“El 5G está pensado para Estados Unidos y Europa, y no vemos un business case súper fuerte para desarrollar”

Es un referente en la industria de las telecomunicaciones y un apasionado de la educación. Karim Lesina, vicepresidente ejecutivo y Chief External Affairs Officer de Millicom, tiene también una mirada optimista sobre el futuro de América latina. Cree que lo realizado durante la pandemia en materia de conectividad puso a los distintos actores del sector público y del privado a trabajar juntos y que eso debe mantenerse como una línea para darle acceso a los habitantes de la región.

En un diálogo ameno con TeleSemana.com, Lesina tocó distintos temas que hacen a la industria en general y a Tigo en particular. Consideró que hay que pensar las políticas en función de un mundo híbrido, donde las redes serán vitales para mantener a las sociedades conectadas y con acceso a sus necesidades básicas, que es necesario repensar los fondos que financian las infraestructuras y entablar nuevos vínculos con los organismos multilaterales. También se refirió a 5G, a la que caracterizó como una tecnología aún alejada de las necesidades de América latina, y señaló que innovar en telecomunicaciones es permitirle a la gente del mañana el poder desarrollarlo todo desde lo digital.

¿Cómo ve a la región tras la pandemia; a la necesidad de conectividad y de transformación digital?

Lo que hemos visto en la pandemia fue la capacidad de la industria en general, no solo de Millicom, sino de las TICs en su conjunto, de responder en un momento muy difícil; y de permitir al ecosistema latinoamericano sobrevivir. Algunos desafíos los hemos visto en muchos países. La falta de digitalización de algunas partes del sector público  se vio, por ejemplo, en las complicadas respuestas que dieron las escuelas; aunque la respuesta general de los gobiernos fue impresionante: todos trabajaron juntos. Y a esta capacidad de trabajar juntos, para el bien de la sociedad, tenemos que continuar poniéndola en la cabeza.

¿Algunos casos que se hayan destacado?

Uno de los ejemplos es Panamá. Nos faltaba espectro y el gobierno organizó un modelo para darle posibilidad a todos los operadores para tener espectro gratis, por un tiempo limitado, para responder a desafíos de los panameños. Y el impacto positivo de este proceso también adaptó el precio del espectro para tener más cobertura. Uno de los principales desafíos de los operadores es el elevado precio del espectro. Panamá es un gran ejemplo. Lo destacó la GSMA. Fue un estudio financiado por el gobierno sueco e inglés donde mostraron que la conectividad está en niveles elevadísimos. Porque cuando hablamos de 3G y 4G tenemos altos niveles y el problema principal es la adopción. Vemos el ejemplo en países de Europa del Este.

La gente se conecta cuando tiene la posibilidad, las escuelas también. Es un proyecto donde tenemos que trabajar todos juntos, fuerte. Hace 10 días lanzamos el segundo congreso de maestros conectados, que fue una de nuestras respuestas para que se adapten al uso de la tecnología, porque fue difícil para ellos manejar sus clases por Zoom. Vamos a tener que ver el impacto de la región. Todo hemos hecho cosas impresionantes, sociedad civil, gobiernos, administración pública y fue impresionante, porque fue de todos juntos. No sé si el covid se acabó o no, pero tenemos que estar listos para el futuro, y también tenemos que pensar que vamos a vivir en un modelo híbrido por mucho tiempo y eso es positivo. Porque si un niño de la periferia o de la zona rural tiene la oportunidad de tener el mismo acceso a tecnología la calidad educativa, todos tendrán oportunidades enormes.

Uno de los mayores desafíos pasa por la educación…

Durante tanto tiempo hablamos de e-learning, de conectados, y lo que sucedió es un ejemplo real de asegurarnos que no vamos a ir a la normalidad de hace tres años. La normalidad como la conocíamos no va a existir. Tenemos que ver cómo trabajar en cosas del futuro: cobertura en zonas rurales, precio del espectro, cómo trabajar para que los operadores tengan capacidad económica y logística de conectar a las zonas. Otro ejemplo es el de Nueva Zelanda: anunciaron que van a dar el espectro gratis pero con obligación de cobertura, con obligaciones sociales. Estamos viendo a un país con problemas de gente establecida en pocos espacios a la que hay que conectar, y es un gran ejemplo, más integrado en el mundo occidental.

¿En qué países ve una discusión más profunda, o más madura, sobre cómo continuar abordando este tema?

Depende de los países. En donde operamos hay un gran interés por trabajar juntos, para empoderar a los ciudadanos con tecnología. En Guatemala, en Paraguay, en Panamá, El Salvador, hay un gran interés. El desafío es el económico, porque hay que buscar recursos para cubrir zonas rurales y también escuelas, administración pública, y dar las oportunidades y la razón a la gente por la que tener más conectividad.

El segundo aspecto a tener en cuenta será el rol de las organizaciones multilaterales, como el BID, la CAF, el FMI, el BM, para que identifiquen los modos de soportar estos tipos de fondos para desarrollar redes en zonas rurales mal conectados, y donde los operadores también puedan utilizar esos fondos.

Pero las perspectivas económicas no parecen muy halagüeñas…

Algunos de nuestros países son estables, y el crecimiento de 2023 será más alto que el de otras regiones, vamos a tener que mirar eso y crear fondos para realmente fomentar la conectividad rural y eso puede generar gran interés y ver cómo crearlos. Porque existen pero los únicos que pagan son los operadores de telecomunicaciones. Tienen que ser el ecosistema digital para cubrir las zonas rurales, tal como está dándose el debate en Europa, orientado a crear pagos específicos. La cosa no es que pague uno u otro, sino que nos juntemos todos en torno del objetivo principal que es conectar a los no conectados. Veo a toda América latina en este caso. Y hay que ver a la tecnología como un pilar del desarrollo de un país, y a un teléfono como parte de su desarrollo.

¿Cómo advierte la vinculación entre las operadoras de telecomunicaciones y el sector productivo en este escenario?

Somos grandes proveedores de servicios para las pymes. Son parte de la estructura de la región, y van desde grupos de 50 a dos personas. Eso es esencial. El problema es el acceso a los fondos, porque muchas de estas pymes viven con acceso al crédito que es complicado. Y a esto hay que verlo especialmente con las grandes multilaterales para insertarse en el sistema económico global. Lo vemos todos los días, con proyectos sociales. Es el principal obstáculo no estar educados para eso. Porque eso es el futuro. Hay muchos otros proyectos para hacer más allá de que este proyecto esté orientado a las mujeres. Si estas personas están capacitadas para ingresar en el sistema productivo, van a crear valor y van a generar empleo y eso va a ser el futuro.

¿Tigo Money podría inscribirse como un servicio que permitió generar valor?

Tigo Money es un servicio muy específico que permitió bancarizar a los no bancarizados. Esas son cosas esenciales que tenemos que hacer. A veces nos concentramos en el top, lo que pasa en Europa y Estados Unidos y olvidamos que nuestros países tienen desafíos muy específicos. Porque se puede mirar afuera, pero las cosas se resuelven a nivel local. Eso implica trabajar con los gobiernos locales y con las multilaterales para conectar a las personas. Porque la digitalización es la única manera que va a permitir a nuestra región crecer. Y no podemos seguir con una sociedad donde el 35 o el 40 por ciento de la población no tiene educación digital.

Tigo no está presente en ninguno de los países que han avanzado hacia 5G de manera formal. ¿Cuánto más se puede extender la ampliación, adopción y uso de 4G en la región?

Todos hablan de 5G pero lo que identifica como desafío una organización como la GSMA es el tema del acceso a los dispositivos. Nuestra gente necesita el teléfono 4G a 35 o 40 dólares y no pueden estar cambiando el teléfono cada año. Y eso tiene impacto cuando se cambia de tecnología. Es un desafío global que está en el road map de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT), es decir, desarrollar capacidades de bajo costo; y es un desafío que toda la industria y los gobiernos lo tienen que hacer juntos. Porque si no, vamos a seguir teniendo ciudadanos de clase A, y de clase B, y no lo considero aceptable. Hay que trabajar para que todos tengan las mismas oportunidades. Y seguir trabajando en el desarrollo de 4G para subir a todas las personas. Pero 5G va a venir, lo estamos desarrollando en Guatemala. Lo importante es dar la posibilidad de conectar a la gente, y tener velocidad en la red y en su terminal y tener acceso al mundo digital.

¿Cuánto tiempo más se va a extender, entonces, el uso de 4G?

Va a depender mucho del desarrollo de 5G. 4G vamos a seguir necesitando por mucho tiempo más. Todavía hay quienes tienen 3G, aunque no es lo ideal. 4G tiene alta adopción en la región, en niveles diferentes. El enfoque tiene que ser poner a toda la gente en 4G, trabajar con los gobiernos en terminales a bajo costo, expandir redes en zonas rurales, para mí es el desafío principal. No es porque haya una red 5G que la gente se va a conectar. El próximo G va a depender de cómo se desarrollará un G que se adapta a nuestras economías porque por ahora el 5G está pensado para Estados Unidos y Europa, y no vemos un business case súper fuerte para desarrollar. Vamos a tener que esperar un poquito más. Mauricio Ramos (CEO de Millicom) fue claro y dijo que lo vamos a ver en los próximos años. Yo ya tengo 5G y no veo gran diferencia por ahora. Va a venir pero la tecnología va a necesitar tiempo para desarrollarse. Tiene que estar disponible el espectro, los terminales, un business case que se desarrolle con los niveles de uso que tenemos en la región porque si es solo branding no sirve. El foco principal no tienen que ser los G sino conectar a las personas. Lo que se mira es tener acceso y velocidad para hacer lo que necesito hacer.

¿Cómo impacta la infraestructura en esta mirada?

Otro desafío es que hay que poner muchísima fibra para asegurar a las próximas redes. Hay muchas inversiones que tienen que venir con fibra antenas, disponibilidad de tecnología, de materiales, que se van a integrar y es un buen ejemplo de trabajar con los gobiernos para desarrollar un proyecto muy bueno, porque el otro desafío va a ser el CAPEX y el precio del espectro no tiene que ser un bloqueo sino una oportunidad. Insisto en el ejemplo de Nueva Zelanda, porque es un país más rico que cualquiera de la región, y determinó que su objetivo principal es conectar a las personas, y el modelo con obligación de cobertura es súper interseante y hay que mirar eso en la región, porque no se pueden pagar las deudas de otros sectores con nuestro sector. Lo digital es un must, es algo que necesitamos todos. Es esencial para permitir dar oportunidades a la región, desde Argentino a México, es súper importante.

Hace unos días se unieron a la Alianza para la Creatividad y el Entretenimiento, una iniciativa contra la piratería, ¿por qué? ¿por qué cuesta tanto luchar contra la piratería en la región?

Es un fenómeno global. Es una dificultad para luchar. No es nada nuevo. Somos unos de los principales dueños de derechos de deportes. La piratería impacta en el fútbol local, porque cuando somos distribuidores de contenido local los derechos que pagamos se le da a las ligas, a los equipos locales, y a los futbolistas locales. Y si perdemos 30 o 40 por ciento de ingreso es dinero que no puede ir a los equipos locales, que no fomenta más desarrollo. El desafío principal aquí es que nada es gratis. Cuando se roba señal y distribuye de manera ilegal hacen un daños en muchísimos lugares, desde recursos que se pierden, son los equipos locales, los jugadores, los fans. Y los que pierden los gobiernos porque no hay posibilidad de fomentar más publicidad a nivel nacional, el impacto es mucho más grande que lo que la gente piensa. Una de las razones por las que decidimos sumarnos a la alianza es para demostrar que las industrias tienen que unirse porque siempre vemos al mundo telecomunicaciones desde el contenido, y somos el primer operador en integrarse a esta alianza.

¿Cómo se integra Tigo en el mundo audiovisual y de los contenidos?

El impacto tiene que ser mirado desde ese lugar. Cuando se roba el contenido no solo roba la propiedad intelectual sino su trabajo. El objetivo es explicar por qué es importante pagar por el contenido por el impacto en la distribución. Queremos equipos más fuertes, películas argentinas que se distribuyan en todo el mundo, que no es un clan de ricos que quieren ser más ricos sino que es un desafío para los países y para el mundo. Al nivel local hay muchas cosas que se pueden hacer, tal como lo hizo Paraguay que va contra los piratas porque tiene impacto y permitir a clubes que tengan más oportunidades para el futuro.

Para finalizar, ¿qué es hoy innovar en telecomunicaciones?

Es siempre buscar la manera de conectar y de construir las autopistas digitales que son el desafío de nuestra compañía. Buscar nueva tecnología, integrar nueva tecnología, no son los G. Al final, hay que construir autopistas digitales para conectar a los países. Pero también están los países como los que permitieron el desarrollo de Tigo Money, que ayudan a bancarizar. Innovar es permitir a la gente de mañana tener la capacidad de desarrollar todo mañana. Porque, por ejemplo, el nuevo Globant va a venir. Cuando se ven a esos equipos desarrollando, se ve toda la capacidad para continuar innovando en sus países, con acceso a financiación y demás, por eso la importancia de trabajar con las multilaterales. Eso es innovación. Para mí es más importante enfocarnos en nuestro ADN, en integrar múltiples tecnologías, en enfocar lo que es adopción, y trabajar como locos en la parte educativa porque es la base de la sociedad del futuro, y nosotros somos una compañía que mira siempre el mundo en el largo plazo, porque las inversiones son a 30 años, y el objetivo es que los que vengan después sean mejores y esten mejor preparados para que puedan insertarse en la economía global y generar muchos hub en la región.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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