La titularidad del número telefónico es, en Chile y desde hace una década, propiedad de los usuarios. El balance arrojado en ese lapso de tiempo lo suficientemente extendido exhibió que “los usuarios se portan bastante”, que superó los 27 millones de cambios de operador y que estimó en 12,5 por ciento la tasa prevista para 2021.
“Las políticas públicas tienen que generar efectos positivos en los mercados y en los usuarios. Después de 10 años vemos cómo la portabilidad no sólo permitió que los usuarios pudieran escoger la compañía que tenga la oferta que más acomode a sus necesidades, sino que inyectó competencia, impulsando a las empresas a tener mejores ofertas para así fidelizar a sus usuarios”, dijo Gloria Hutt, ministra de Transportes y Telecomunicaciones de Chile.
Las cifras de portabilidad numérica registradas año a año registran oscilaciones, avances y retracciones, pero que en todos los casos mostraron una mayor experiencia móvil que fija. Por ejemplo, en 2012, año del lanzamiento, se portaron 61.612 líneas fijas y 749.427 móviles (420.200 prepagas y 329.227 pospagas), totalizando las 811.039 líneas portadas. A su vez, se prevé que 2021 cierre con 132.508 líneas fijas portadas y más de 3,47 millones de móviles (1,18 millones prepagas y 2,28 millones pospagas).
En la curva registrada a lo largo de la década, las líneas portadas registraron su mayor índice en 2017, al superar las 4,5 millones de líneas y, si el foco se pone en el movimiento registrado por tipo de prestación, el pico de las fijas fue en 2014 con 218.674 líneas y el de las prepagas en 2017 con 2.701.418 líneas, en ambos casos, con altas y bajas año a año. Mientras que, en el caso de las móviles pospagas, fueron líneas cuya portabilidad reflejó un incremento permanente para llegar a su mayor indicador en el cierre de 2021.
“En una década hemos completado más de 27 millones de portaciones, lo que muestra el dinamismo del sector de telecomunicaciones” dijo Francisco Moreno, subsecretario de Telecomunicaciones en aquel país (Subtel) y valoró que generaron políticas públicas que “transforman la vida de las personas y sin duda que la portabilidad fue una de ellas”.
“Diez años después podemos decir que la portabilidad numérica transformó la vida digital de las personas, permitiéndoles acceder a mejores ofertas, a planes cada vez más bajos y a tener el derecho de poder cambiarse de compañía cuando no estuvieran satisfechos con su servicio”, subrayó el funcionario.
El informe presentado a colación de este aniversario señala que la portabilidad representa un beneficio para los usuarios, dado que les permite “elegir empresas que les ofrezcan mejores servicios”, en lo técnico y económico, manteniendo su número telefónico; y que este derecho de portación permitió observar que los usuarios móviles “prefieren cada vez más un plan que el prepago”.
“La competencia que se creó con la portabilidad ha llevado a las empresas a ofrecer cada vez más y mejores ofertas comerciales, y los usuarios hemos aprendido a aprovecharlas”, dijo el comunicado oficial.
A una década de concretado este proceso en Chile, el tema parece saldado. Sin embargo, en otros países de la región aún son discusiones de fuste. En Argentina, por ejemplo, se está avanzando en la portabilidad numérica fija, cuya fecha para su inicio está previsto para febrero de 2022; y en Uruguay la discusión se cierne en torno de la móvil aunque, en ese caso, se inscribe en un debate social mucho más profundo donde hay quienes aspiran a concluir con los procesos que la posibilitan antes de fin de año.
