Un informe advierte que las operadoras tienen que comenzar a pensar en 6G desde ahora

5G todavía genera dudas, especialmente en América latina. A tal punto que, para algunos actores de la industria, se trata de una tecnología para los países desarrollados. Más allá de las diferencias de opinión existentes en torno a la quinta generación, los analistas de la industria aseguran que las operadoras de telecomunicaciones tienen que apostar ahora a 6G. Sí, el tiempo de ese futuro es hoy.

Es lo que afirma un informe de Juniper Research en el que destaca que 5G comenzará a ser la tecnología móvil de mayor crecimiento en el mundo a partir de este año, aún cuando hasta 2022 el reino estuvo en poder de 4G con un 54 por ciento de participación, contra un 8 por ciento de 5G (3G sigue capturando el 25 por ciento del total de suscriptores móviles mientras 2G aún conserva un 12 por ciento).

En un reporte titulado “¿Por qué los operadores tienen que considerar a 6G ahora?” la consultora comienza mostrando la cantidad de usuarios de servicios móviles en el mundo, en torno a los 4.500 millones sobre una población de 8.000 millones. Destaca el crecimiento de 5G, que no ha hecho más que duplicarse año a año, comportamiento que continuará repitiéndose y sobre el que se apoya la argumentación para comenzar a pensar desde ahora en 6G. Lo hace aún cuando se admite que 4G continuará siendo la tecnología que capturará a la mayor cantidad de usuarios en el mundo en los próximos cinco años.

Tras hacer esta descripción en la que dispara estos datos párrafo a párrafo también propone que, para que 5G sea adoptado más fácilmente, las compañías tendrían que considerar vender estos servicios más baratos, a fin de generar escala. Eso les permitirá vender más servicios de datos y ganar nuevos clientes móviles.  Y pone como ejemplo a Bangladesh y a la India por tratarse de países densamente poblados. He aquí el quid de la cuestión.

La observación suena un tanto contradictoria, hasta provocador. ¿Por qué? Porque hasta ahora, toda nueva generación móvil supuso, al principio, servicios más caros, que luego fueron bajando de precio a medida que se lograba esa escala. Lo que propone Juniper es invertir el esquema que funcionó hasta ahora y, además, vincularse como nunca antes con la industria satelital.

Veamos el caso de la India. En este país, las redes 5G se activaron en el último trimestre de 2022 y la previsión para ese entonces era que se superarían los 30 millones de usuarios con esa tecnología al finalizar ese año. Para los analistas de Juniper facilitar 5G en países como los mencionados podría traducirse en una demanda latente significativa siempre que sea asequible para los suscriptores. Y advierte que “la transición de 4G a 5G no necesariamente se traducirá en un aumento de las suscripciones y de su cantidad, pero la funcionalidad mejorada de las telecomunicaciones 5G, junto con una mayor asequibilidad a través de la producción a escala, ofrece oportunidades para que nuevos clientes únicos se unan al ecosistema, así como aquellos que migran de la tercera a la cuarta generación móvil”. Esto, en la mirada de Juniper, supone aprovechar más rápido la conectividad, ofrecer planes de datos y de servicios más variados y, así, generar ingresos adicionales. La magia de la escala.

En este punto el informe se vuelve provocador pues postula que las compañías “deberán considerar si hacer que 5G sea más económico en menos naciones prósperas y aceptar a corto plazo un modelo de negocio de menor rendimiento”. Y se pregunta cómo será posible equilibrar esta cuestión en aquellos países en donde, por el tamaño de la población, desplegar 5G tenga un potencial significativo.

Apunta, más adelante, que para cumplir la promesa de 5G será necesario robustecer a la queridísima 4G, y recuerda que, si bien el inicio vibrante de la quinta generación se dio en Corea del Sur que, ya en 2019, tenía desplegada esta red a gran escala, la pandemia retrasó los planes en países relevantes, como México, la India y Brasil. Destacó, no obstante, cuánto avanzó Estados Unidos en 2022 y cómo se puso a la par de China, dos casos en donde las operadoras de telecomunicaciones han mantenido sus niveles de ingresos. Por eso asegura que es el momento de ir por más porque 5G está habilitando nuevos usos a nivel doméstico además de brindar mejoras en los verticales, como manufactura, salud y servicios públicos, entre otros, por todo lo que ya se sabe: ultra baja latencia, altísima velocidad y la certeza de la continuidad del servicio para siempre, básicamente en zonas densamente pobladas, con movimientos de personas multitudinarios.

Más adelante, el informe repasa el matrimonio que se dio en el último tiempo entre la industria satelital y 5G, especialmente para conectar a zonas remotas, valorado por permitir expandir su alcance más allá de las geografías, el gran tema de regiones como América latina. Y aunque destaca los lanzamientos de satélites LEO para favorecer su disponibilidad advierte que eso no se traducirá necesariamente en mejores ingresos, a menos que se reduzcan los costos de los lanzamientos de los satélites. Propone, en definitiva, que se busque ese camino porque es el modo de garantizar economías de escala.

¿Por qué tanta descripción de 5G si el título del informe persuade a caminar hacia 6G?

Porque todo lo que se haga en relación a 5G será el cimiento de 6G, tanto en lo referido a la necesidad de escala como de contar con tecnologías -como la satelital- que brinden esa posibilidad. El secreto pasa por bajar costos, reducir precios, acotar el nivel de ingresos, aún cuando todavía hay lugares en donde no está muy claro cómo producirlos.

Pero la cosa no es tan sencilla pues, así como se advierte una mejora sustancial del paso de 4G a 5G, para que se advierta esa evolución cuando se aborde 6G habrá que tener en cuenta que, respecto de la velocidad, deberá mostrar rendimientos por encima de los 50 Gbps… y esto es invertir mucho, muchísimo dinero en tecnología: actualizaciones significativas tanto para las redes centrales como para los nodos perimetrales, asegura Juniper, además de mejores vínculos con los operadores satelitales.

De las relaciones que, a partir de ahora, se concreten entre las operadoras de telecomunicaciones y las satelitales dependerá un camino hacia 6G menos tortuoso o, para que no suene tan dramático, más llano hacia la próxima evolución móvil. Y para que esto suceda hay que generar ingresos antes que nada; de ahí la propuesta para buscar zonas y/o países con alta densidad de población más allá de sus niveles socioeconómicos porque es lo que permitirá servicios y propuestas comerciales para los distintos segmentos.

En Juniper están convencidos que las telecomunicaciones generarán un negocio de 625.000 millones de dólares al año en el mundo en servicios 5G de cara a 2027, prácticamente el doble de lo que se prevé para finales de este 2023, establecido en unos 310.000 millones de dólares, hecho que garantizará el retorno de la inversión. Este avance agresivo se producirá por dos factores: la migración hacia 5G, y la incorporación de eSIM en los dispositivos (tanto computadoras como puntos de acceso Wi-Fi)

La inclusión de las eSIM habilitará un mayor tráfico de datos móviles que crecerá más de 180 por ciento entre 2023 y 2027 “ya que el tráfico de datos es descargado de redes fijas y Wi-Fi a 5G”. Esto supondrá también un cambio en el comportamiento de los usuarios que, con estas redes, no esperarán a estar conectados a una red fija para hacer determinados usos considerados para estas infraestructuras.

“Los operadores deben asegurarse que las redes, incluidas la 5G y las próximas redes 6G, estén preparados para el futuro mediante la implementación de nuevas tecnologías en la totalidad de redes”. Y agrega que para soportar esta demanda creciente “los estándares 6G deben adoptar tecnologías innovadoras que no se utilizan actualmente en los estándares 5G”.

Propone, en este sentido, a las redes no terrestres (NTN, por su sigla en inglés) y las bandas de frecuencia sub-1THz como tecnologías clave que deben estar en el centro de las pruebas iniciales de 6G, para proporcionar mayor capacidad de datos sobre las redes 5G existentes.

Claro que, en este punto, se vuelve al comienzo de la historia: para que estas redes no lleven el estigma de lo “costosas” por los gastos que supondrá el uso de satélites y la adquisición de espectro será necesario crear cronogramas más largos para asegurar el famoso retorno de inversión. La colaboración será, entonces, el mejor camino para la evolución y la innovación. E invertir la lógica conocida hasta ahora sobre cómo generar los ingresos.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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