La frecuencia de 450 MHz está permitiendo extender las posibilidades de las redes móviles y, gracias a ella, la empresa Alvis comenzó a desplegar y a brindar servicios en la red 4G Rural LTE en dos puntos de la llamada “zona núcleo” del campo argentino con el objetivo de ampliarse al corredor agropecuario de este país a partir de esta tecnologías.
Haber llegado a esta instancia representa un gran logro. Cuando, en 2019, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) convocó a los interesados en acceder a la frecuencia de 450 MHz, debió reformular varios criterios para lograr la participación de pequeñas y medianas empresas (pymes) y cooperativas de telecomunicaciones y evitar un proceso escandaloso como el que se había registrado en 2018. Esa reorientación, además de intentar recuperar la confianza, implicó que la nueva llamada se basara en una compulsa por áreas geográficas para evitar la superposición de las redes en localidades de menos de 100.000 habitantes ubicadas a más de 180 kilómetros de la Ciudad de Buenos Aires, tales los requisitos para acceder a una frecuencia de 450 MHz. El espíritu de este proceso era llevar conectividad en donde no la había y habilitar a un prestador por zona para que pudiera desarrollar un negocio sustentable.
Alvis participó de la compulsa y se hizo de las 36 cabeceras sobre las que había elevado una propuesta. Una vez que culminó ese proceso la compañía comenzó a trabajar en la construcción de esa infraestructura, y Nokia fue la elegida para la provisión del equipamiento, mientras que el data center de Telecom ubicado en la localidad de Pacheco, en la provincia de Buenos Aires, fue donde se instaló el core de la red.
Así, a finales de 2021 comenzó a brindar los primeros servicios en Chacabuco y Venado Tuerto, ubicadas a 212 y 373 kilómetros de la Capital Federal respectivamente, como parte de un plan más extenso que prevé ampliar esta cobertura hacia otras localidades de ese corredor agropecuario, como Pergamino, Junín y Lincoln, entre otras.
¿En qué consiste el servicio? Cada radiobase brinda una cobertura de 30 kilómetros para conectividad fija y móvil, y de 60 kilómetros cuando se trata de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Para el primer caso, el servicio que presta Alvis complementa al de la telefonía móvil cuya señal se va perdiendo a medida que uno se va alejando de los pueblos e ingresando a la zona de campos. La falta de conectividad en las áreas de producción es notoria en amplias zonas de la Argentina, como también en las rutas que conectan a las diversas localidades donde se realizan distintas actividades económicas. Es aquí donde el servicio de Alvis agrega el valor.
La empresa desarrolló una serie de dispositivos que permiten ampliar la conectividad móvil. Uno de ellos, portátil, conecta al celular con la red de 450 MHz y, así, es posible estar comunicado todo el tiempo, hasta para ver streaming de video. Se trata de una prestación ideal para quienes desarrollan actividades en el campo. Un segundo dispositivo hace lo mismo pero de manera fija, es decir, para que una determinada locación disponga de conectividad aunque la señal de la red móvil ya se haya debilitado. Y un tercero, de misión crítica, más sofisticado, apunta a brindar esa conectividad fija en una zona en donde los requerimientos de ancho de banda son un poco más intensos dada la sensibilidad de la información que se intercambia.
“Es la primera red nativa narrow band IoT (NB-IoT, la expresión en inglés) donde sí puedo conectar miles de dispositivos a las radiobases”, explicó a TeleSemana.com, Marcelo Dumanjó, CEO de Alvis, quien comentó, además, que cuentan con alianzas con las empresas que desarrollan soluciones para el campo, como cámaras de seguridad, medidores de silobosa, de aguada, de caravana de ganado, humedad, electricidad, gas, entre otros, que pueden montarse sobre la red y, así, agregar valor. “Esta es la conectividad ideal para conectar a decenas de dispositivos IoT en el campo”, agregó.
Gracias a estos partnerships es que cada área de producción se convierte en un “campo inteligente”. “Cuando despliego mi paraguas de cobertura se necesita un dispositivo que se conecte a la banda de 450 MHz y sobre ella montamos todo lo que haya que conectar según las necesidades de las personas o de la empresa”, agregó.
Y aquí es donde aparece la ventaja pues cada una de las actividades que se suben a la red pueden monitorearse de manera remota sin tener que estar mandando a una persona a revisar tal o cual cosa, o a salir corriendo frente a la sospecha de una urgencia cuando, en realidad, no hay tal cosa, entre otra amplia variedad de cuestiones vinculadas con la actividad agropecuaria en pleno campo o, inclusive, en los galpones y plantas industriales que los circundan.
“Esto cambia las operaciones de las personas, porque hoy para ver si en algún lugar hay agua tienen que mandar a una persona y eso, ahora, se resuelve por una aplicación. Todo lo que uno necesite resolver es posible. Se puede tener una cámara en donde no hay electricidad y ver lo que está sucediendo. Estos y otros servicios los vamos a montar en mayo en un par de localidades para que se vean las ventajas de esta red”, agregó el directivo. La fecha elegida no es casual pues, para ese entonces, se habrá finalizado la mayor parte de la cosecha en esta zona núcleo de la Argentina.
El servicio constituye una solución de conectividad de última milla. A través de una conexión de Internet fijo y móvil por medio de una red LTE de última generación se logra brindar cobertura en hogares, áreas rurales, empresas, y también organismos estatales y municipios y, así, el interior de las provincias de la Argentina, donde se desarrolla gran parte de la actividad agropecuaria, está permanentemente conectada con el resto del país y con el mundo.
Otra de las ventajas es que se puede estar conectado todo el tiempo también cuando se transita por las rutas. Es común en las rutas argentinas quedarse sin señal a medida que se dejan atrás los pueblos y centros urbanos. A partir de los dispositivos creados por Alvis y su vinculación con la banda de 450 MHz y, desde ella, hacia las antenas 4G, se conforma este paraguas de 4G Rural LTE que permite tener conectividad todo el tiempo.
El objetivo de Alvis es que el proyecto se pueda escalar y alcanzar a muchas más zonas agropecuarias del país. “Financiar un proyecto en la Argentina es de héroes. El despliegue total demandará una inversión de 20 millones de dólares. En la medida en que consigamos más financiamiento aceleraremos la construcción de esta red. Hasta ahora ha sido todo dinero proveniente de los propios inversores. Estamos viendo esquemas híbridos y, de hecho, hace dos años, presentamos el proyecto al Fondo de Servicio Universal (FSU) pero hasta ahora no ha habido definiciones”, concluyó Dumanjó.
