No es novedad que la conectividad escolar es un tema muchas veces discutido en Brasil, al punto que hasta consiguió ingresar con obligaciones concretas en la subasta de 5G. Tampoco sorprende que la problemática de enlazar a las regiones más alejadas resulte tan compleja como apremiante. Por estas horas, se supo de la donación de Starlink a una escuela ubicada en Amazonas… pero para avanzar en el detalle de la información que ameritó esta nota, es necesario hacer cierto repaso.
Hace alrededor de un mes, se comenzó a plantear que los satélites podrían resultar de “buena ayuda” para resolver la brecha digital escolar en el país. La declaración corrió por cuenta del propio Fábio Faria, ministro de Comunicaciones, quien subrayó el rol que podrían cumplir las soluciones satélites de órbita baja (LEO) en aquellas regiones en las que ni 5G, ni otras alternativas resultan eficientes. La consecuencia inmediata fue que todas las miradas se posaron en Starlink y hasta trascendió que podría quedar en manos de este operador satelital la conectividad a Internet de las 19.000 escuelas rurales existentes, además de monitoreo ambiental en Amazonas. Decirse, se dijo mucho. Sin embargo, acaba de conocerse que una sola escuela, ubicada en Amazonas, fue la que se recordará como la del primer paso… aunque fuera una donación.
“Un poco de la emoción que sentimos! Conectar una escuela indígena sin electricidad fue un hito en mi trayectoria. Sentí la emoción y el agradecimiento de cada uno de los 35 alumnos”, posteó el titular del Ministerio de Comunicaciones (MCom) en su cuenta personal de la red social Twitter, en cuyo hilo también precisó que se trata “la primera de las casi 5.000 escuelas sin electricidad que aún debemos conectar en todo Brasil”.
La institución educativa funciona en la comunidad indígena Yamado, en Careiro da Várzea, a 25 kilómetros de Manaos, y posee una matrícula de 35 alumnos. Allí, la gestión actual de gobierno aprovisionó con energía solar e Internet satelital.
Según precisó Teletime, este acuerdo se realizó a modo de donación por parte de la empresa propiedad de Elon Musk dado que, aunque en mayo se anunció que la satelital y el MCom avanzarían en trabajos conjuntos para conectar la región de Amazonía mediante la constelación de satélites de órbita baja (LEO) y hasta se adelantó la posibilidad de que la iniciativa fuera expuesta a un proceso licitatorio, aún nada sucedió.
Por ahora, y según lo revela el mapa de disponibilidad de Starlink, Manaos se muestra como una mancha de servicio activo en una región en la que, en general, la previsión para le comienzo de la prestación está previsto para el primer trimestre de 2023; a diferencia de la zona sur del país, donde sí se evidencia la prestación activa: Goiás, Mina Gerais, Matto Groso, San Pablo, Rio de Janeiro y Rio Grande, entre otras regiones.
Lo cierto es que la agresividad de Starlink no es una novedad y cada semana se conocen sus cada vez más desafiantes acuerdos. Hace un mes, por ejemplo, redujo significativamente su tarifa en la región, a la par que no detiene la expansión de su cobertura, ni los acuerdos con, por ejemplo, operadores móviles para garantizar conectividad universal o empresas pertenecientes a los más variados mercados verticales, como puede ser una aerolínea.
A modo de contexto también resulta importante recordar que, por estos días, todo lo que sucede en Brasil está matizado por la nueva jornada electoral que se avecina y que se realizará el próximo domingo 2 de octubre, fecha para la que once candidatos registraron sus propuestas ante el Tribunal Superior Electoral (TSE, por sus siglas en Portugés) y entre quienes se encuentra el actual primer mandatario, en búsqueda de su segundo mandato.
En ese marco, se multiplican las preguntas y aquí citamos sólo dos ejemplos: ¿Habrá licitación por los servicios satelitales para conectividad escolar durante este ciclo de gobierno? ¿Será la donación de Starlink la muestra de una certeza?.
