La industria del chip mundial y las estrategias cruzadas de Estados Unidos, México, China, Japón e Israel

Al igual que el objeto semiconductor, que tiene la virtud de ser conductor o aislante, su industria está llena de componentes y coyunturas… que resultan tan contrariamente ambiguas y efectivas como todo chip. Hoy, las noticias vienen de todas las latitudes: Estados Unidos realizó un acuerdo con México para para fortalecer la cadena de producción de esta industria, pero al mismo tiempo se especula la posibilidad que se refuercen las prohibiciones a las empresas que quieran exportar a China. Pero China también responde.

En líneas generales, se trata de una industria que viene enfrentando serios inconvenientes de stock, muy pronunciados a partir de la pandemia. El mundo necesita chips, el desarrollo y desenvolvimiento de las industrias también, pero la escasez es generalizada. Por ello, surgieron diversas iniciativas: en Japón, por ejemplo, se anunciaron líneas de fomento sectorial y Taiwán Semiconductor Manufacturing Co (TSMC) -el principal fabricante del mundo- junto a Sony adelantaron que construirían una fábrica; mientras que en Estados Unidos, hace dos meses se aprobaron legislaciones que, con un subsidio de 52.000 millones de dólares, buscan paliar la escasez y, sobre todo, fomentar la industria local.

Lo cierto es que, aunque Estados Unidos tenga liderazgos en materia de diseño y propiedad intelectual de semiconductores, el gran volumen de fabricación que ostenta Taiwán no es opacado. Y lo cierto también es que, en medio de todo este escenario, está la geopolítica.

Para dimensionar el volumen de negocio, cabe señalar los datos que acaba de ofrecer Terry Tsao, director de marketing global de SEMI y el presidente de SEMI Taiwán; en el marco de SEMICON Taiwán, feria comercial internacional anual para el sector, que se realiza hasta el viernes en Taipei.

Allí, Tsao estimó que para fin de año el valor del mercado de semiconductores de Taiwán alcanzará los 157.360 millones de dólares; y que habrá crecido casi un 18 por ciento en la comparación interanual; mientras que el mercado global habrá totalizado los 625.000 millones de dólares y crecido un 12 por ciento, año contra año.

“Sin embargo, esto no viene sin desafíos, ya que la industria global de semiconductores actualmente enfrenta cuatro obstáculos principales, que incluyen la geopolítica, la gestión de la cadena de suministro en la era posterior a la pandemia, el desarrollo sostenible y la escasez de talento”, agregó el ejecutivo y reflejó la prensa local.

Este martes también, y como resultado de la segunda Reunión anual del Diálogo Económico de Alto Nivel México-Estados Unidos (Dean), ambas naciones anunciaron planes conjuntos para producir chips, pero también en litio. Ya hace casi un año, funcionarios del gobierno de México se habían expresado públicamente al respecto.

“Sabemos que no podemos hacer todo en Estados Unidos, necesitamos socios como México; estamos hablando de cómo podemos equilibrar la cadena de suministro”, dijo John Neuffer, presidente de la Asociación de la Industria de Semiconductores (SIA, por su sigla en inglés) de Estados Unidos a la prensa mexicana.

“México y Estados Unidos colaborarán para mejorar el clima de negocios y fortalecer la resiliencia de las cadenas de suministro entre los dos países. El año pasado se estableció el grupo de trabajo de cadenas de suministro del Dean para evaluar sus necesidades de inversión y reducir vulnerabilidades que puedan causar interrupciones en sectores críticos, como el de semiconductores y tecnologías de información y comunicación (TIC)”, dice el anuncio. Y, según comenta la prensa local, en un mes se volverían a realizar encuentros para evaluar el desarrollo de este acuerdo.

“La aprobación de la ley ´CHIPS y Ciencia´ (Chips and Science Act) en Estados Unidos proporciona oportunidades sin precedentes para mejorar nuestras ya dinámicas cadenas de suministro. De la misma manera, la Ley de Reducción de la Inflación – la legislación más significativa en cambio climático de la historia estadounidense – incluye 369.000 millones de dólares para reducir las emisiones y detonar la demanda de vehículos eléctricos y tecnologías de energías limpias”, recuerda el anuncio.

Según trascendió en la prensa internacional, los funcionarios estadounidenses tienen previsto incrementar, a partir de octubre, las restricciones de envío de semiconductores utilizados para inteligencia artificial y herramientas para la fabricación de chips desde Estados Unidos a China.  Acomienzo de año, varios fabricantes de chips con sede estadounidense, como KLA Corp, AMD o Nvidia, recibieron cartas formales por parte del gobierno local con la prohibición de exportar a China algunos de sus chips más avanzados, excepto que la empresa obtenga una nueva licencia de exportación.

También resulta pertinente recordar lo que el primer día de septiembre respondió Wang Wenbin, portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores en conferencia de prensa ante la pregunta de un enviado de la agencia Reuters. Allí, el corresponsal inquirió acerca de las declaraciones expresadas por ejecutivos de Nvidia Corp en la que admitía este tipo de pedidos formales realizados por parte de los funcionarios estadounidenses para que dejara de exportar sus chips informáticos para Inteligencia Artificial (IA) a China.

Y Wenbin respondió: “Lo que ha hecho Estados Unidos es la típica ´hegemonía de la ciencia y la tecnología´ (…) busca utilizar su destreza tecnológica como una ventaja para entorpecer y suprimir el desarrollo de los mercados emergentes y los países en desarrollo. Esto viola las reglas de la economía de mercado, socava el orden económico y comercial internacional y altera la estabilidad de las cadenas industriales y de suministro mundiales. China lo rechaza firmemente”. Y advirtió que “tales movimientos no tendrán éxito”.

Israel también amerita un capítulo en este sentido pues, la adquisición de Israeli Tower Semiconductor por parte de Intel, en febrero de este año, por 5.400 millones de dólares para ampliar su capacidad productiva y hacer frente a la fuerte demanda. Y, según se especula, es otra carta fuerte.

En aquel momento, Pat Gelsinger, CEO de Intel, había valorado que el acuerdo le permitirá “ofrecer una amplitud convincente de nodos de edge y tecnologías especializadas diferenciadas en nodos maduros, desbloqueando nuevas oportunidades para los clientes existentes y futuros en una era de demanda sin precedentes de semiconductores”, y destacaba que la adquirida ofrecía más de dos millones de obleas por año, “incluidas las oportunidades de crecimiento en Texas, Israel, Italia y Japón”.

Noelia Tellez Tejada se desempeña como Editora Adjunta en TeleSemana.com. Periodista y analista, acredita más de 20 años de labor ininterrumpida en medios gráficos, digitales y radiales. Está especializada en tecnología, negocios y telecomunicaciones. Su correo es [email protected]

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