Dicen que Punta Arenas es la zona más ventosa de Chile, donde la media anual supera los 23 kilómetros por hora, pero también que en todo su territorio predomina el viento del norte, aunque en la primavera y el verano ven correr a los provenientes del suroeste. Como sea, el impulso puede ser hacia delante y esa es la expectativa que desvela a más de un habitante del territorio chileno, en pleno escenario electoral, ante la expectativa del lanzamiento comercial de 5G y la llegada de un impulso económico de fuste por parte del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), por 400 millones de dólares.
Por estas horas, el país se encuentra en pleno proceso electoral, cuyos comicios se celebraron el 21 de noviembre y que arrojó una segunda vuelta muchas veces vaticinada, que se disputará el próximo domingo, 19 de diciembre, entre José Antonio Kast, por el Partido Republicano, y Gabriel Boric, el candidato por la agrupación Convergencia Social. El ganador de esta contienda asumirá el 11 de marzo de 2022 y desarrollará su plan de gobierno a lo largo de cuatro años.
Al ávido escenario electoral lo mira de cerca toda la sociedad pero, sobre todo, los operadores que obtuvieron espectro para operar sobre 5G y que están en plena fase de despliegue y experimentación. Hoy, la expectativa gira en torno al lanzamiento comercial que, según se sabe, será en los primeros meses de 2022 y se puede advertir que quedará entre las tareas urgentes de la nueva gestión de gobierno, que contabiliza casi 400 pedidos de obras para instalar estaciones base y que se cree que sumarán casi 700 para marzo de 2022.
Inclusive, hace horas, el BID anunció la aprobación de dos préstamos, por 400 millones de dólares, que buscan robustecer la competitividad, la conectividad, el crecimiento sostenible e inclusivo, e impulsar la transformación digital. Más recursos, más obras.
El abultado fomento aprobado para Chile se reparte en dos préstamos, el Programático en Apoyo a Reformas de Política (PBP), por 100 millones de dólares; y el Basado en Resultados (PBR), por 300 millones de dólares, ambos para financiar la aceleración de la transformación digital de los servicios públicos, de la conectividad digital y del desarrollo sostenible.
El primero, el PBP, tiene un plazo de amortización de poco más de 15 años y un período de gracia de cinco años y medio; y “se enfocará en apoyar la estabilidad macroeconómica, acelerar la conectividad digital del país y la transformación digital de los servicios públicos”, dice el comunicado del banco que también advierte que aspira a facilitar la transición hacia modelos “más circulares de producción y consumo”. Además, busca proveer liquidez a las Micro y Pequeñas Empresas (MYPE), sobre todo, las lideradas por mujeres, y estimular el empleo, mediante la entrega de bonos a 550.000 empresas y subsidios a 144.000 trabajadores beneficiarios del programa Ingreso Familiar de Emergencia (IFE) Laboral.
El segundo, el PBR, tiene un plazo de amortización de dos décadas y un período de gracia de ocho años y “promoverá la transformación digital buscando aumentar la conectividad”. Se trata de un préstamo que, además, fomentará la economía circular al robustecer el Fondo para el Reciclaje, entre otras acciones que impactará sobre 1,3 millones de personas que “recibirán accesos a servicios de Internet de calidad”
Se trata de un fomento que llega en horas cruciales: por estos días, los primeros laboratorios de experimentación sobre 5G celebran su primer aniversario, como es el caso del Lab Claro-Centro de Innovación UC 5G, establecido entre Claro Chile y el Centro de Innovación de la Universidad Católica para desarrollar soluciones y aplicaciones multiindustria, pero sobre todo, para facilitar la creación del ecosistema de innovación local.
Lo cierto también es que la apuesta por instalar este tipo de espacios resultó estratégica y extendida a todo el sector de las telecomunicaciones. A tal punto que, en esa misma celebración de aniversario, el propio Francisco Moreno, subsecretario de Telecomunicaciones, resumió al decir que “desplegamos una robusta red de 22 Campus 5G a lo largo de seis regiones de Chile y buscamos que se sigan sumando más espacios académicos de todo el país para seguir ampliando los horizontes del desarrollo en estos verdaderos polos de investigación en torno al 5G, red que será protagonista para los profesionales del mañana”.
“Esta operación se encuentra alineada con la Visión 2025 del BID – Reinvertir en las Américas: Una Década de Oportunidades, para lograr la recuperación y el crecimiento inclusivo de América latina y el Caribe, en las áreas de economía digital; integración económica; micro, pequeñas y medianas empresas; género e inclusión; y cambio climático”, reza el comunicado del BID, que subraya que se trata de dos herramientas financieras que permiten abordar políticas públicas y de inversión con impacto social y productivo, sostenibles y estratégicas.
Chile llega a este diciembre de experimentación sobre 5G con varios frentes desarrollados: la totalidad de las escuelas de Valparaíso conectadas a Internet de alta velocidad, en un plan que prevé extenderse a todo el país; avances en materia de telemedicina y accesibilidad digital a la salud mediante el uso de las redes de 5G; y hasta una política pública vinculada a la Inteligencia Artificial, que cuenta con un plan a 10 años y 32 millones de dólares de presupuesto; por citar tres ejemplos concretos.
