El fin del roaming internacional como negocio es una cuestión de tiempo en Latinoamérica. En Europa ya funciona y los usuarios lo demandan. Los motivos son varios pero podrían agruparse en cambios lógicos de un mercado en constante movimiento. Las dudas ahora pasan por cuándo, dónde primero y qué tipo de acuerdos terminarán por darle muerte a éste negocio que ya ni los operadores parecen llorar.
Hay al menos cuatro tipo de alianzas que ya funcionan, algunas solo desde el discurso, y que rompen la idea de una recuperación milagrosa: acuerdos entre operadores, acuerdos entre filiales de un mismo operador, acuerdos bilaterales entre países y convenios internacionales masivos. Uno, otro o todos ellos podrán explicar en el futuro por qué el roaming a tarifa local se convirtió en realidad en esta parte del mundo.
Al aprovechamiento que hacen de su pisada regional empresas como Claro y Movistar, con la eliminación de cargos de acceso adicionales a quienes viajen desde y hacia determinados países, se anunció recientemente un acuerdo entre Telecom Argentina y la Administración Nacional de Telecomunicaciones (Antel) que permitirá a clientes pospagos de una y otra empresa contar con itinerancia a precio local en Uruguay y Argentina, respectivamente.
Fuera de lo privado, 19 países de iberoamericanos se comprometieron a eliminar los cargos adicionales por servicios de roaming en el marco de la VII Asamblea de la Comisión Interamericana de Telecomunicaciones (Citel). La alianza se concretó hace poco menos de ocho meses, cuando ya corrían acuerdos similares entre países de la Alianza del Pacífico (México, Colombia, Perú y Chile) y la Comunidad Andina (Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú).
Chile fue uno de lo que no firmó ese acuerdo múltiple e indicó que su decisión se debía a que se trataba de un documento no vinculante. El país hoy presidido por Sebastián Piñera es, sin embargo, uno de los casos más avanzados de la región. Tiene un acuerdo con Argentina por el que, de respetarse, eliminará el roaming internacional en 2019, otro con Perú y uno más con Brasil, que según Cooperativa podría aplicarse una vez que entre en vigencia el Tratado de Libre Comercio que firmarán Piñera con Michel Temer la próxima semana.
“Todos morimos”, dice Dr. House. El negocio del roaming no escapará a tan real y poco marketinera realidad.