Otra venta en España. Y otra reconfiguración en el mercado de las telecomunicaciones. Digi vendió su red de fibra al operador neutral Onivía por 750 millones de euros. Este movimiento permitirá a ambos protagonistas de esta historia a pararse en un nuevo lugar en el agitado mercado español, donde Telefónica viene resignando su liderazgo. El flamenco se pone picante.
Es que apenas recuperado el aliento de la aprobación de la fusión entre Orange y MásMóvil, la decisión del Gobierno de España para ingresar en Telefónica y destinar una parte de su presupuesto a ese objetivo, y de la compra de Vodafone por parte del fondo Zegona, le llegó su turno a Digi, devenido en cuarto operador móvil de este mercado.
La decisión de Digi de desprenderse de su red de fibra óptica parece responder a un objetivo muy claro: construir su propia red móvil a partir de los remedios que surgieron, justamente, de la fusión entre Orange y MásMóvil.
Para autorizar esa fusión y prevenir problemas de competencia, entre los remedios que impuso la Comisión Europea (CE) decidió favorecer a la operadora rumana que más creció en este mercado bajo la figura del Operador Móvil Virtual. ¿Cómo? Habilitándole el acceso a 60 MHz de espectro en las bandas de 3.5 GHz, 2.100 MHz y 1.800 MHz para desplegar una red propia dado el gran crecimiento experimentado en los últimos años. Digi supo hacerse un lugar a fuerza de vender servicios a precios sumamente agresivos, hecho que ha generado la queja de parte de sus competidores.
Si la compañía quiere seguir creciendo, debe pasar a otro nivel. Ese desbloqueo sólo se logrará con dinero. Digi necesita 120 millones de dólares para pagar el espectro del que se desprenderán Orange y MásMóvil, además de desembolsar otros 40 millones para usar la red de la nueva MásOrange. Con la venta de su unidad de fibra parece que contará con el suficiente dinero fresco para avanzar hacia el siguiente estadío.
¿Qué costo pagará por ello? La red de fibra óptica de Digi en España alcanza, al menos, a seis millones de clientes: 4,25 millones de hogares que ya están desplegados y que se entregarán una vez que se cierre la operación, y otros 1,75 millones que se sumarán durante un plazo de tres años, según informó la compañía a través de un comunicado.
Son cifras que no aparecen en su balance preliminar correspondiente al año 2023. Según lo que se ve en el reporte de sus resultados, la operadora cuenta con más de 1,373 millones de clientes de banda ancha, más de 4,66 millones de móviles y unos 445.000 de telefonía fija, números que evidencian un fuerte crecimiento en comparación con 2022.
El balance también revela que no hubo crecimiento a nivel de ARPU que se ubicó en 9,3 euros, contra 9,6 euros obtenidos en 2022. Una muestra de que, para crecer en cantidad de clientes y alcanzar una participación de mercado de siete por ciento, debió encarar un esfuerzo comercial enorme, concentrado en el factor precio. De hecho, en la segunda mitad de 2023 más de un millón de clientes en España decidieron portarse a esta compañía y abandonar a operadoras como Movistar, Vodafone y Orange.
Vender la unidad de fibra óptica le dará el aire suficiente para pagar los remedios que Bruselas decidió heredarle, además de seguir ampliando su red móvil. Digi es fuerte en su país de origen, Rumania, donde ofrece servicios de Internet y de televisión paga. No obstante, también tiene presencia en Portugal, Italia y Bélgica, donde sólo brinda servicios de energía eléctrica. ¿Evaluará una oportunidad de expansión en esos países? Con capital fresco, el futuro plan de negocios podría delinearse de manera más sencilla.
Pero no es lo único que sucederá a partir de esta venta. En paralelo, este movimiento hará que Onivía se convierta en el mayor operador de red neutral de España. Telefónica, que dominaba este segmento con Bluevía, quedará en segundo lugar también en este negocio, posición a la que quedó relegada con la fusión de Orange y MásMóvil.
Onivía, una operadora de red neutral cuyos dueños son los fondos Macquarie (que quería ingresar en Telecom Italia), Abrdn, Arjun Infrastructure y Daiwa Energy and Infrastructure, sumará los clientes de banda ancha de Digi, además de las casas pasadas con fibra. Se trata de unos 10 millones de hogares, cifra que supera con tranquilidad los 4,8 millones de viviendas tocadas con FTTH de Bluevía, la operadora de red neutral de Telefónica.
Sumar la red de fibra de Digi le permitirá a Onivía crecer de manera exponencial pues se trata de una infraestructura que complementará el despliegue que tenía concentrado en 1.291 localidades ubicadas en zonas donde no había servicio, no necesariamente urbanas. Es decir, no hay solapamiento de redes en esta transacción. La operadora asegura en su sitio institucional que cubre a una población de más de 10,9 millones de habitantes a los que alcanza con más de 3,7 millones de hogares conectados.
Como se ve, el mercado español de las telecomunicaciones se reconfigura de manera acelerada. Nada mejor que un par de castañuelas y un abanico para acompañar el nuevo ritmo.
