Brasil se propone pasar de 44 a 73% los accesos a banda ancha en zonas rurales para 2023

La Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) presentó su estrategia actualizada de aquí a 2023, una hoja de ruta que mezcla objetivos generales con metas concretas y también una suerte de, por momentos, mea culpa de las cuestiones que pueden mejorarse. La propuesta inicia con un objetivo ya esgrimido por el regulador brasileño: que el 91 por ciento de los domicilios locales cuenten con Internet en tres años.

Anatel se propone perfeccionar los procesos de fiscalización. También promover la competencia y generar documentos afines a una mejor gestión de espectro. Asegurar que las acciones se lleven a cabo de acuerdo al presupuesto previsto figura como otro ítem a atender desde el punto de vista financiero. A ellos se agregan otros que son moneda corriente en este tipo de documentos, como fomentar decisiones afines al desarrollo del sector.

La primera meta concreta es promover la ampliación de accesos y servicios, con calidad y precios adecuados. Entre los índices que se tendrán en cuenta para evaluar su cumplimiento aparece que la cobertura con redes de transporte/backhaul de fibra óptica pase de 4.018 en 2019 a 4.883 en 2023. Para entonces, además, la velocidad promedio contratada de banda ancha fija debe pasar de 45 Mbps a 150 Mbps. También tiene que avanzar hasta 98,6 por ciento la población cubierta por banda ancha móvil.

La palabra desigualdad aparece varias veces en el informe, que hace referencia a las distintas realidades que se viven según el sitio que se considere en Brasil. A partir de esto es que se propone que el número de domicilios rurales con acceso a banda ancha pase de 44 por ciento a 73 por ciento en 2023. También se pretende aumentar más de 10 puntos hasta 57 por ciento la densidad de banda ancha en Brasil. Actualmente es de 46,8 por ciento, según enfatiza el reporte.

La segunda meta con objetivos cuantificables es estimular la competencia y la sustentabilidad del sector. Se espera, en este caso, una mayor concentración móvil de aquí a tres años, lo que hará que el índice IHH de telefonía celular pase de 0,250 a más de 0,359. Esto seguramente a conciencia de que se producirán movimientos en este mercado en el corto plazo, como la esperada venta del brazo móvil de Oi. No está claro si el primer número que se toma contempla o no la reciente compra de Nextel por parte de Claro.

A contramano, Anatel espera un mayor dinamismo en el mercado de banda ancha fija. Aquí solo considera que se mantendrá la tendencia, en otras palabras, que habrá cada vez más pequeños prestadores que decidan lanzarse, amparados por una regulación que favorece a aquellos que no superen el cinco por ciento del mercado. Anatel proyecta que el índice HII de banda ancha fija pase de 0,152 a menos de 0,150 de aquí a tres años. Según los últimos reportes son más de 10.000 los prestadores de banda ancha fija en Brasil.

Así las cosas, entonces, el regulador brasileño se pone metas compartidas con otros de la región en cuestiones como transparencia y mejor vínculo tanto con los prestadores de servicios como los consumidores de esos servicios. También entiende la desigualdad como un problema a atender inmediatamente y busca en conceptos la respuesta a algunas preguntas de larga data en el sector. Con foco en lo rural y el despliegue de fibra a favor de sus buenas intenciones, el tiempo hablará de éxito o fracasos en sus objetivos.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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