemia impactó en las vidas y en la demanda de conectividad, en cómo impactó en materia de exigencias para los operadores. “Es difícil expresar en números el aumento de la demanda, la tensión a la que fueron sometidas las empresas y sus redes, y los vertiginosos cambios en las formas de trabajo”, sostuvo Burzaco y aventuró que “quizás se pueda expresar en la capacidad de respuesta que los operadores tuvieron”, “en el no traslado de buena parte de los mayores costos a la sociedad”, por mencionar algunos de los valores sectoriales que enumeró.
Fue ese momento, además, en el que el presidente de ATVC confrontó aquellos esfuerzos con la sanción del Decreto de Necesidad y Urgencia 690 (DNU 690), que “calificó a nuestros servicios como públicos y que congeló unilateralmente nuestros precios” y al que valoró como “ajeno a la realidad de nuestros costos, inadecuado por la necesidad de realizar continuas inversiones para expandir y de mantener las redes ante el aumento vertiginoso de la demanda; y a contramano de la situación económica en general”.
“La problemática descripta se ve reflejada en que las inversiones se redujeron en un 50 por ciento en moneda constante entre 2018 y 2020”, ponderó el ejecutivo y consideró, además, que el DNU también “dispuso un cambio de reglas inédito, al calificar de servicio público a un sector que nació y que se desarrolló en competencia”.
“La intención declamada por el DNU, de zanjar la brecha digital o de hacer universal el acceso no se alcanza por medio de la palabra ´servicio público´ y resulta extraño en un país donde el agua, las cloacas y el gas son servicios públicos que denotan carencias y faltas de cobertura, notorias y verificables” dijo y comparó que “cuando hablamos de los servicios TIC, según los propios datos del INDEC (N.deR.: Instituto Nacional de Estadísticas y Censos del país), el 90 por ciento de los hogares del país cuentan al menos con una conexión a Internet, sea fija o móvil”.
Según la mirada de Burzaco, al congelar todos los precios de los servicios, se impide a los operadores competir bajo ese esquema en la gama media y alta, es decir, en aquellos servicios que están destinados para los sectores con mayor capacidad adquisitiva.
“La libertad en el manejo de los precios, de acuerdo al consumo, ha permitido sustentar las inversiones necesarias para que toda la población reciba un servicio eficiente”, dijo y sentenció: “Sin embargo, los más pudientes hoy pueden ver contenidos premium extranjeros a precios congelados, al igual que quienes precisan la conectividad para trabajar, educarse, estar conectados con sus afectos o consultar al médico. Es decir, para las necesidades más cotidianas”.
Para el representante sectorial, el impacto del DNU en el sector “es fáctico y sus resultados lo tornan regresivo para el desarrollo de un país que precisa la inclusión digital y el ingreso a la sociedad del conocimiento”.
“Hoy estamos demorados ante la incertidumbre regulatoria. Sin duda es imperativo salir de esta situación por medio del acuerdo. Es responsabilidad del Gobierno y de nuestro sector dejar la confrontación para potenciar el desarrollo del país, creando nuevas oportunidades y construyendo un futuro mejor” concluyó Burzaco
A su turno, y como representante del Estado, Claudio Ambrosini, presidente del Directorio del Ente Nacional de Comunicaciones (ENACOM), subrayó que “la pandemia nos perjudicó bastante” al tiempo que valoró “nunca haber perdido la capacidad de diálogo”.
“Ante las asimetrías económicas que tenía o que tiene nuestra sociedad, vimos la necesidad de darle el título de servicio público a los servicios TIC, con algunas diferencias, con algunas diferencias de criterio que tenemos con el sector”, dijo el funcionario y tomó el guante de las expresiones del orador anterior, aunque sin establecer demasiados puntos de encuentro.
“Creemos en la necesidad de que sectores más vulnerables tengan la posibilidad de acceder a los servicios TIC, con Internet al hogar, con la televisión por cable y por eso creamos una cantidad muy grande de programas para el acceso de barrios populares, para darle conectividad a lo que menos tienen”, dijo Ambrosini.
En el marco de esta apertura, presentada por Daniel Celentano, director Ejecutivo de ATVC, Sergio Veiga, presidente de Cámara de Productores y Programadores de Señales Audiovisuales (CAPPSA); subrayó que “si se crea un entorno adecuado, hay una excelente oportunidad para que esta industria pueda evolucionar, desarrollarse, continuar invirtiendo, dando trabajo, produciendo contenido de calidad y exportando conocimiento argentino al mundo”.
“Nunca como hoy la gente tuvo al alcance de su mano una oferta tan amplia de contenidos como la que está disfrutando a cambio de su suscripción”, consideró Veiga y confirmó el compromiso sectorial para “continuar fortaleciendo nuestra oferta”.
“Las telecomunicaciones mantuvieron firmes los lazos de afecto que tanto nos caracteriza a los argentinos y a los latinoamericanos. Todo esto fue posible gracias a que ustedes se comprometieron con el momento tan duro que les tocó vivir”, sostuvo a su turno Horacio Rodríguez Larreta, jefe de Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires; y señaló que muchas empresas de este sector “invirtieron capital, hicieron obras de infraestructura para ampliar la conectividad, rediseñaron los espacios de trabajo, mejoraron y ampliaron sus servicios. Y todo esto, además, de mejorar nuestra calidad de vida, también generó trabajo genuino, formal y de calidad”.
“Además de las millones de personas que dependen de las TICs para trabajar en distintos rubros y sectores, están las miles que viven de conectar a otros, que viven del desarrollo tecnológico, que viven del potencial de la economía del conocimiento que tiene nuestro país, más de 80.000 las personas cuyos ingresos dependen directamente de las telecomunicaciones y 320.000 las que dependen indirectamente del sector y tienen el potencial de crecer mucho más”, ponderó Larreta.
