En los primeros días de febrero, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones de Colombia (MinTIC) presentó la Estrategia Nacional Digital (END), una política orientada a reducir las brechas a partir de la implementación, difusión y adopción de los datos y de las tecnologías digitales. Y en ese marco, propuso objetivos ambiciosos, como llevar de 38,5 millones a 71,3 millones los accesos móviles y fijos a Internet en el país en 2026.
El plan, presentado por el ministro TIC, Mauricio Lizcano, y el Departamento Nacional de Planeación (DNP) se apoya en ocho ejes: conectividad digital; acceso, uso y aprovechamiento de datos; seguridad y confianza digital; y habilidades y talento digital, entre los primeros cuatro. Los otros pilares son inteligencia artificial y otras tecnologías emergentes; transformación digital pública; economía global; y sociedad digital. Es decir, la propuesta se basa en la digitalización de los diversos ámbitos de la vida del país. Luego, cada uno de estos ejes tiene sus propios objetivos y líneas estratégicas.
El primero, relativo a “la conectividad digital para cambiar vidas” es, quizás, el más importante, porque a partir de la existencia de redes de telecomunicaciones se desplegarán los restantes pilares. Aquí, el objetivo es “conectar a los habitantes de Colombia, reconociendo el acceso y uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones como un derecho y no un privilegio, especialmente en las zonas que no cuentan con estos servicios o que requieren mejorar la cobertura y calidad de estos, para contribuir a la generación de oportunidades, riqueza, igualdad y productividad en el país”. Se reconoce la necesidad de mejorar los servicios en las zonas donde son deficientes o no están disponibles, brecha que sin dudas cualquier país de América latina debe cerrar.
Las líneas estratégicas para avanzar con este eje relativo a la conectividad pasan por “impulsar el despliegue de redes de comunicaciones como generador de oportunidades, riqueza, igualdad y oportunidad”, promover la asignación y el uso eficiente del espectro radioeléctrico, fomentar la masificación de las TICs para contribuir al cierre de la brecha digital, y fortalecer los servicios de radiodifusión sonora para la inclusión social.
En otras palabras, para cumplir con esta primera premisa se requerirá de inversiones que, en el caso de este país, provienen mayormente del sector privado. Esto quedó evidenciado tanto en la descripción de la estrategia como en los hechos que se pretenden concretar de cara a 2026.
Si la cantidad de accesos fijos y móviles que se pretenden alcanzar en ese año supera los 71,3 millones, a la hora de discriminar se observa que la mayoría pasará por la tecnología móvil. El objetivo es pasar de 30,1 millones, según datos de 2021, a 61,4 millones de accesos móviles. En relación a la conectividad fija, la meta apunta a alcanzar a unos 10 millones de hogares sobre un total de 17,5 millones según los datos de 2022 del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE).
Otros objetivos que surgen de la EDN hacen suponer que se tendrá que trabajar de manera conjunta con otras áreas de gobierno, como educación. Se espera que en 2026 hayan 4,2 millones de personas sensibilizadas con el uso seguro y responsable de las TIC, y que casi 800.000 personas hayan finalizado capacitaciones en habilidades digitales.
Como el plan busca impactar a nivel de aparato gubernamental y productivo, también hay metas relativas a estos sectores. Por el lado de gobierno, se espera que unas 800 entidades apalanquen sus decisiones en la gestión de datos, y que crezca un 6 por ciento el índice de gobierno digital en entidades territoriales. También, que los servicios y capacidades digitales de las distintas jurisdicciones pasen de un 56,2 por ciento al 100 por ciento en 2026.
Desde el punto de vista económico-productivo, la previsión de la EDN es que se evolucione de 12.822 empresas o empresarios que usan herramientas digitales, según los datos de 2022, a casi 33.000 en los próximos dos años. Y que las empresas de la industria digital beneficiadas para impulsar la transformación digital del país pasen de 1.569 a más de 3.400 en el mismo período.
Un último abordaje social, muy enfocado en la reducción de diversas brechas existntes en este nivel, tiene que ver con las personas mayores que usan Internet, que hoy alcanza al 73 por ciento de la población, y que se espera ampliar hasta el 85 por ciento. También que las comunicaciones entre personas sordas y oyentes vayan de casi 2,1 millones a más de 4,2 millones en 2026. Y que la cantidad de centros de salud pública con servicios de telemedicina en marcha pase de un 8,84 por ciento actual al 50 por ciento en 2026.
Las metas son ambiciosas, tal como se puede ver en el documento, para descargar desde aquí. Si bien la mayoría de los datos de que se parten son de 2021 o 2022, el desafío de la actual gestión es concretar o llegar lo más cerca posible a los objetivos propuestos. Metas que se alcanzarán siempre que haya una coordinación y entendimiento entre el sector público y el privado, que viene experimentando momentos de tensiones y que debe comenzar a iniciar los despliegues de 5G para cumplir con las obligaciones surgidas de la licitación del año pasado. Las operadoras, hasta ahora, no se han pronunciado sobre la END 2023-2026 y el rol que tomarán.
