Aunque todavía no tiene ningún satélite en el cielo, Amazon está encarando las acciones suficientes como para asegurarse contratos una vez que se lancen los primeros vehículos de su futura constelación de órbita baja, llamada Proyecto Kuiper. Por estos días, está en conversaciones con Vodafone, interesada en apalancarse en esta tecnología para expandir el alcance de sus redes de telecomunicaciones tanto 4G como 5G en Europa y Africa.
La intención del operador británico es conectar sus estaciones base móviles ubicadas en lugares remotos a sus redes centrales para, de ese modo, eliminar la necesidad de establecer enlaces inalámbricos fijos o basados en fibra.
Amazon prevé lanzar dos prototipos de satélites de órbita baja (LEO, por su sigla en inglés) en los próximos meses antes de iniciar la etapa de despliegue de su constelación de satélites, prevista para 2024. El Proyecto Kuiper competirá de manera directa con Starlink y OneWeb, entre otras constelaciones menos conocidas pero que también están poblando el espacio.
Vodafone y Amazon anticiparon que la intención es trabajar en la implementación de servicios de banda ancha de alta velocidad que promete el Proyecto Kuiper en comunidades desatendidas en distintos puntos del planeta. El segmento de empresas también está entre los futuros clientes a abordar para ofrecerles conexiones de respaldo, según informó la agencia Reuters.
Dave Limp, vicepresidente senior de dispositivos y servicios de Amazon, dijo que la asociación ayudaría a los clientes de ambas compañías a “obtener el máximo valor de la conectividad ampliada, particularmente en áreas como banda ancha residencial, agricultura, educación, atención médica, transporte y servicios financieros”.
Por su parte, la directora ejecutiva de Vodafone, Margherita Della Valle, aseguró que la asociación complementaría el trabajo actual de la compañía británica con AST SpaceMobile para desarrollar una red móvil espacial que se conectaría directamente con teléfonos móviles estándar sin necesidad de equipos especializados.
Aquí es donde se vislumbra otra oportunidad para la industria de las telecomunicaciones, aunque con los ojos puestos en una década o más hacia adelante. Las comunicaciones directas entre teléfonos conectados a redes 4G y 5G y los satélites forman parte de las discusiones actuales para estar siempre conectados más allá de la geografía en que las personas se encuentren. Eso supone trabajar en distintas planos, tanto a nivel de la ingeniería y la tecnología como de los estándares que se requerirán para cumplir con las normas internacionales de telecomunicaciones.
El movimiento que pretende dar Vodafone con Amazon y su Proyecto Kuiper ya tiene antecedentes, como el recientemente conocido entre Telefónica y Starlink para brindar acceso a Internet a clientes rurales y remotos. En España, Starlink acaba de anunciar que su negocio triplicó ventas desde que comenzó a operar, en octubre de 2020. En ese país, la empresa local Sateliot también es otro de los jugadores que se erige en el escenario LEO con la expectativa de ampliar la provisión de sus servicios de la mano de las operadoras de servicios móviles. Con Telefónica cerró también uno de sus primeros contratos.
Como se advierte, son todos movimientos que muestran nuevas oportunidades aunque la escala será la clave para sostener el negocio.
