5G requiere ecosistemas que fomenten y faciliten el desarrollo de los casos de uso que lo vehiculicen. Con ese espíritu, a casi un semestre de haber adjudicado espectro y cuatro meses que el operador público encendiera su red, Uruguay avanza en el desarrollo de ese insumo elemental para el desarrollo de la quinta generación de las comunicaciones con la inauguración del Antel Open Lab. Se trata de un laboratorio digital de desarrollo tecnológico destinado a “potenciar proyectos productivos para la sociedad”, que cuenta con el apoyo de Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel), del Ministerio de Industria, Energía y Minería, de la Agencia Nacional de Investigación e Innonvación (ANII), de la Cámara Uruguaya de Tecnologías de la Información (CUTI), del Uruguay Innovation Hub y del Laboratorio Tecnológico del Uruguay (LATU).
El objetivo es desarrollar casos de uso para 5G y, para ello, este laboratorio tiene abierta su convocatoria a startups que anhelen incubarse para desarrollar. En su propia definición “surge como epicentro nacional abierto, dedicado a forjar un núcleo digital robusto, especializado en la validación y adopción de tecnologías emergentes, particularmente en el ámbito del 5G. Es un lugar donde explorar, experimentar y desarrollar nuevas soluciones a los desafíos del mundo actual, dentro de un entorno de pruebas meticulosamente controlado y a la vez, altamente flexible”.
“Este laboratorio brinda un terreno fértil, donde los conceptos se prueban y los prototipos iniciales se construyen con una visión clara hacia la comercialización”, dice en su presentación y se exhibe como “un catalizador para el desarrollo de proyectos piloto, validando y afinando nuevas tecnologías vinculadas a la conectividad y fomentando la creación de servicios innovadores”.
“Es un espacio donde se experimentarán ideas creativas en un ambiente controlado y flexible, con el objetivo de traducir estas ideas con la aplicación de elementos tecnológicos, como el 5G e inteligencia artificial, para desarrollar servicios y oportunidades de negocios y usos, que sirvan para ponerlos al servicio de la sociedad, los clientes y el bienestar social”, dijo en el marco de la presentación Gabriel Gurméndez, el presidente de Antel. El funcionario valoró esta iniciativa como “un paso más allá, generamos un espacio que permitirá desarrollar nuevos servicios que ayuden a cambiar para bien la vida de los uruguayos”.
“Poner a Antel como actor central del ecosistema digital, como un gran facilitador de un sistema de innovación pujante”, sostuvo el ejecutivo, al tiempo que Omar Paganini, ministro de Industria, Energía y Minería de Uruguay, aseguró que se trata de una iniciativa pensada desde 2020. “La política pública debe y puede ayudar al desarrollo, articulando instituciones y generando ambientes abiertos para permitir nuevos emprendimientos”, dijo el funcionario.
Para propiciarlo, Antel pone a disposición su infraestructura, equipos técnicos y profesionales y su presidente lo calificó como “la conexión con el futuro, que va a permitir proyectar esta tecnología en aspectos tangible y reales, donde la gente perciba el beneficio de la tecnología en su vida”.
Apenas inaugurado, el Antel Lab ya tiene usuarios activos. Entre ellos se encuentra el de Vertipuertos para delivery de mercadería, es decir que este laboratorio permitirá que Drone Uy pueda realizar pruebas específicas para potenciar su servicio de drones autónomos.
Otra experiencia es la de automatización de desacopio de contenedores marítimos, la preparación de paletizado y la distribución autónoma en warehouse. Y para trabajar en este sentido se reunieron los esfuerzos de Grupo RAS, Genba, Newlab y Open Digital Lab para realizar un proyecto piloto que permita medir y demostrar la efectividad de la tecnología.
Sí, esta noticia trae algunos recuerdos. Por ejemplo, que Chile vio la necesidad de avanzar con el desarrollo de ecosistemas y, para ello, articuló la creación de Campus 5G en todo el país con actores públicos y privados, de la industria, la educación y las TICs; que Colombia planteó hace un año la necesidad de avanzar con iniciativas de este tipo, mientras en Brasil también se advirtió esa urgencia.
