FUTURECOM 2022 – De un modo u otro, todos los temas planteados en las primeras jornadas de Futurecom, trasuntan, miran, rozan o abrazan a 5G. Sí, el evento de tecnología, telecomunicaciones y transformación digital que se realiza en Brasil, desde este martes y hasta este jueves, aborda cuestiones que hacen a la apremiante situación que involucra a una región que, con más o menos ímpetu, está inmersa en el proceso de evolucionar su infraestructura. Por local y por tener vivo el proceso de encendido de la red que viene a transformar las comunicaciones, las economías y sus procesos productivos, Brasil fue quien ofreció la voz cantante.
Un rápido repaso por la agenda de temas, el uso del metaverso dirigido a empresas (B2B), las redes privadas y el intercambio de redes, los casos de uso de 5G para potenciar la agricultura, la comunicación, las ciudades inteligentes, la educación, el entretenimiento, la industria y la medicina, pero también 6G y los cambios que se espera que se produzcan a partir de 2030, se lucieron en la agenda de esta 22° edición de Futurecom.
“Es un placer decir que hoy todas las capitales brasileñas ya tienen 5G”, dijo en la apertura Estella Dantas, secretaria Ejecutiva del Ministerio de las Comunicaciones (MCOM); quien también subrayó los avances dados en materia de achicamiento de la brecha digital por, por ejemplo, conectar escuelas rurales.
En ese mismo marco, Maximiliano Salvadori Martinhão, secretario de Radiodifusión del MCOM, repasó las características de la subasta realizada en noviembre pasado, en la que se priorizaron los compromisos de inversión por sobre los fines recaudatorios.
“A diferencia de subastas pasadas, en la política creada para el proceso de implementación de 5G, más del 90 por ciento de las inversiones se convirtieron en obligaciones, dentro de los lineamientos que presenta la ordenanza, con compromisos de inversión hasta al 2030”, dijo y precisó que compromisos se caracterizaron por la cobertura de 36.000 kilómetros de cobertura 4G en las rutas y caminos de Brasil; además del tendido de 12 kilómetros de cableados ópticos subfluviales en los ríos de la Amazonía, además de garantizar la conectividad de banda ancha en las escuelas públicas.
Pero el despliegue de 5G también evidencia lo que el funcionario manifestó como “la necesidad de disponer de bandas de frecuencia para redes privadas 5G”, destinadas a industrias como las portuarias, la manufactura, la minería, la logística, la energética y petrolera, entre otras.
Y para precisar su charla, el funcionario presentó indicadores provistos por la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel): 357,2 millones de contratos de telecomunicaciones y 43,7 millones de accesos de banda ancha fija, hasta agosto de 2022. Y estas cifras le permitieron dimensionar el rol de los operadores: “Más de la mitad de los usuarios de banda ancha son atendidos por pequeños proveedores de acceso. La legislación brasileña ha simplificado tanto convertirse en un ISP, que en Brasil tenemos más de 125 ISPs”.
Para Salvadori Martinhão, la implementación de 5G permitirá la transformación de la sociedad brasilera, a través del impacto que producirá a la generación de empleo; la necesidad de aumentar la fibra óptica, los centros de datos para las estrategias de nube y la capacidad del núcleo de la red; el incremento en la demanda de dispositivos, como teléfonos inteligentes, sensores y dispositivos de Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés). Pero el funcionario también se refirió al reto que significa para el sector de las telecomunicaciones, el pasar de ofrecer “sólo un servicio B2C a prestar principalmente servicios B2B”.
“Conseguimos tener 5G en todas las capitales de Brasil en menos de un año después de realizada la subasta”, dijo el funcionario y recordó que se avanza en la limpieza espectral y en la distribución de kits para aquellas familias que no deben reemplazar sus antenas parabólicas.
Pero también el balance arrojó reconocimientos. “Los operadores móviles creyeron en el proyecto y están haciendo una inversión por encima de lo previsto en la normativa. Estamos viendo un aumento notable en las velocidades de banda ancha móvil. En Brasilia, por ejemplo, la velocidad promedio fue de 29 megabits por segundo. Más recientemente, está por encima de los 100 megabits por segundo”, sostuvo Leandro Guerra, presidente de la Entidad Administradora de la Faja (EAF) y celebró que “tendremos gran velocidad y baja latencia en nuestra conexión”,
En ese resumen de lo realizado, Guerra también destacó el proceso: “En la fase uno llegamos a las 27 capitales, hazaña que se traduce en atender a 51 millones de habitantes o el 24 por ciento de la población. Cuando miramos hacia el futuro, nos sentimos mucho más seguros y confiados para dar los siguientes pasos. En la fase dos, la misión es aumentar el perímetro, llegando a 408 municipios, lo que significa que duplicaremos el número de personas que tendrán 5G a su disposición. Y ya estamos mirando la tercera fase, que se completará en junio de 2023, cuando 5G estará presente en 1.099 ciudades, atendiendo al 67 por ciento de los brasileños”.
Los casos de uso presentados sirvieron para ver la potencialidad de la promesa de 5G, por ejemplo, en lo que refiere a la innovación en la gestión de Gobierno y de Justicia; o para la construcción de ciudades inteligentes.
Un ejemplo fue el de simulación virtual realizada del entorno de la unidad física del Tribunal Regional del Trabajo de la XIV Región, a través del que también se ofrece la posibilidad de tener una experiencia inmersiva, seguir audiencias, interactuar con otros avatares, entre otras posibilidades.
Y, en lo que a Ciudades Inteligentes respecta, se puso en la mesa la iniciativa del Instituto Nacional de Telecomunicaciones (Inatel) para que, en asociación con el Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social de Brasil (BNDES), Pilotos IoT & Cidades Inteligentes, para llevar proyectos de ciudades inteligentes a algunos municipios con el objetivo de crear la infraestructura inicial de sonorización e inteligencia artificial (IA), que facilite las decisiones de los gestores públicos en el uso de los recursos.
Con todo, las primeras dos jornadas del evento dejaron en claro que es hora de acelerar a 5G en Brasil. En ese sentido, Moisés Queiroz Moreira, presidente de Grupo de Monitoreo de Interferencias (Gaispi), puso el acento en el camino recorrido: “Ya logramos implementar la tecnología en todas las capitales. Fue un proceso muy bien conducido, porque no teníamos la posibilidad de hacer pruebas. Tuvimos que aprender pedaleando la bicicleta”.
“Tomará tiempo equilibrar todo el ecosistema, pero lo más importante de 5G son las aplicaciones que surgirán, impulsando varias tecnologías disruptivas, como IoT y varias soluciones relacionadas con la Industria 4.0”, dijo Moreira y resulta fácil recordar la advertencia de Vinícius Oliveira Caram Guimarães, superintendente de Subvenciones de Anatel: “Falta un integrador de soluciones”. Lo cierto es que todo se construye y, en eso, Brasil tiene experiencia.
