En la Argentina, al igual que en todo el hemisferio sur, poco a poco está llegando la primavera, pero en ese territorio en particular y junto al florecimiento generalizado de los jardines, colorean las que parecían marchitas promesas sobre el avance de 5G. ¿Para cuándo? Dicen que 2023.
Gustavo López, vicepresidente del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), dijo este jueves en declaraciones radiales que luego replicó la agencia pública de noticias Télam, que la licitación de la banda de 3,5 GHz para 5G es “un paso enorme y necesario” y, aunque usó el potencial “podría” y aunque señaló que los avances dependen “de otras áreas de Gobierno”, estimó que el país licitaría espectro para tal fin en 2023.
“Nosotros ya hicimos nuestro trabajo que era limpiar la banda de 3,5 para poder hacer la licitación; ahora depende de otras áreas de Gobierno”, dijo López y agregó que el país ya “estaría” en condiciones de hacerlo el año próximo.
Aunque el funcionario se refirió a la banda de 3.5 GHz (3300 – 3600 MHz), que por sus características resulta la favorita en este caso; el regulador argentino también había observado la posibilidad de recurrir a otras frecuencias: la de 1500 MHz (1427 – 1518 MHz), la de AWS-3 (1770 – 1780 MHz y 2170 – 2200 MHz), la de 2300 MHz (2300 – 2400 MHz), la de 26 GHz (24,25 – 25,75 GHz) y la de 38 GHz (37 – 43,5 GHz).
El escenario no es sencillo, se sabe; sobre todo por la vieja discusión que el Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU 690) inauguró al establecer la ambigua noción de servicio público en competencia, cuyos precios son regulados por el Estado aunque las medidas cautelares, logradas por los operadores de mayor porte, complejizaron aún más el clima. Así, las discusiones se acumularon como los meses y las promesas. Ya en mayo pasado, López, en la primera jornada del Internet Day, también había manifestado que había predisposición a revisar las normas porque “si fueran perennes no se puede pensar en desarrollo”, en relación al famoso decreto.
Inclusive, recordar que hace apenas dos semanas, el regulador también anunció como “exitosa” la licitación a partir de la que repartió espectro para 4G, en la banda de 2600 MHz, entre Claro, Movistar y Personal, por más de 27 millones de dólares (4.018 millones de pesos), con el fin de incrementar y mejorar la cobertura móvil en zonas poco o nada servidas.
La expectativa para la subasta de 5G, por su parte, involucraría la recaudación de unos 1.400 millones de dólares, según lo publicó el medio local La Nación; artículo en el que también se reconocen las diferencias del caso, por ejemplo, por las obligaciones involucradas. Sirve, como botón de muestra, revisar las experiencias vecinas: Chile y Brasil. Sin embargo, poco se sabe de la estrategia que adoptará la Argentina.
Pero volviendo a la reciente licitación de espectro de 4G, cabe recordar que la misiva oficial fue el marco, además, para que el regulador admitiera que busca atender “las distintas solicitudes formuladas por los prestadores”, porque el proceso demoró tres meses, porque les permite incrementar el espectro y porque “garantiza el dinamismo en el mercado de las telecomunicaciones y un salto hacia el futuro, y consolida los procesos de industrialización ligados a las tecnologías y desarrollos digitales”.
Pero 5G reúne intenciones. Fue también el Consejo Profesional de Ingeniería de Telecomunicaciones, Electrónica y Computación (COPITEC) quien elevó una propuesta concreta para trabajar de manera mancomunada con el Gobierno nacional en el Cuadro de Atribución de Bandas de Frecuencias de la República Argentina (CABFRA), de cara a reasignar frecuencias cuyos usos quedaron obsoletos y con el objetivo de “liberar suficiente espectro de cara a la futura licitación de 5G”.
“Hay sinnúmero de servicios que ocupan espectro y que no están funcionando. Cuando se reclama espectro, en el CABFRA se puede ver que si se ponen a liberar frecuencias se podrá contar con más espectro para servicios que se necesitan en la actualidad”, sostuvo Miguel Ángel Pesado, presidente del COPITEC, y subrayó que “este trabajo para limpiar y liberar bandas del espectro radioeléctrico que no se utilizan también permitirán tener más claro el panorama respecto de otras decisiones que debe tomar el Estado, como las relativas a la asignación del espectro de 6 GHz”.
En esa nota formal, además, el Consejo recordó que su propuesta en torno a la banda de 6GHz involucra su total atribución a servicios no licenciados de Wi-Fi, “porque su evolución, Wi-Fi 6E y Wi-Fi7, requerirán de más canales adyacentes al espectro que hoy utiliza esa tecnología para su próximo salto de calidad y velocidad”. Sobre esta banda en particular, y para poner en contexto: Chile acaba de revertir la que había sido una decisión que parecía cerrada.
