Tal como lo anticipó TeleSemana.com unas semanas atrás, Argentina optó por entregar el 100 por ciento de la banda de 6 GHz al uso no licenciado, es decir, a Wi-Fi. La noticia tomó fuerza el lunes, hubo una primera confirmación durante la mañana de este martes, y terminó de confirmarse durante la tarde de este mismo día, producto del entusiasmo manifestado por algunos de los actores involucrados. Se espera para esta noche la oficilización del anuncio.
La determinación final habría sido tomada desde el Ministerio de Economía, a cargo de Sergio Massa, eventual candidato a presidente de la Nación si se despejan las internas existentes en el Frente de Todos, y en un escenario político económico que en las últimas 96 horas mostraron con crudeza la situación de la Argentina: una inflación mensual de 8,4 por ciento en abril, que anualizada asciende al 108,8 por ciento, y una suba de tasas para contener al dólar que, igualmente, sigue subiendo. Ambos factores impiden poner en valor el crecimiento de la actividad industrial que acumuló un alza de 2,8 por ciento en el primer trimestre del año, pese a las restricciones que tiene la Argentina, tal como lo mencionó el mismo Massa durante un encuentro organizado por la Amcham (Cámara de Comercio argentino-norteamericana), la semana pasada, y del que fue invitado principal.
La decisión sobre la banda de 6 GHz en la Argentina pareció tomar un giro brusco hace un mes. Hasta ese momento, todo hacía prever que se iría hacia el “enfoque balanceado”, es decir, destinar la mitad de los 1.200 MHz para el uso licenciado, básicamente, Wi-Fi, y la otra mitad, reservarla para 5G. Pero un mes atrás se supo que esa voluntad se estaba inclinando hacia el uso no licenciado en su totalidad, camino que ya tomaron Brasil, República Dominicana, Colombia, Perú y Costa Rica, entre otros, y sobre el que dio marcha atrás a finales del año pasado, Chile.
Este cambio en el enfoque que se había conocido hasta ahora motivó a que las empresas representadas por la GSMA, la asociación que nuclea a las principales operadoras y proveedoras de equipos de telecomunicaciones del mundo, enviaran una carta al ministro Massa insistiendo en las ventajas del “enfoque balanceado”.
Según pudo saber TeleSemana.com, en ese escrito se reiteraron los principales conceptos del estudio que acercó la GSMA al Enacom el año pasado, además de repasarse las decisiones tomadas en los últimos meses en países como México -que optó por destinar 500 MHz al uso no licenciado, y reservar 700 MHz para el licenciado- y la marcha atrás de Chile. También se mencionó que Brasil estaría “analizando la maduración del ecosistema para considerar una posible revisión de la decisión”. Esto pese a que, hasta ahora, esa posibilidad ha sido desestimada por el regulador, la Anatel. Esa carta lleva la firma de la GSMA y de las principales proveedoras de equipamiento: Nokia, Ericsson y Huawei.
Esto sucede en medio de la expectativa por la convocatoria a la licitación 5G que el Gobierno actual también prometió que concretará –sobre la que este martes el vicepresidente del Enacom, Gustav López, dio un nuevo anticipo– y que tiene sumidos a los distintos actores en idas y venidos respecto al precio que se pretenderá recaudar por el espectro y a los compromisos de inversión que deberían emanar del proceso. En este escenario se enmarca la aprobación del Reglamento de Espectro que, en principio, establece ordenamientos necesarios para que estos procesos se encaucen del modo más “normal” posible. Es decir, con tensiones pero sin judicialización.
Las operadoras de telecomunicaciones y las proveedoras de equipamiento resisten que se entregue el 100 por ciento de la banda de 6 GHz al uso no licenciado. Y señalan que si esa es la decisión, el espectro que se licite para 5G tendría que tener precios mínimos. En el medio de la discusión surge también la cuestión geopolítica que postula que ir en la dirección que el Enacom hoy estaría anunciando es ceder ante la presión de Estados Unidos. Y que esta determinación terminará beneficiando a empresas como Meta (ex Facebook) y Microsoft a la cabeza.
Por eso el ambiente de las telecomunicaciones en la Argentina fue descripto, en este contexto, como “caliente y complicado”. Una fuente consultada por TeleSemana.com aclaró por qué. “No es que le den espectro gratuito a empresas estadounidenses. Wi-Fi lo usa cualquiera, pero muchas veces se usa esa tecnología para ofrecer servicios que compiten con los que ofrecen los operadores. Y estos últimos pagan por su espectro y tienen obligaciones de calidad y prestación de servicios que no tienen los otros. Competencia desleal”, sentenció.
“Esto es malo para la región en sí. Si la Argentina toma este camino, tal vez otros países sigan en la misma dirección”, señaló otra fuente del sector.
“Van a quedar todos conformes”, dicen que se escucha de parte de quienes tomaron el poder de la decisión. ¿A qué alude esa especie de promesa salomónica? A que, a cambio de inclinar el 100 por ciento de la banda de 6 GHz al uso no licenciado, no se tomará ninguna decisión a nivel de gobierno para limitar la compra de un tipo de equipamiento u otro para 5G. Esa intención ha estado siempre en la agenda de Estados Unidos para la Argentina, en un movimiento idéntico al que pretende realizar en otros países de la región, con mayor o menor éxito, según de qué caso se trate.
La decisión parece ser definitiva, al menos hasta la primera hora de la tarde. Es que en la Argentina las cosas pueden cambiar de un segundo a otro.
Como cualquier anuncio, luego habrá que ver el detalle, la letra chica. Si se destina todo para los distintos usos habilitados, indoor y outdoor, o si hay limitaciones. Lo cierto es que, cuando todo hacía prever que se imponía el “enfoque balanceado”, y que no había apuro en tomar la decisión hasta que no se conocieran las determinaciones de la próxima Conferencia de Radiocomunicaciones (CMR-23), a realizarse en noviembre en los Emiratos Árabes Unidos, el tema dio un giro brusco. Faltan cinco meses para las elecciones presidenciales en la Argentina, y todo cambia de un momento a otro. El juego del poder está en pleno desarrollo.
