El doble desafío de la conectividad escolar en Brasil: llegar a las que no tienen Internet y aumentar la capacidad de las demás instituciones

La definición es clara y pincela buena parte del desafío que la brecha digital imprime en todas las latitudes: ya no sólo se trata de llegar con el servicio de Internet, sino que la calidad de ese enlace importa y mucho. En esta oportunidad, la noción surgió por parte de Vicente de Aquino, consejero de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y presidente del Grupo de Seguimiento para el Costeo de Proyectos de Conectividad Escolar (GAPE) quien, y como consecuencia de la subasta de espectro para desplegar la 5G en Brasil, tiene a su cargo dar seguimiento a los compromisos de conectividad escolar.

Hace dos semanas, el GAPE había difundido que sus prioridades eran diagnosticar, vehiculizar y difundir el estado de situación local, pero hace horas y en la segunda reunión que este grupo realizó, se vislumbró algo más del estado de situación, y de Aquino dijo a la prensa local que la principal dificultad radica en alcanzar un diagnóstico preciso, al tiempo que señaló la existencia de cuatro bases de datos diferentes “que necesitan ser unificadas”.

El funcionario precisó, en ese marco, que la conectividad realizada mediante el Programa de Banda Ancha en las Escuelas (PBLE), llega a 64.000 de las 69.200 escuelas públicas urbanas seleccionadas y que en el 70 por ciento de los casos, las velocidades se ubican entre los dos y los cinco Mbps. A su vez, los compromisos de conectividad mediante 4G, previstos para 50.200 escuelas se concretaron en 31.500 aunque en la mitad de ellas las velocidades son inferiores a los dos Mbps y que, en las otras 18.600 instituciones educativas restantes aún no hay enlaces dispuestos.

Otra de las bases de datos que señaló el funcionario gira en torno al provisto por el Grupo Interinstitucional para la Conectividad en Educación (Gice), que alcanza a 138.816 escuelas públicas, repartidas entre urbanas (61 por ciento) y rurales (39 por ciento) pero que un 25 por ciento de ellas (unas 37.500 instituciones) aún no tienen ningún tipo de conexión. La cuarta base de datos mencionada, a su vez, está en construcción, aunque debería culminarse antes de fin de mes, y surgirá del trabajo de cooperación que se acordó entre la Anatel y el BID para censar y conectar a las escuelas urbanas.

Las declaraciones, publicadas por Telesíntese, agregan que “la fotografía final dará como resultado dos tipos de proyectos: aumentar la capacidad de las unidades conectadas y llevar la banda ancha donde no la hay”. Y lo cierto es que este grupo deberá supervisar la inversión de los 3.500 millones de reales (558.623 millones de dólares al momento del acto público) que surgieron de la subasta de 5G y, en particular, de la atribución de la banda de 26 GHz. 

“En este escenario aún queda mucho camino por recorrer, especialmente en las zonas rurales”, dijo Aquino y adelantó que el Ministerio de Educación será el encargado de crear un documento en el que se precisen las prioridades que los proyectos de conexión deberán cumplir.

Hace unos días, la consultora Omida publicó un reporte en el que, justamente, se advierte que las iniciativas tendientes al achicamiento de la brecha digital deberán  comenzar a ponderar ya no sólo la cantidad de las conexiones, sino la calidad.  “Aunque la brecha de conectividad se está cerrando, lamentablemente las desigualdades en velocidad y servicio se están ampliando”, advirtió la consultora en el paper difundido.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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