La nueva política industrial de Brasil, presentada como de neoindustrialización, avanza a paso firme luego que el comité ejecutivo del Consejo Nacional de Desarrollo Industrial (CNDI), se reuniera en el Ministerio de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios (MDIC) para delinear sus primeros pasos. El foco estará puesto en áreas como la innovación, la sostenibilidad y la inclusión, donde 5G será parte medular de una estrategia que contará con un desembolso superior a los 22.370 millones de dólares (106.160 millones de reales) a invertir durante los cuatro años que dure este mandato. Además, hay novedades en materia de servicios satelitales y en el despliegue de las infraestructuras que surcan con conectividad de fibra ótipca en el Amazonas.
Este comité, foro técnico del CNDI que llevaba siete años sin funcionar, tiene por misión “escuchar mucho a la industria, identificar los cuellos de botella y trazar medidas para dinamizar la actividad industrial”, tal como Geraldo Alckmin, vicepresidente del país y Ministro de Desarrollo, Industria, Comercio y Servicios, lo precisó en el acto de apertura de una iniciativa que se sustentará con fondos provenientes del Banco Nacional de Desarrollo Económico y Social (BNDES), la Financiadora de Estudios y Proyectos (Finep) y la Empresa Brasileña de Investigación e Innovación Industrial (Embrapii).
Verena Hitner, secretaria ejecutiva de la CNDI, fue quien precisó las siete misiones que enfrentará, a través de la misma cantidad de grupos de trabajo y donde las tecnologías de la información y las comunicaciones (TICs) resultan centrales en cada una de ellas. Uno de esos grupos será el destinado a propiciar “Infraestructura sustentable para la integración productiva”, es decir que deberá “desbloquear obras de infraestructura, con miras a la densificación y uso de materiales sustentables; universalizar la cobertura 5G y desarrollar empresas asociadas de hardware y software; construir cadenas de valor regionales e integración productiva con vecinos, incluso en minerales estratégicos”, tal como Hitner lo precisó.
Otros de estos grupos serán los que tengan el foco en la “Transformación digital de la industria”, cuya labor será la de desarrollar empresas vinculadas a las tecnologías digitales emergentes, como Inteligencia Artificial (IA), Internet de las cosas (IoT, por su sigla en inglés) y realidad virtual; o el que se dedique a las “tecnologías críticas para la soberanía y defensa nacional”, es decir, dominar tecnologías y producir bienes críticos para la defensa nacional, incluida la industria satelital y recursos con capacidades en ciberseguridad.
A éstos, se suman otras cuatro áreas de trabajo: la destinada a la elaboración de “cadenas agroindustriales sostenibles y digitales para erradicar el hambre”; el “complejo de salud resiliente para la prevención y el tratamiento de enfermedades”, la de “descarbonización de la Industria, viabilizando la transición energética y la bioeconomía”, y la destinada a garantizar, por ejemplo, sistemas integrados para ciudades inteligentes en el marco del grupo “viviendas sostenibles y movilidad para el bienestar en las grandes ciudades”.
Quizá, lo más interesante de esta apuesta sea su transversalidad a todo el organigrama de gobierno, con 21 miembros de las administraciones públicas, pero también del conjunto de la sociedad civil, al sumar otros 21 integrantes provenientes del sector productivo, que aún no fueron designados.
La noticia del avance de la neoindustrialización, que no es más que una apuesta profunda por la Industria 4.0, se conoce a pocas semanas de haberse celebrado el primer año del encendido de las primeras antenas 5G en Brasil y que esa mismísima red resultara ser más veloz que las europeas o estadounidenses. De esta manera, el país avanza en una iniciativa que integró las propuestas de la campaña electoral que consagraría Luiz Inácio Lula da Silva al frente de su tercer mandato presidencial.
Sin ir más lejos, este martes Juscelino Filho, ministro de Comunicaciones (MCom), firmará contrato con la Fundação Universitas de Estudos Amazônicos (FUEA) para hacer del Centro de Bionegocios Amazónicos (CBA) “un instrumento de inclusión digital en la Amazonía, que también contribuya al monitoreo y sensatez de la región, incluyendo el apoyo a la infraestructura de infovías y cables de fibra óptica del programa Norte Conectado”, tal como el propio funcionario de Comunicaciones lo precisó días atrás.
Si, se trata de un plan de neoindustrialización que involucra, además, la reafirmación a una apuesta que el país viene realizando en materia de comunicaciones y, para el que el despliegue de infraestructura resulta indispensable, tanto en el territorio físico como en el espacial… y en ambas dimensiones hay más novedades.
Una está vinculada a la aprobación que el Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) hizo a dos consorcios de operadores para administrar y explotar parcialmente la capacidad de Infovia 00, que se despliega entres Macapá y Santaré, e Infovia 01, que involucra 1.100 km de fibra óptica entre Santarém y hasta Manaus, del programa Norte Conectado (PAIS). Este último, el Infovia 01, sería inaugurado en agosto, tal como el MCom lo adelantó y precisó que, luego, el despliegue de infraestructura continuará con una nueva ruta, la del Infovia 02 cuya longitud de 1.139 kilómetros, interconectará las ciudades ubicadas entre Tefé y Atalaia do Norte, también en el Estado de Amazonas.
Según publicó Teletime, este jueves 20 fue reflejado en el Diario Oficial del país las solicitudes presentadas en conjunto por Claro, TIM, Vivo y Mobwire (parte del grupo Alloha Fibra). Así, el consorcio Infovia 00 estará compuesto por Aquamar, BR Digital, Claro, Clickip, Mobwire, HTM Telecom, Ozônio Telecom, Sea Telecom, Telefônica (Vivo), TIM, Você Telecom y Easytech (calificada en lugar de V.tal). Con todo, son una docena las empresas que operarán en este tramo que va entre la capital de Amapá y Santarém (PA). A su vez, el consorcio Infovia 01 contará con Aquamar, BR Digital, Claro, Clickip, Easytech, Mobwire, Ozônio Telecom, Telefônica (Vivo), TIM y Você Telecom, además de las empresas Manaós y PPLink. En este caso, y según precisó el medio local, Sea Telecom también fue calificada, pero se retiró de participar en el tramo Santarém-Manaus. En todos los casos, el permiso de gestión es de 15 años.
¿Y los satélites? Si, hay más. El país también suma interesados a operar con servicios satelitales. Por estas horas, por ejemplo, la Agencia Nacional de Telecomunicaciones (Anatel) lanzó una consulta pública -disponible aquí– para indagar en la apreciación sobre el derecho a explotar satélites extranjeros, luego que la empresa E-Space Brazil planteara su interés en operar en el territorio su constelación Semáforo (asociado a la banda UHF).
