“Las tres principales operadoras móviles del país, en un comunicado conjunto, detallamos los obstáculos de la subasta de espectro 5G: entre ellos, cabe destacar que el precio asignado a cada uno de los bloques de 100 Mhz de la banda de 3,5 Ghz es muy elevado respecto de la situación macroeconómica del país, de nuestros clientes y del sector”. Así comienza la misiva que Claro, Movistar y Telecom difundieron hace horas, en respuesta a las condiciones de compulsa espectral anunciada para 5G por el Ente Nacional de las Comunicaciones (Enacom).
La crónica recuerda que el lunes, el directorio del Ente argentino aprobó la realización de la subasta y que, al día siguiente, difundió en el Boletín Oficial los pormenores de la propuesta mediante la resolución 1285/2023, y a la que acompañó con la resolución 1289/2023 para asignar espectro al operador satelital público, Arsat. A partir de allí y por 24 horas, el hermetismo de declaraciones formales se conjugó con un malestar generalizado, porque la propuesta no gustó.
Uno de los puntos centrales del desacuerdo radica en el precio del espectro y es el primer punto al que refiere este comunicado compartido, donde los operadores advirtieron que “el precio base fijado por Enacom supera en un 300 por ciento al de igual banda establecido por Brasil, que tiene una situación económica completamente distinta y es uno de los mejores ejemplos de subasta de espectro 5G en la región”.
Vale recordar que en la Argentina se ofrece la banda comprendida entre los 3.600 MHz y los 3.700 MHz, y que la segmenta en tres lotes de 100 MHz, con un precio de base de 350 millones de dólares y por 20 años. Y los operadores cuestionan este valor y esta estrategia, sobre todo, porque ponderan que hay casos más exitosos a mano, como el de Brasil y Chile, (pero entre los que también planea enlistarte Costa Rica), donde la estrategia pasó por apostar al intercambio de recursos por obligaciones de hacer. Sin dudas, los territorios, las coyunturas y las urgencias son diferentes en cada caso.
En la misiva corporativa también se cuestionó que Arsat recibiera recursos espectrales, por 20 años en “la banda de frecuencias comprendida entre 3.600 y 3.700 MHz al Servicio Fijo y al Servicio Móvil Terrestre, ambos con categoría primaria”, tal como lo establece la resolución, de cara a articular sus políticas públicas o, en sus palabras, “para la implementación de un plan estratégico de conectividad federal del Estado Nacional, conforme las instrucciones que oportunamente reciba de su accionista”. Pero para los operadores privados, esta asignación de un bloque de 100 Mhz “a título gratuito es otra contradicción y distorsión económica anticompetitiva e irregular. Es un hecho de enorme inseguridad jurídica”.
La misiva de Claro, Movistar y Telecom discute, además, que la subasta imponga estrategias de asequibilidad tarifaria, destinadas a los segmentos poblacionales más empobrecidos del país, y lo cuestiona porque considera que “se imponen planes y regulaciones de precios, en un claro remedo del DNU 690/2020, cuyos efectos fueron negativos, distorsivos y recesivos para el país”.
“Resulta necesario, para atender en forma eficiente al crecimiento de las redes móviles actuales, que se incluya en un procedimiento competitivo oneroso, la asignación del espectro 4G que se encuentra sin utilizar desde hace más de siete años”, continúa el comunicado y, en este punto, puso voz a una percepción generalizada en el sector.
“Las operadoras móviles de Argentina, Claro, Personal y Movistar, queremos invertir y competir, queremos colaborar con el desarrollo del país y queremos desplegar el 5G, que es un paso muy importante que Argentina tiene que dar y darlo bien” dice en sus últimas líneas el comunicado conjunto, que expresa el malestar de la industria, y que culmina por sentenciar que “reiteramos la necesidad de revisar las condiciones, dado que en este escenario es imposible el despliegue de 5G y será, en consecuencia, difícil la presentación al concurso por parte de las Operadoras Móviles”.
De momento, nadie quiere salirse del texto, ni hacer alguna declaración extraordinaria, pero el malestar continúa y el plazo establecido para presentar las propuestas formales corre. Como ante un tablero de ajedrez con una jugada compleja por delante, el desenlace amerita de la sapienza de un Gran Maestro, ¿lo habrá?
