Oi aclara rumores pero son tantos que oscurece: ¿cuál será el futuro del operador?

Hay decenas de frases hechas que pueden funcionar bien para explicar el contexto en el que se da la respuesta negativa de Oi a los rumores de que se dividirá entre los tres operadores que son parte del podio en el mercado móvil brasileño. Si cuando el río suena es porque agua trae, por usar alguna, el río sonó aquí tantas veces que algo de agua debe haber detrás. Pero, al mismo tiempo, es mucho el ruido y pocas las nueces. ¿Cuál será el futuro del operador?

Oi emitió un comunicado en relación a la noticia publicada por un medio local, en la que se referenció que la compañía podría ser partida y distribuida entre los operadores (en referencia a Vivo, Claro y TIM). Esto, según la publicación, podría ocurrir en 2020 cuando pueda estar sin caja y sin opciones de conseguir nuevos préstamos. El operador contestó que sigue trabajando en su estrategia de control de gastos e inversiones y reafirmó “su compromiso de mantener a sus accionistas y al mercado informados sobre los aspectos significativos de su negocio”.

Hasta la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) respondió sobre el asunto, aclarando que, “en relación a la nota publicada por el jornal O Estado de S. Pablo no corresponde al órgano regulador comentar la afirmación de que ‘la idea (de repartición de la empresa) tendría consenso dentro de Anatel’ o cualquier otra información no oficial o especulativa. El regulador solo se manifiesta formalmente, en el curso de sus procesos de decisión, con transparencia y responsabilidad institucional”.

La eventual venta de Oi suena desde hace tiempo en Brasil y los rumores crecieron todavía más cuando la empresa puso en marcha un proceso de recuperación judicial que implicaba inversiones millonarias. De hecho, los tres operadores que aparecen como eventuales involucrados en la operación se pronunciaron sobre el tema en algún momento en los últimos tres años. También se barajó la opción de que la firma se desprendería del negocio móvil y mantendría sus esfuerzos solo en el segmento fijo.

Vivo, el líder del mercado móvil, había dicho en el marco de Futurecom 2016 que no estaba interesada en adquirir activos de Oi porque “la compra de activos físicos es la peor inversión posible. Si vamos a adquirir no va a ser activos de operadores sino empresas del mundo digital que nos permitan acelerar el proceso de transformación digital”.  Sin embargo, en la última semana distintos medios, entre ellos El Confidencial, se hicieron eco de la filial local de Telefónica habría contratado a JP Morgan para que la asesore en la adquisición del negocio móvil de Oi.

Claro, el segundo en la lista de operadores, se ocupó a mediados de 2018 de descartar una eventual oferta sobre Oi en el corto plazo porque “no estamos interesados en una consolidación apresurada”, dijo el CEO de América Móvil, Daniel Hajj. En ese entonces, la empresa aparecía como posible comprador del brazo de telecomunicaciones de la Compañía Energética de Minas Gerais (Cemig) y tiempo después se conocería el acuerdo para quedarse con Nextel Brasil y todas sus filiales, operación que se completará en los próximos meses.

TIM también dio vueltas sobre el tema con frases no del todo contundentes. En junio de 2017, por ejemplo, dijo que “una fusión con Oi todavía no tiene sentido” pero al mismo tiempo dejó claro que seguirían de cerca el desarrollo del proceso de recuperación judicial que afronta su par. Esta empresa, la tercera del podio, también apareció como interesado en Nextel y en Cemig Telecom. Antes, en 2015, sonaba como el principal candidato a quedarse con Oi, incluso con reuniones de negociación entre las partes.

Mientras niega rumores, Oi se muestra activa y con objetivos similares a los de sus competidores: ampliar en cuanto a fibra óptica y robustecer su red móvil. Conoce que su posición es distinta al resto y por eso trabajo con distintos socios que acompañan su estrategia para hacerla más eficiente. Por ejemplo, firmó un acuerdo con Huawei para un despliegue más eficiente y contrató un consultor, Oliver Wyman, para no despilfarrar ni un solo real en su plan de inversiones, que prevé 21.000 millones de reales (hoy 5.047 millones de dólares) en tres años.

Cualquier decisión entre las partes deberá pasar por el ojo de las autoridades, que no será un paso sencillo. Cuando aprobó la compra de Nextel por parte de Claro, por ejemplo, el Consejo Administrativo de Defensa Económica (Cade) manifestó que “una mayor reducción en el número de jugadores, resultaría en una clara preocupación en cuando a una mayor posibilidad de actuación coordinada entre ellas”. Entonces un eventual acuerdo entre partes solo sería el primer paso hacia una mayor consolidación.

Mientras tanto, hay quienes se preguntan si Oi debe dejar de lado sus intenciones en el plano móvil, se venda o no. Una forma de hacerlo sería no participar de la próxima licitación prevista en Brasil, en la que se pondrá a disposición de interesados espectro compatible con 5G. Esto gana fuerza si se contempla que los últimos anuncios del operador estuvieron ligados a sus intenciones al hogar: abrió la posibilidad de que no clientes contraten su servicio VoD y meta de alcanzar 16 millones de viviendas con FTTH para 2021.

En los resultados al segundo trimestre, período marcado por el desprendimiento de los activos que tenía en Cabo Verde Telecom en el marco de su recuperación judicial, Oi presentó pérdidas por 1.559 millones de reales (hoy 375 millones de dólares), cifra negativa aunque 26 por ciento mejor que la informada en igual período anterior. El Ebitda se redujo 22 por ciento, la facturación cayó 8,2 por ciento y la deuda creció 24 por ciento hasta 12.573 millones de reales (hoy 3.022 millones de dólares).

En cuanto a clientes, Oi mantiene el cuarto lugar entre los proveedores móviles, con 37,5 millones de líneas a su cargo que representan el 16,4 por ciento del mercado, según los datos oficiales con cierre a agosto. Se ubica lejos del tercero, TIM, que cuenta con casi el 24 por ciento. Además de seis millones de clientes corporativos, la compañía cuenta con 14 millones de unidades generadoras de  ingresos: 7,7 millones de telefonía fija, 4,7 millones de banda ancha fija y 1,6 millones de suscriptores de televisión paga.

Nicolás Larocca es Técnico Superior en Periodismo (TEA) y Locutor Integral (ISER). Durante su carrera profesional se desempeñó en diferentes medios radiales, digitales y en gráfica como productor de contenidos, redactor y analista. Tiene conocimientos en comunicación interna, deportes, bancos y seguros, y desde 2013 se especializa en el mercado de las telecomunicaciones a escala regional.

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