Las instancias regulatorias por la que deben pasar los procesos en Brasil han ganado protagonismo en el último tiempo, en un mercado que tiende a la consolidación y que cada vez más a menudo encuentra acuerdos entre sus prestadores. En este contexto, TIM y Vivo acaban de lograr aprobación sin restricciones para su alianza por compartición, por parte del Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE).
El acuerdo se firmó en julio del año pasado y los detalles se conocieron algunos meses más tarde. Involucra 2G, 3G y 4G y atañe a unas 2.700 ciudades, prácticamente la mitad con las que cuenta el país. Todavía falta la luz verde por parte de la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) y que no haya otros reclamos a revisar en las próximas semanas, indicó el portal local TeleSintese.
Son dos documentos. El primero significa la creación de una red móvil única 2G, que abarcará 2.700 ciudades, y consiste en que los involucrados desactivarán radiobases sobrepuestas. El otro también busca la formación de una red única pero 3G y 4G y en sitios de menos de 30.000 habitantes. La instancia regulatoria consideró que no existen riesgos a la competencia, desechando con el visto bueno un reclamo presentado por Claro.
Las compañías habían explicado antes que los resultados de la alianza se analizarán en los primeros seis meses y a partir de esa revisión podrán incluirse nuevas ciudades con poca población. Para revisar el caso se analizaron otros acuerdos, como el que involucró antes a TIM y Oi. La respuesta fue la misma por la que se autorizó la compra de Nextel por parte de América Móvil: la escala y el alcance del acuerdo están bien definidas; no hay riesgos para el resto.