A finales de esta semana las operadoras interesadas en participar de la licitación 5G de la Argentina deberán elevar sus ofertas, tal como se señaló el pasado 28 de agosto, cuando se anunció el inicio de este proceso. Pero aún no se conoce la fecha en que se abrirán las propuestas económicas de aquellas compañías que pasen la instancia de precalificación. Previo a ello, el Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom) respondió una serie de consultas realizadas por las operadoras en este tiempo y dejó abierta la puerta para nuevas posibilidades en la industria, incluido el ingreso de otros actores.
El pasado jueves, el Enacom publicó la Circular 1 en la que respondió una serie de consultas surgidas en la resolución 1285/2023 mediante la cual efectuó la convocatoria. Tal como está planteado, la licitación contempla que las tres principales operadoras de telecomunicaciones, Claro, Movistar (Telefónica) y Personal (Telecom) se presenten a la subasta donde se ofrecerán tres bloques de 100 MHz cada uno de la banda de 3.5 GHz.
A partir de una consulta referida a la posibilidad de que resulte vacante algún lote, el Enacom respondió que, para asegurar la utilización de las frecuencias puestas a disposición, “en caso que haya resultado vacante un lote, el mismo será nuevamente puesto a subasta en dos partes de 50 MHz cada una con un precio base que será la mitad del valor que se obtenga del promedio que resulte entre la mayor oferta ganadora por un lote y el precio base establecido en el artículo 29.3”. Es decir, antes de que pasen a Arsat, tal como se señaló en la resolución 1285, se hará esta compulsa.
¿Por qué quedaría un lote vacante?
Que se dispongan tres lotes responde al hecho que hay tres operadoras móviles y que, por esa razón, se promueve una competencia equitativa entre todas. Pero pareciera que esta vez podría no ser así. Se trata de una consideración que llama la atención, aunque no tanto. La mirada se posa sobre Movistar Argentina. En primer lugar, porque Telefónica-Movistar realizó una impugnación al pliego en los días posteriores al anuncio del concurso, tal como informó La Nación; en segundo lugar, porque existen varios antecedentes en la región de bloques que quedaron desiertos en diversas convocatorias porque las condiciones desalentaron a las empresas a participar. Basta mirar un ejemplo: en el último llamado de licitación de espectro 4G realizado en Perú, Movistar –que está demostrando que puede operar sin ser dueña de espectro, como en México– precalificó pero, luego, no presentó propuesta económica por considerar que el precio base establecido estaba fuera de rango.
Habida cuenta de este panorama, se especula en la industria que la eventual vacancia que pudiera producirse se convertiría en una puerta para que Telefónica o cualquier otro actor acceda, aunque más no sea, a un porción pequeña de espectro. Sería una vía elegante para no quedar afuera del proceso aún cuando la recomendación de la Unión Internacional de las Telecomunicaciones (UIT) señala que, para brindar servicios eficientes de 5G, se debe contar con bloques no menores a los 100 MHz. Al ser consultada, la compañía prefirió no hacer comentarios.
El Enacom también detalló que los precalificados que efectúen una oferta económica “para el caso excepcional de vacancia descripto” deberán manifestarlo de manera previa en el formulario de ofertas económicas. Si la vacancia se produce y no presentan una oferta serán penalizados.
La Circular 1 – que puede leerse desde aquí – no se limitó a este aspecto, aunque fue el que capturó la mayor atención. También se respondieron cuestiones vinculadas con la moneda con que se pagará el espectro, hecho que estará sujeto a las disposiciones del Banco Central de la República Argentina (BCRA), aunque indicó que el valor será el del día hábil anterior a la realización del pago. Otras inquietudes se vincularon con cuán desocupadas están las bandas que formarán parte del proceso como también con el rol que tomará Arsat con el espectro que se le asignará, relativo al cumplimiento de los objetivos del “Plan Estratégico de Conectividad Federal”, tal como se expresa en la respuesta b de la consulta 12.
Este último punto también llama la atención por dos cosas: en primer lugar, porque no existe tal plan o, al menos no con ese nombre. El plan de conectividad que impulsa la Subsecretaría de Telecomunicaciones y Conectividad de la Secretaría de Innovación Pública se llama Conectar, y el programa por el que hoy se está expandiendo, valga la redundancia, la conectividad es Mi Pueblo Conectado. En segundo lugar, el Enacom no tiene potestad para decirle ni a Arsat ni a ninguna empresa el destino que le dará al espectro. El Enacom sólo define el tipo de uso que tiene el espectro, por ejemplo, para servicios móviles.
Las respuestas brindadas en este Circular 1 no terminaron de satisfacer a las operadoras, según pudo saber TeleSemana.com, porque no termina de responder las inquietudes planteadas. Cómo se pagará ese espectro ante una eventual adjudicación sigue siendo incierto para los actores consultados, que continúa mostrando el rechazo a la convocatoria. Lo mismo que la fecha de la subasta. Esta falta de claridad parece tener sentido: el 22 de octubre hay elecciones presidenciales. El futuro de esa subasta dependerá de quién se imponga, y sólo seguirá en las condiciones en que se ha presentado si el oficialismo se impone o accede a la segunda vuelta electoral.
Mientras tanto, el viernes próximo vence el plazo para que las empresas interesadas presenten su documentación y las garantías para precalificar. A partir de ese momento, el comité tiene 30 días como máximo para dar a conocer a las operadoras que participarán de la compulsa, aunque se trata de un trámite sencillo que demanda menos tiempo. Una vez resuelta esa instancia y el momento habrá que ver cómo sigue, si es que sigue, este proceso.
