TV Azteca siempre dedica algunas frases a su operación en Perú en la presentación de sus resultados y el tercer trimestre del año no fue la excepción. Como en otros casos, prefirió patear la pelota hacia adelante y evitó ser concreto sobre lo que sucederá con sus inversiones en el ámbito local, donde mantiene un contrato con el Estado por el funcionamiento de la Red Dorsal de Fibra Óptica.
“Como se anunció previamente, la dirección de TV Azteca se encuentra en proceso de actualizar la valuación y las perspectivas de su inversión en telecomunicaciones en Perú con el fin de determinar su compatibilidad con la definición estratégica de la compañía. Sobre la base de ese análisis, se formulará un plan de acción sobre la inversión”, dijo la compañía.
Los ingresos trimestrales de su presencia en Perú fueron de 95 millones de pesos (4,9 millones de dólares), apenas uno por ciento más que lo informado hace un año y sin cambios con respecto a lo informado en el período abril-junio de este año. La facturación local representa apenas el 2,7 por ciento de los ingresos totales de la compañía mexicana.
Los costos de Azteca Comunicaciones Perú fueron de 117 millones de pesos (seis millones de dólares), 15 por ciento menos que hace un año. La baja se adjudica al “menor costo de alquiler de infraestructura”. Aunque la empresa no lo precisa, parte de la explicación de esta caída se encuentra en los mandatos del Organismo Supervisor de la Inversión Privada (Osiptel) para contratos de uso y acceso a la infraestructura eléctrica. Según El Comercio, es una acción que generó quejas por parte de la Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía que reclama que el regulador incumple reglas vigentes al eliminar de forma arbitraria ciertas cláusulas con el objetivo de disminuir la contraprestación que debe asumir el operador.
Lejos del matrimonio feliz en el que se unieron hace algunos años, la relación entre Perú y Azteca se convirtió en una discusión con final incierto. La causa del desmadre es la forma en que se mantendrá activa su Red Dorsal ante su subutilización. La iniciativa también tiene otras dificultades como la alta competencia y errores en los lineamientos de los planes regionales de banda ancha.
La situación llevó a que el Estado proponga una adenda al acuerdo inicial según la cual se incorporaría un mecanismo de flexibilidad tarifaria con tope máximo en lo definido antes como tarifa única. Pero, en palabras del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC), la empresa “respondió sin presentar contrapuesta alguna, por lo que aún no se llegó a un acuerdo para la modificación”.
