Se va el año de Telefónica Hispam, el de las salidas, la compartición de infraestructura y la vuelta a la rentabilidad

Desde que en 2019 Telefónica anunció la reorganización de su estructura, definió los cuatro mercados clave y llamó Hispam al conjunto de filiales de América latina (con excepción de Brasil) para separarlas, así, en un spin off, la operadora ha venido haciendo maniobras en la región orientadas a reducir su deuda, estar menos expuesta a los vaivenes de estos países y ganar agilidad a partir de nuevas estructuras y /o propuestas de negocios donde la infraestructura compartida, en distintas formas, es el caballito de batalla. Telefónica se ha convertido en una especie de “todo terreno” en una geografía que ¡vaya si necesita de vehículos particulares para transitarla!

Esta modalidad adquirida pareciera ser la que le permite cerrar un 2021 un poco más auspicioso en Hispam, la región conformada por las subsidiarias de Colombia, Venezuela, México, Perú, Ecuador, Chile, Argentina y Uruguay. Entre distintos acuerdos de compartición de infraestructura la compañía ha logrado posicionarse de manera diferente en cada uno de esos mercados, lo que le permitió, en el segundo trimestre de este año que se va, volver al camino de los ingresos en alza y la rentabilidad después de 15 períodos de bolsillos flacos.

Ese segundo trimestre le permitió generar ingresos por 2.007 millones de euros, y su OIBDA fue de 373 millones de euros (en el tercero, superaría los 2.100 millones de euros en ventas). Chile y Colombia fueron los que hicieron su mejor aporte, casualmente dos de los países donde la operadora inauguró nuevos acuerdos de infraestructura con el fondo de inversión KKR, el mismo que emitió una OPA sobre Telecom Italia y puso pata para arriba a la principal compañía de telecomunicaciones de ese país.

En febrero, Telefónica decidió venderle a KKR el 60 por ciento de InfraCo Chile, la división con que la compañía despliega fibra al hogar. Con este movimiento, redujo en 400 millones de euros la deuda de entonces.

Cinco meses más tarde, la operadora hizo un movimiento similar en Colombia: allí se asoció con KKR para crear InfraCo, con una participación idéntica a la de Chile, y avanzar en un negocio orientado a construir redes de FTTH en unas 90 ciudades, a lo largo de tres años, y alcanzar, en este período, a 4,3 millones de hogares pasados.

En este país también se quedó con el negocio de Internet de DirecTV (cuya operación regional luego se vendería al argentino Grupo Werthein) que incluyó la infraestructura de red y el espectro sobre el cual se brindaban algunos servicios.

En el medio, esta “todo terreno” transitó por otros segmentos de la industria que también dejó atrás, tal como sucedió con el negocio de torres. A principios de 2021 había firmado un acuerdo con American Tower Corporation, a la que dejaría sus instalaciones, tanto en América latina como en otras filiales de Europa. En junio, la operadora cedió Telxius a la estadounidense por unos 900 millones de euros.

Las cosas no se quedaron acá. En la Argentina, donde la situación macroeconómica y social fue compleja durante todo año, la filial local encaró dos movimientos inéditos hasta el momento en estas latitudes. Por un lado, comenzó a desplegar una red Open RAN en la ciudad de Puerto Madryn, en la provincia de Chubut, a 1.300 kilómetros al sur de Buenos Aires, en la Patagonia, con el objetivo de encontrar casos de aplicaciones industriales, por ahora en 4G, pero con la mira puesta en la quinta generación móvil. Se trata de un proyecto encarado junto a IBM con el que desplegará unas 14 antenas en una población conformada por 81.000 habitantes.

Por otro lado, selló un acuerdo de compartición de infraestructura con Sion, una pyme de telecomunicaciones que en los últimos años se dedicó a acompañar a las cableoperadoras ubicadas también en el sur de la Argentina en sus procesos de digitalización. A partir de ahora, Sion operará como articuladora entre unas 15 empresas que atienden a poblaciones remotas o de menor densidad poblacional y Telefónica. Para ello, se invertirán 97,5 millones de dólares para desplegar infraestructura de fibra óptica que será utilizado por las partes involucradas. El desembolso correrá por cuenta de las pequeñas empresas en un plazo de tres años. El despliegue estará a cargo de Sion, las cableoperadoras gestionarán los nuevos servicios que puedan ofrecerse a partir de la nueva infraestructura, y Telefónica se ocupará de la parte técnica.

Estos movimientos dados en Hispam parecen haberle inyectado el combustible necesario para sortear las dificultades de 2021 e, inclusive, salir bien parada de ellas: el buen comportamiento de los ingresos es una prueba de ello.

Por supuesto que esta especie de “todo terreno” de las telecomunicaciones tendrá que seguir sorteando obstáculos. En Perú, la compañía puso en venta PangeaCo, tal el nombre que recibió en ese país InfraCo, pero hasta ahora no han habido novedades en relación a este intento. En México se mantiene en una posición más bien defensiva y continúa apoyándose en la infraestructura de AT&T para desarrollar su negocio.

Sumados a estos movimientos a nivel de compartición de infraestructura en distintas alternativas, en 2021 la operadora de origen español logró cerrar las ventas de las filiales pendientes en América central, a saber: Costa Rica y El Salvador, con lo que se retiró plenamente de esa esa parte de América latina. Y se sacó un peso de encima.

Mientras esto sucedía en Hispam, la operadora protagonizaba otras acciones del otro lado del charco: puso en marcha la operación conjunto con O2 en el Reino Unido, se desprendió de Telxius en el Viejo Continente, que también pasó a manos de American Tower, en Alemania encaró el despliegue de 5G con 02, y en España comenzó a ofrecer sus primeros servicios 5G Non Standalone (NSA). En su cuarto mercado clave no establecido en Europa, Brasil, participó mediante Vivo de la licitación de 5G, se quedó con frecuencias en 3,5 GHz y 2,3 GHz y en 2022 podría iniciar sus primeras actividades con esta red.

También realizó movimientos a través de sus unidades Tech, mediante la cual encara acuerdos con distintas compañías para desarrollar verticales de negocios, o encontrar nuevas soluciones a las diversas problemáticas que supone la digitalización, con la inteligencia artificial, el machine learning, la ciberseguridad y la Internet de las cosas (IoT, por sus siglas en inglés) como bastiones sobre los cuales encarar innovación.

Todo eso que se vaya desarrollando en Europa, de algún modo irá impactando en Hispam, más allá del spin off, de los futuros acuerdos que continúe celebrando y de eventuales desprendimientos de alguna parte o totalidad de las filiales de América latina que, más allá de todo, continúan aportándole el 19 por ciento de sus ingresos totales.

Las acciones encaradas a lo largo de 2021 -y que venían desde años previos, lógicamente- le permitieron a la operadora pararse de un modo distinto en una región que continuará presentando desafíos y oportunidades, razón por la que es necesario ser un “todo terreno”.

Andrea Catalano es la Editora en Jefe de TeleSemana.com. Andrea es periodista y licenciada en Comunicación Social por la Universidad Nacional de Cuyo. Desde hace más de 20 años sigue al sector de las tecnologías de la información y las comunicaciones y su impacto en la economía y la sociedad. A lo largo de su carrera se ha desempeñado en prensa escrita, on line, radio y televisión.

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